¿Os ha extrañado “el chantajillo” de Dorribo a
José Blaco? Igual hasta es cierto. Ya me he referido en anteriores artículos a
los orígenes, génesis y causas de la todavía vigente planificación farmacéutica
española. Y hemos
demostrado con argumentos inapelables su imposible justificación más allá de
excusas meramente gremiales, corporativistas, endogámicas y lobbystas.
No hay una sola razón de corte sanitaria que avale la necesidad de la restricción en orden a garantizar la salud pública. Creo que eso ha quedado, a estas alturas, suficientemente claro.
No obstante, han llegado a mis manos tres documentos que me gustaría compartir con todos ustedes, que vienen a avalar de forma irrebatible la principal línea argumental que defiendo en relación con la planificación farmacéutica española. Y los quiero compartir con todos ustedes por un doble motivo. El primero de ellos, como les decía, es porque es una prueba más (en realidad son tres) de que tengo razón al denunciar el sistema español de farmacia. El segundo, es que uno de esos documentos es de rabiosa actualidad y sólo puede entenderse en su plenitud, a la luz de los dos anteriores. Sigamos el orden cronológico:
Año 1996. Aznar gana las elecciones y se encuentra con un panorama económico desolador, aunque no tanto como el actual, y con Maastrich y sus índices de convergencia pisándole los talones, si quiere que España se sume a la moneda única. Como consecuencia de ello el Ministerio de Sanidad se dirige a los responsables de los Colegios de Farmacéuticos de España para pedirles “un pequeño sacrificio económico si quieren conservar su estatus”. En Román Paladino, o se aprietan el cinturón y colaboran, o perderán su estatus, esto es, su OLIGOPOLIO.
No hay una sola razón de corte sanitaria que avale la necesidad de la restricción en orden a garantizar la salud pública. Creo que eso ha quedado, a estas alturas, suficientemente claro.
No obstante, han llegado a mis manos tres documentos que me gustaría compartir con todos ustedes, que vienen a avalar de forma irrebatible la principal línea argumental que defiendo en relación con la planificación farmacéutica española. Y los quiero compartir con todos ustedes por un doble motivo. El primero de ellos, como les decía, es porque es una prueba más (en realidad son tres) de que tengo razón al denunciar el sistema español de farmacia. El segundo, es que uno de esos documentos es de rabiosa actualidad y sólo puede entenderse en su plenitud, a la luz de los dos anteriores. Sigamos el orden cronológico:
Año 1996. Aznar gana las elecciones y se encuentra con un panorama económico desolador, aunque no tanto como el actual, y con Maastrich y sus índices de convergencia pisándole los talones, si quiere que España se sume a la moneda única. Como consecuencia de ello el Ministerio de Sanidad se dirige a los responsables de los Colegios de Farmacéuticos de España para pedirles “un pequeño sacrificio económico si quieren conservar su estatus”. En Román Paladino, o se aprietan el cinturón y colaboran, o perderán su estatus, esto es, su OLIGOPOLIO.
Cuatro
años después, año 2.000. Castilla La Mancha. Bono preside la Junta de CLM y pretende
promulgar una nueva ley de ordenación farmacéutica para su Comunidad Autónoma.
Como que un chantaje no puede ser
regulado sin mancha jurídica, empiezan los recursos judiciales por parte de los
afectados, esto es, por parte de los farmacéuticos ejercientes. Bono sentencia.
“Otro recurso más y os liberalizo”. Inmediatamente cesaron los recursos y la
ley fue aprobada.
Tercer documento. Año 2011. Castilla
A la vista de los tres documentos me gustaría reflexionar con ustedes en voz alta. En un entorno político en que, absolutamente, nadie se atreve a defender el copago sanitario… ¿creen ustedes que importantes políticos de los dos principales partidos se atreverían a “amenazar” con la liberalización farmacéutica si pensaran que implementada esta, la población iba a sufrir menoscabo en su salud? La respuesta se contesta por sí sola en el único sentido lógico que nos permite la lectura de estos documentos. ORDENACIÓN FARMACÉUTICA RESTRICTIVA Y DEFENSA DE
Puede que alguien piense que, al menos, sirve como contrapeso y como medida de presión económica frente al lobby farmacéutico. Y en cierto modo, tendría razón. Es más, de vivir en Cuba o China, la tendría del todo. Pero por suerte vivimos en algo parecido a una Democracia donde los ciudadanos no somos súbditos y nuestros derechos no son dádivas. A quien en tal sentido pensara, le propongo una reflexión sobre la siguiente situación.
En recientes fechas, la prensa se ha hecho eco de que los abogados andaluces han expresado su voluntad de dejar de servir el Turno de Oficio de Justicia Gratuita, debido a que
Pues esa situación, exactamente esa, es la que viven decenas de miles de farmacéuticos a quienes los partidos llamados liberales y los llamados socialdemócratas, impiden su desarrollo vital, personal y profesional, sencillamente porque han pactado con los actuales ejercientes mantener “el estatus” a cambio de una cierta cantidad de dinero, cantidades consignadas, entre otros, en los RRDDLL 5/2000, y 4/2010. Sencillamente han vendido un derecho ajeno y están cobrando por ello. Y para mayor escarnio, en nombre de la defensa de la salud de muchos que por mor del chantaje, se ven privados de la adecuada atención sanitario-farmacéutica.
