El
Partido Popular ha anunciado que recurrirá judicialmente el indulto que Pedro
Sánchez proyecta en favor de los presos secesionistas catalanes, condenados por
sentencia unánime del Tribunal Supremo como autores, entre otros varios, del
gravísimo delito de sedición contra el orden constitucional. Todos ellos sin
excepción no han mostrado el menor arrepentimiento de lo que hicieron, sino,
por el contrario, han reiterado su propósito de repetir su acción delictiva.
El
presidente del Gobierno, en su comparecencia pública, mintió al decir que
propicia el reencuentro y que ese es el motivo por el que su Gobierno se
muestra favorable a conceder los indultos. Pedro Sánchez necesitaba el voto de
los diputados de Esquerra Republicana de Cataluña para aprobar los Presupuestos
Generales del Estado. Do ut des. A cambio de la
indecencia política de conceder el indulto, el partido secesionista y
anticonstitucional votó a favor de Pedro Sánchez. Esa es la pura verdad y ahí
reside el fondo de la cuestión, por mucho que el presidente del Gobierno de
Frente Popular trate de enmascarar el indulto como política de reencuentro. Los
partidos secesionistas catalanes son insaciables. Así lo afirmó el filósofo
José Ortega y Gasset. Nada será para ellos suficiente salvo la proclamación de
la independencia de Cataluña, fracturándose seis siglos de unidad nacional de
España. Por el plato de lentejas de un puñado circunstancial de votos, Pedro
Sánchez está dispuesto a vender bajo cuerda la unidad territorial y la
identidad histórica de España.
Bien
por Pablo Casado. La tropelía que se dispone a perpetrar Pedro Sánchez exige
una inmediata respuesta política y judicial. El presidente del Gobierno ya sabe
a qué atenerse. Son muchos los que piensan que, a pesar de la declaración de la
Fiscalía y de otras instancias judiciales, a pesar de la actitud firme del
primer partido de la oposición, Pedro Sánchez concederá el indulto indecente
para prolongar con comodidad su estancia en el Palacio de la Moncloa
Comentarios
Viva el Pp ,no ha los indultos si no están arrepentidos, menudos cafres.