Un milagro salva la vida de Pedro Sánchez y su equipo cuando viajaban en avión a Murcia.



¿Por qué el avión ha despegado de la base aérea de Torrejón si este tipo de vuelos fueron trasladados definitivamente al aeropuerto, Adolfo Suárez?

Normalmente los aviones suelen volar a 32.000 pies unos 10.000 metros de altitud y....mucha su suerte, en este caso, volaba a menos de 900. 

El secretario general y presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha tenido que cancelar su visita prevista a Los Alcázares este mediodía por problemas técnicos con el avión que lo desplazaba desde Madrid. En un caso como este ni las gafas de sol le hubiesen salvado. Normalmente, los aviones viajan a 32.800 pies unos 10.000 metros. En este caso, Pedro viajaba solo a 3.000 pies (900 metros)

Como ya nos han indicado varias veces la tripulación tenga que enfrentarse a una despresurización, como en el caso que nos ocupa, es algo muy improbable, pero en caso de que ocurra, el piloto y los pasajeros deben llevar a cabo una serie de medidas y tener claro cómo manejar la situación sin mayor peligro. La despresurización se produce cuando el aire presurizado de la cabina comienza a salir del avión de forma inmediata.  No siempre que esto ocurre los pasajeros son succionados, de hecho es algo muy infrecuente. El aire comenzará a salir a través de la brecha que se haya producido en la nave, las mascarillas se descolgarán sobre los asientos de los pasajeros y, por suerte, el piloto comenzará a actuar con total seguridad. A la altura a la que viajan los aviones (a partir de los 900 metros) no es viable respirar con normalidad, por lo que las naves están acondicionadas para que podamos viajar con oxígeno. Es por esto por lo que, cuando se produce una brecha, el aire “respirable” abandona la cabina y los ocupantes necesitan la ayuda de las mascarillas para respirar. La misión del piloto es comenzar a descender hasta una altura donde haya más oxígeno y llevar a cabo un aterrizaje de emergencia. Que el aterrizaje sea seguro no significa que sea agradable, ya que es ruidoso, agitado, puede entrar niebla en la cabina y los pasajeros pueden sufrir hipoxia (deficiencia de oxígeno en la sangre). Se trata de una situación peligrosa que por suerte los pilotos están preparados para afrontar, por lo que lo normal es que a más 900 metros de altitud no valgan ni los rezos, ya que la implosión (Hundimiento y rotura hacia dentro de las paredes de un recipiente cuya presión es inferior a la del exterior) de la cabina es inminente y el resto del aparato….  

Comentarios