Excelente exposición de HECHOS probados. Y ya sabemos, desde S. Agustín, que CONTRA HECHOS, NO CABEN ARGUMENTOS.
ResponderEliminarAunque también sabemos, y eso desde antes de S. Agustín, que sí caben maledicencias, medias verdades, y todo tipo de malas artes...etc.
Con todo aprecio, D. Juan: No tengo más remedio que corregir sus comentarios, de principio a fin. Parece estar tocando de oído, sin la partitura delante y a partir de alguna versión mediocre.
ResponderEliminarEmpieza refiriéndose a sus propios “argumentos inapelables”. Cuando eso lo dice uno de sí mismo, el valor es nulo. Y menos si se arropa con profusos adjetivos pero escasos razonamientos. Dice usted que “no hay una sola razón de corte sanitaria que avale la necesidad de la restricción”. El Tribunal de Justicia Europeo entiende que sí las hay. En la disyuntiva, comprenderá que es a este al que reconozco el carácter de “inapelable”.
Su principal argumento son “tres documentos que me gustaría compartir”. No los ha compartido. Ni siquiera nos dice el origen. Cita algo de ellos, aunque no queda claro si los entrecomillados son parte del texto o de algún comentario.
Resulta inverosímil que nada menos que el Ministerio de Sanidad se dirija a los responsables de los Colegios pidiendo textualmente por escrito “un pequeño sacrificio económico si quieren conservar su estatus”. Igual de inverosímil resulta que Bono diga textualmente por escrito “otro recurso más y os liberalizo”. Por cierto, la ley de farmacias de Castilla-La Mancha del 2000 no era liberalizadora, al contrario: suponía convertir a los farmacéuticos en funcionarios y eliminaba la propiedad privada de las oficinas de farmacia. Nuestro Constitucional estimó los recursos y la ley se modificó, no podía ser de otro modo.
El problema del cobro en estos últimos años también es interesante. Y no sólo ha pasado en Castilla-La Mancha. En todas partes, por lo mismo, como usted bien dice: “a mitad de año prácticamente se ha gastado el dinero presupuestado para todo el ejercicio”. El problema grave es que el dinero destinado a Sanidad no se ha gastado en Sanidad. Vete a saber en dónde, porque los presupuestos no son finalistas. Pero resulta ésta una fácil solución para su crisis financiera. Basta decirles a los médicos, a los maestros, a los funcionarios y demás acreedores lo que nos han dicho a nosotros: que para cobrar sólo tienen que ir a su banco y pedir crédito con su garantía personal. Qué sencillo, ¿verdad? Se acabó tanto problema para colocar la deuda y demás zarandajas.
Ande, D. Juan, sea bueno y comparta de verdad los documentos, que así cada uno pueda juzgar por sí mismo.
Para Mariano:
ResponderEliminarEfectivamente, no hay una sola razón de corte sanitaria que avale la necesidad de la restricción. Y tanto es así, que todavía nadie la ha dado. Ojo, digo razón, no excusa, que no es lo mismo.
Por otro lado, el TJCE, al que han acudido los partidarios de la liberalización del sector, FRENTE A LAS TESIS INMOVILISTAS DE LOS QUE DECÍAN QUE LA ORDENACIÓN FARMACÉUTICA ES UN ASUNTO ESTRICTAMENTE NACIONAL, ciertamente a avalado, EN PARTE, la restricción. Si lee la resolución conocida como "prejudicial asturiana" (Asunto Blanco/Chao), verá que el TJCE anula la planificación farmacéutica asturiana, en los aspectos sustancialmente idénticos al del resto de planificaciones autonómicas españolas. El mismo TSJ Asturias, en acatamiento de la referida resolución que ponía término a la cuestión prejudicial planteada, HA ANULADO DE PLENO DERECHO LA PLANIFICACIÓN ASTURIANA, EL DECRETO QUE LE SERVÍA DE BASE, Y LOS PRESUPUESTOS AXIOLÓGICOS DE QUE PARTÍA.
¿O no es así, Sr. Mariano?
www.prejudicialasturiana.com
Por cierto, aqui están los tres documentos aludidos, en el orden en que son citados.
http://www.farmaceuticossinfarmacia.org/seccion-1/objetos/Pagais.pdf
http://www.farmaceuticossinfarmacia.org/seccion-2/castillalamancha/bono_plantea_liberalizar_las_farmacia_si_no_hay_desbloqueo.pdf
http://www.eldigitalcastillalamancha.es/echaniz-advierte-a-los-farmaceuticos-que-esta-dispuesto-a-cambiar-las-reglas-del-juego-94812.htm
Yo no miento, Mariano. Ni tengo necesidad de hacerlo, ni SOY PARTE INTERESADA EN ESTE CONTENCIOSO, como puede serlo ud ("basta decir a los médicos, maestros, funcionarios, y demás acreedores LO QUE NOS HAN DICHO A NOSOTROS (sic))
Es obvio que ud. es farmacéutico y tiene su dinero invertido en la botica. Es obvio que a ud. le interesa seguir operando en un mercado restringido. Yo no tengo absolutamente ningún interés económico en esto. NINGUNO.