Faltan cuatro meses para que
arranque el mercado de fichajes de verano y los grandes equipos de Europa ya
tienen toda su maquinaria engrasada para seducir a los mejores futbolistas.
Serán unos meses de julio y agosto muy movidos, aunque en junio ya se podrán en
marcha muchas operaciones. Entre los nombres llamados a tener un papel decisivo
destacan dos por encima del resto: Kylian Mbappé y Erling Haaland. El primero
acaba contrato con el PSG este mismo verano, mientras que el delantero noruego
está vinculado al Borussia Dortmund hasta junio de 2024, aunque su objetivo es
salir también cuando termine la presente temporada mediante una cláusula de
liberación de 75 millones de euros. El Real Madrid está metido en la puja por
los dos pero según ha podido saber Culemanía será muy complicado que lo
consigan.
La entidad que preside Florentino Pérez cuenta con el elemento a favor de que ambos jugadores son simpatizantes del Real Madrid, aunque no están al nivel de forofismo que se vive en España con los dos colosos de la Liga. Esto quiere decir que sus intereses económicos y deportivos siempre van a ir por delante de la camiseta. Por este motivo, Mbappé se ofreció a fichar por el Barça en 2017 y, según su padre, lo hubiese hecho encantado. Haaland, de igual modo, estaría feliz de acabar en el Barça si el ecosistema que se le genera es más idóneo para desarrollar su carrera que en el club blanco. Su gran deseo es jugar en España y sacar mayor partido a su casa de Marbella. Si la opción del Real Madrid se complica, el Barça es la otra gran alternativa que tienen sobre la mesa.
Fuentes conocedoras de lo
que piensa el entorno de Haaland aseguran a Culemanía que la clave de su
fichaje depende de Mbappé: "Haaland no irá al Madrid si fichan a Mbappé.
Solo iría en caso de que el francés se quede en el PSG. No es tonto el noruego,
o es el líder de un equipo o no irá". Esto encaja con la teoría de los dos
gallos en un mismo gallinero que siempre defendió Johan Cruyff. Y en el caso de
Haaland y Mbappé, los dos futbolistas franquicia llamados a encabezar la
próxima década, se antoja más fácil que se monten el negocio por separado, como
ocurrió con Messi y Cristiano Ronaldo, a verlos en un mismo vestuario.
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Haaland y Mbappé arrastran, además, una feroz rivalidad desde que se enfrentaron PSG y Dortmund en los octavos de final de la Champions de 2020. Además de saltar chispas sobre el terreno de juego, hubo burlas indiscriminadas por parte de Neymar y el propio Mbappé a Haaland, un aspecto que no ayudaría a su integración conjunta. Además, es más fácil juntar a los gallos cuando hay una diferencia de edad entre ellos y las jerarquías quedan claras --como ocurrió entre Messi y Neymar o posteriormente entre Neymar y Mbappé en el PSG-- que cuando están en el mismo momento de su carrera.
Proyecto de jóvenes cracks
Si bien es cierto que todos
los indicadores hacen pensar que Haaland preferiría ir al Real Madrid en caso
de igualdad entre las condiciones ofertadas por los dos colosos españoles, lo
cierto es que no dudarán en acercarse más al Barça si, como parece indicar, le
seduce el proyecto deportivo y le dejan claro que será la gran estrella: el
jugador franquicia. En el Barça, su socio principal sería Ferran Torres, el
primer gran fichaje de la era Laporta para Xavi, pero que por desarrollo de su
carrera todavía está un peldaño por debajo de Haaland. Ambos tienen 21 años y
serían los estandartes de un Barça donde Ansu Fati está llamado a ser el
heredero de Messi. Pero también contarían con los goles de Aubameyang, la
velocidad de Adama y, tal vez, la continuidad de Dembelé, que todavía no se
descarta. Los que tienen más complicada su presencia en el equipo son Memphis,
Braithwaite y Luuk de Jong.
Haaland, sucesor de Messi. |
A nivel de proyecto
deportivo de futuro, el Barça también tiene una propuesta atractiva, con una
plantilla joven y ambiciosa. Será clave como se desarrolle lo que resta de la
siguiente temporada, pero si los azulgranas mantienen el nivel de los últimos
partidos y cuajan un papel tanto en la Liga como en la Europa League, pueden
ofrecer a Haaland los argumentos que necesita para vestir de blaugrana. La
presencia de un centro del campo muy joven con Frenkie de Jong, Pedri, Gavi y
Nico es ilusionante y lo que falta es complementar la defensa, donde el gran baluarte
es Araujo. Por ello, este verano, el Barça tiene otro objetivo además de
Haaland: reforzar a fondo toda la línea defensiva con un lateral derecho, un
central y un lateral izquierdo.
El factor Raiola
Por si estos argumentos no
fuesen suficientes para convencer a Haaland --hay que tener en cuenta que el
centro del campo del Real Madrid está al borde de la jubilación y, por tanto,
representa un proyecto más de presente que de futuro-- aún hay otro elemento
clave para decantar la balanza: Mino Raiola. El agente de jugadores, vetado en
el Manchester City, tampoco tiene buena relación con Florentino Pérez, que ya
quedó escarmentado cuando se asoció con Jorge Mendes y le empezó a meter
jugadores como Pepe, Coentrao y compañía. Ahora, es el Barça quien coquetea con
este tipo de agentes. Mendes ya está en el Barça de la mano de Ansu Fati y
Raiola podría entrar de la mano de Haaland y otros futbolistas que el
representante quiere situar en el expositor de Europa: Kessié y Mazraoui.
Ante este escenario, donde el
principal problema del Barça es el económico, la gran clave de todo está en el
fichaje de Mbappé por el Real Madrid. Si finalmente el PSG consigue convencer
al delantero francés de que se quede convirtiéndolo en el futbolista mejor
pagado del mundo, Florentino Pérez romperá el mercado con Haaland y para el
Barça será prácticamente imposible competir. Pero si el Real Madrid se lleva
finalmente el gato al agua con Mbappé, como parece que será, el ariete noruego
se situará mucho más cerca del Barça. Con el City descartado mientras Raiola
sea su agente y con el Manchester United también fuera de juego por el mal
recuerdo que tiene de los red devils el padre de Haaland, las únicas amenazas
serían Chelsea, PSG --que no deja de ser jugar en una liga menor-- o Bayern
--implicaría seguir en Alemania--, alternativas que no terminan de seducir
tanto como la Liga española.
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