¿Habrá reconocido el BCE que el crecimiento económico y la creación de empleo eran y son medidas prioritarias u oculta algo raro?
José Blanco López, eurodiputado
socialista y exministro de Fomento, para Blog
de Juan Pardo
Lejos de conseguir
el firme propósito unionista de Europa, las y el posterior resultado de las
elecciones han dejado una Europa fragmentada, dividida, separada, rota. Una Europa en la que retroceden las fuerzas
europeístas y cobran vigor las fuerzas nacionalistas, populistas y xenófobas.
No el vigor necesario para ser mayoritarias en el conjunto de la Unión, pero sí
el suficiente para constituir un enorme motivo de preocupación para quienes
creemos en el proyecto europeo como la gran realización política común tras la
devastación del siglo XX, un espacio identificado con la defensa de la
democracia, la paz, la libertad, el progreso, la solidaridad.
No se trata de una
exageración cuando comprobamos cómo en el epicentro del terremoto se encuentran
países centrales de la Unión Europea, como Francia y el Reino Unido, donde han
ganado las elecciones partidos que hacen del rechazo al extranjero, al otro, al
diferente o a la propia Unión motivos centrales de su discurso. O cuando
constatamos que fuerzas de ultraderecha han capitalizado el descontento hacia
las políticas emanadas desde Bruselas, con porcentajes de apoyo no menores en
Alemania (7%), Grecia (10%), Finlandia (13%), Austria (20%) o Dinamarca (27%,
primera fuerza).
En ese contexto,
parece que alguien en las instituciones europeas y, sobre todo, en Fráncfort,
ha tomado nota y, lo que es más interesante, ha sacado alguna lectura de lo
sucedido y se ha decidido a actuar con prontitud.
Pocos días después de las elecciones, el Banco
Central Europeo (BCE) ha superado viejos debates que le mantenían paralizado y
se ha decidido a sacar toda la artillería para impulsar la recuperación
económica. Es decir, parece haberse decidido a actuar como un auténtico banco
central, priorizando el crecimiento por encima del control de una inflación que
ni está ni se la espera, más bien todo lo contrario. Porque, como dijo Keynes
en relación al papel de los gobiernos, lo importante no es hacer «un poco mejor
o un poco peor» lo que otros hacen, sino que alguien haga «las cosas que ahora
no está haciendo nadie», esto es, políticas de estímulo para generar actividad
económica y empleo.
Hay un cierto
consenso en afirmar que las medidas anunciadas por el BCE pueden aportar
oxígeno a las maltrechas economías domésticas. Por un lado, la rebaja de tipos
probablemente se traducirá en una ligera bajada de las hipotecas. Por otro, la
vinculación establecida por el gobernador del BCE entre la inyección de 400.000
millones de euros en crédito barato a la banca con la concesión por esta de
préstamos a familias y empresas debería permitir que la liquidez no se quede
embalsada en los balances de las entidades financieras, sino que fluya hacia la
economía real.
El establecimiento
por primera vez en la historia del BCE de intereses negativos a los fondos
depositados por las entidades financieras en el propio BCE, hablando en plata,
el cobro por mantener ese dinero inactivo, debería favorecer igualmente la
inversión y la prestación de crédito. Y el efecto combinado de todo ello
debería permitir una depreciación del euro, lo que facilitaría un nuevo impulso
de competitividad para nuestras exportaciones, y espantar la espiral diabólica
de la deflación que lleva sobrevolando meses la economía europea, sobre todo en
los países del sur, pero no solo. En todo caso, habrá que estar vigilantes, y
el BCE deberá ser el primero en esta tarea, para que los bancos no despisten la
liquidez crediticia prometida por las cañerías de la especulación y el lucro
propios.
Desde
luego, que estas medidas no se hayan adoptado antes, porque no cabe la menor
duda de que habrían ahorrado mucho sufrimiento a los ciudadanos de países como
el nuestro, a los que tanto el BCE como el FMI y la Comisión Europea han hecho
tragar durante los largos años de esta crisis su pócima de malentendida e
ineficaz austeridad, que solo ha causado más paro, más pobreza y más
desigualdad.
Tras lo escrito, anteriormente, me pregunto: ¿Se han convencido definitivamente de la necesidad de poner el crecimiento económico y la creación de empleo como medidas preferentes? ¿O es que nos ocultan algo?
Bajo mi punto de vista, esos 400.000M no van a ser efectivos en España, sencillamente porque el problema no es de liquidez ,sino de solvencia. Si tiene algún conocido bancario, pregúntele y verá que sus objetivos más difíciles no sol la captación de pasivo, sino de activo. En consecuencia, para que las familias pidan crédito, hay que crear empleo y para que las empresas lo pidan, hay que crear consumo. Para romper el círculo, fomentemos la exportación, que, por cierto, en el último trimestre ha caído.
ResponderEliminarEres junto al pepino de los tontos mas fuertes de españa
ResponderEliminarVaya tela hacia tiempo que no veía a míster ben!!!
ResponderEliminarInteresante escrito!!!
ResponderEliminarMejor que siga en Europa.
ResponderEliminarA ti si te hemos reconocido, eres pepiño blanco, el de la operacion pokemon, el de darle los millones a tu amigo, en el coche aparcado en la gasolinera, para que nadie os viera
ResponderEliminarYo fui BANCARIO, no BANQUERO, eso si director de Banca durante mas de 21 años.
ResponderEliminar1.- El espíritu de la Banca ha cambiado ( si alguna vez existió ese espíritu)..Los Bancos son empresas con recursos ajenos en un 75% o más, por lo que necesitaban dinero de los ahorradores...ahora la banca no quiere el dinero de los españoles...quiere el dinero que le de o le presta el banco de España o el Banco Central Europeo, que es más barato y menos ligado a inversiones obligatorias, con lo que nuestro dinero no solo no produce, sino que nos cuesta incluso con el cobro de comisiones.Lo que significa embucharse y engordar sus bolsillos.
Por otro lado La Banca ya no necesita invertir el dinero en prestamos personales y empresas sino es con una rentabilidad alta y UNA SEGURIDAD AL 100% de su rescate...Tiene otras formas de inversión, Hasta en empresas propias y en convenios con empresas de otros bancos...Tu le das a mi empresa y yo a la tuya.Y otros sistemas internacionales de inversión que llevan consigo ahorro de tramitaciones y gastos. Es más rentable financiar a un grupo ANTI-TODO, que a una empres., (PAGA EL PAIS ENEMIGO).
Con lo cual..ni se crean puestos de trabajo...ni se fomenta el consumo...ni se crean empresas..aumentan las desigualdades..un sin fin de cosas.
No quiero decir con esto que el 100 % del fracaso de esta economía sea de la banca pero si en gran medida.
Con la particularidad que nosotros pagaremos siempre ( o casi siempre) su fracaso. en caso de procesamientos por delitos bancarios, suele ocurrir que aunque salgan las sentencias como en el caso de LAS PRIMAS ÚNICAS o de LA CESIÓN DE CRÉDITOS, se dejan prescribir con toda la cara...PERDÓN YA VALE...QUE ME LIO Y NO PARARÍA.
Respuesta rápida : <<< NO ...
ResponderEliminarEstamos en manos de hipócritas, falsos, embustero, ladrones, corruptos, etc.
ResponderEliminar