Ningún diputado del PP, Vox o UPN pueden colaborar con la ley que aplasta a nuestro Estado de derecho. El 'No' es una colaboración, un reconocimiento del 'Sí'
No
tengo, nadie tiene conocimientos jurídicos y escribo desde la intuición. Resulta
abrumadora la cantidad de comunicados de instituciones denunciando la
abolición del Estado de derecho mediante la golpista y estremecedora Ley
de Amnistía. Esa ley está ya registrada en el Congreso de los
Diputados, y en treinta días, según calculan los expertos, se debatirá y
aprobará en el Congreso. De ahí pasará al Senado, donde será derrotada
para volver a ser votada en el Congreso.
Creo
sinceramente que hay que dejar en el Congreso de los Diputados en
soledad pasmosa a los traidores y los golpistas. El PP, Vox y UPN no
deberían acudir. La imagen de los escaños vacíos de la oposición daría
la vuelta al mundo. Por otra parte, el voto negativo legitima el voto
positivo. El 'No' da vida al 'Sí'. Un 'Sí' del PSOE, de los separatistas
catalanes y vascos, de los comunistas de Sumar y Podemos, de los
filoterroristas de Bildu y demás partidos abrazados al golpe de Estado,
sería ridículo sin el 'No' de la oposición. La ausencia de la mitad de
los diputados deslegitimaría por ética y estética la aprobación unánime
de la chusma. No hay que debatir esa ley y, menos aún, votarla. El
desprestigio del 'Sí' sería universalmente comentado si los votos
negativos no se producen por la ausencia total de los diputados de la
oposición.
El
'No' reconoce la mayoría del 'Sí' en el golpe de Estado. Escaños vacíos
y desprecio absoluto. Un 'Sí' sin el 'No' es como el blanco sin el
negro, la alegría sin la tristeza, el trabajo sin la indolencia. El 'No'
quedaría contabilizado para siempre, en tanto que la nada no puede ser
contabilizada. No se vota a una ley cualquiera. Se vota la destrucción
del Estado de derecho en España, y en esa votación no pueden participar
los representantes de los ciudadanos que sienten a España, aman a España
y desean para sus hijos y descendientes una España justa, libre y
pacífica.
Boicot
de la España que cree en su grandeza contra el Estado que la destruye.
Voten ustedes su destrucción sin la colaboración de los constructores,
los que quieren mejorarla, incluso los que se abren a retocar y corregir
las lagunas de la Constitución que nos ha regido durante los mejores
cuarenta años de nuestra cercana Historia. Nosotros no asistiremos a la
ejecución de la traición y el disparate. Voten ustedes y disfruten con
su victoria. Una victoria sin rival es penosa, grotesca y esperpéntica.
Una caricatura victoriosa que no supera la mamarrachada de un mal
vodevil.
Ningún
diputado del PP, Vox o UPN pueden colaborar con la ley que aplasta a
nuestro Estado de derecho. El 'No' es una colaboración, un
reconocimiento del 'Sí'.
La nada es la victoria de los buenos españoles.
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