Amancio Ortega, Inditex , Zara, tejidos, números contables, beneficios y alma con espíritu caritativo.
Inditex acaba de hacer
públicos los resultados del 2018, ejercicio en el que sus ventas se situaron en
26.145 millones de euros, tras crecer un 3 % en un año, porcentaje que se
elevaría al 7 % si el tipo de cambio de las divisas fuera constante. Cada día la
compañía ganó 9,5 millones de euros, lo que significa que sus beneficios netos
en el conjunto del año fueron de 3.444 millones de euros, un 2 % más «y un
récord en la historia del grupo», destaca el comunicado. Si la divisa no la
hubiese penalizado, el resultado se habría incrementado un 12 %. A pesar de
este récord histórico las acciones de Inditex se desplomaron un 4,45 % en la
bolsa, liderando las pérdidas del Ibex 35. Los títulos de la textil registraron
una caída del 5,4 % en la apertura de la sesión al poco de conocerse los
resultados anuales del último ejercicio. Al cierre, los títulos de la compañía
se intercambiaban a un precio de 25,1 euros, lo que supuso un descenso del 4,45
%.
Inditex, por primera
vez supera los 26.000 millones en ventas.
Inditex destaca en
su comunicado al mercado que «el fuerte desempeño operativo, la anticipación en
las inversiones estratégicas, la continua selección de superficie comercial de
máxima calidad y el robusto posicionamiento de las marcas del grupo permitieron
conseguir el comportamiento óptimo de los niveles de rentabilidad. El margen
bruto subraya la multinacional mejoró 39 puntos básicos, creciendo hasta los
14.816 millones, tras mantener las políticas comerciales no promocionales».
Tanto el ebitda como el ebit, dos de los parámetros analizados
pormenorizadamente los inversores, alcanzaron máximos históricos. Los
resultados, que se quedaron en el límite de las previsiones del consenso del
mercado, revelan que el resultado de las ventas online han crecido «de manera
consistente», hasta los 3.200 millones, lo que representa un 27 % respecto al
último año. En la actualidad, de cada cien euros que la compañía factura, 12
proceden de las realizadas en Internet (cifra que aumenta al 14 % en aquellos
mercados en los que tiene tienda online).
El presidente,
Pablo Isla, destaca «la importancia de las inversiones realizadas tanto en el
canal logístico como en la superficie comercial dirigidas a dotar de la máxima
agilidad a nuestra plataforma integrada, y a priorizar la selección de espacio
de máxima calidad para ofrecer la mejor propuesta de moda de todo el mundo». La
multinacional textil ha impulsado la retribución al accionista «a la luz de la
solidez de los resultados y de la liquidez resultante de los mismos». Isla
propondrá a la junta una nueva política de dividendos; distribuirá un 60% de su
beneficio (hasta la fecha era del 50 %) y repartirá como dividendo extraordinario
1 euro por acción entre los años 2019, 2020 y 2012. Esta decisión se traduce en
un incremento sustancial del dividendo del 17 % por el que en el 2019 los
accionistas recibirán 0,88 euros por acción, que se desembolsará entre mayo y
noviembre. Inditex recuerda que los empleados participarán en un plan de
reparto de beneficios. Se distribuirán 32 millones entre 92.000 trabajadores
que tienen más de dos años de antigüedad. De esos 32 millones, 7 corresponden
al aumento del beneficio de este año y 25 a una aportación adicional decidida
por la empresa. Seguidamente a esta información la compañía anuncia que en el
2019 entra en vigor un nuevo plan, con objetivos específicos. En el caso de los
equipos de tienda estarán ligados a incremento de ventas.
Inditex ingresó el año pasado más de 1.600 millones de euros al Erario Publico.
Para la compañía
trabajan 7.500 proveedores que facturan a la multinacional 5.000 millones de
euros. Tanto la Hacienda española como sus homólogas en el resto del mundo
también se llevaron su pedacito del pastel del negocio de la multinacional de
Arteixo, al recaudar 6.166 millones en el 2018. Del total, 2.764 fueron
resultado de la actividad directa a nivel global, y 3.400 fueron recaudados por
Inditex por diferentes conceptos como IRPF, impuesto sobre propiedades o
medioambientales. Solo en España la contribución fiscal alcanzó los 1.692
millones, sumando impuestos propios y recaudados. La tasa efectiva del impuesto
de Sociedades en España fue del 22 %.
Amancio Ortega quiere pasar
desapercibido y lo intenta y lo intenta, pero no lo consigue. Construyó
Inditex, un empresón que está en el punto de mira los actores mundiales del
mundo económico. A sus 81 años sigue haciendo lo mismo que a los 35:
preocuparse por Zara y compañía. Por lo demás, vive en una Galicia que protege
su intimidad. Ni va a la última moda ni se espera. Azul, gris y blanco, y sin
corbata. Amancio Ortega, que es algo más que uno de los hombres más ricos del mundo,
no está preocupado por la subida y bajada de la bolsa ni pierde un minuto de su
vida en saber quién ocupa el número 1 de la lista Forbes, en la que preferiría
no salir pero eso es imposible. Ortega se ha convertido en el icono de las
grandes fortunas. Sin embargo, hay muchas maneras de ser rico. Por ejemplo, él
no ha heredado ni fortuna ni ninguna empresa de su abuelo o de su padre.
Tampoco ha logrado crecer en torno a la especulación, ni ha multiplicado su
fortuna en acciones con límites difíciles de explicar o aprovechándose de
concesiones o subvenciones estatales. Lo que sí recibió fue un mensaje claro y
transparente como el agua el día que fue a la tienda con su madre, y la dueña
le dijo a la mujer: «Señora Josefa, lo siento mucho, pero ya no le puedo fiar
más dinero»
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