Carles Puigdemont detenido en Alemania cuando entraba en coche procedente de Dinamarca.

La última vez que detuvieron a un Mesías, en Semana Santa, la cosa no resultó muy bien que digamos. El expresidente catalán ha sido interceptado en un operativo a 30 kilómetros de la frontera tras activarse la orden de detención europea contra él.






El expresidente catalán Carles Puigdemont antes de pronunciar una conferencia en la Universidad de Helsinki, el pasado día 23.  ATLAS-QUALITY
Fin de vacaciones para Puigdemont. La policía alemana (al mando del CNI) ha detenido al expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont  este domingo cuando cruzaba en coche la frontera desde Dinamarca, en aplicación de la euroorden de detención contra él cursada por la justicia española. La policía federal ha confirmado a la agencia alemana de noticias DPA el arresto de Puigdemont a las 11.17 entre las localidades de Schuby y Jagel, 30 kilómetros al sur del límite entre ambos países, en el Estado de Schleswig-Holstein, el único que tiene frontera con Dinamarca. 

El Código Penal de Alemania, uno de los países con los que España tiene una cooperación judicial más activa, contempla penas que van desde los diez años de prisión a la cadena perpetua para un delito muy similar al de rebelión, que se le imputa en España a Puigdemont.

El expresidente catalán, huido de la justicia española, fue abordado por agentes de la Policía Criminal de Schlewsig en la autopista A-7, dirección sur, y fue conducido a comisaría, según ha informado el portavoz policial del Land de Schleswig-Holstein, Uwe Keller. Puigdemont viajaba en un Renault Space junto a otras cuatro personas, cuyas identidades no han sido facilitadas, en dirección a Hamburgo, desde donde tenía la intención de volver a su residencia en Waterloo, Bélgica. Ahora, el caso pasa a manos de la fiscalía de la ciudad de Schleswig. El expresidente se encuentra en situación de "arresto provisional".

Los servicios de inteligencia españoles han seguido todo el periplo de Puigdemont desde el viernes hasta esta mañana y han resaltado "la excelente colaboración" de las autoridades alemanas en este tema, según fuentes policiales.


Fuentes de la Seguridad de Estado aseguran que Puigdemont ha estado bajo control durante su salida de Finlandia y que en un primer momento se barajó su arresto en Dinamarca. Sin embargo, se descartó el hacerlo al tener el convencimiento de que el expresidente iba a seguir su periplo por tierra en Alemania. Este país es considerado por España uno de los Estados de la UE con el que existen mejores relaciones de colaboración policial. El Gobierno ha recibido ya la confirmación oficial por parte de las autoridades alemanas del arresto

Jaume Alonso-Cuevillas, abogado del expresidente de la Generalitat, aseguró en un primer momento que su cliente permanecía retenido por la policía de Alemania, a la espera de que se practicaran las "comprobaciones" oportunas en relación con la orden de detención que tiene pendiente. El letrado ha explicado a través de su cuenta de Twitter que el trato dispensado por los agentes alemanes ha sido "correcto en todo momento". "El presidente se dirigía a Bélgica para ponerse, como siempre, a disposición de la justicia belga".


Puigdemont -que tiene otro abogado que lo representa ante la justicia belga- está poniéndose en contacto con abogados alemanes para organizar la asistencia jurídica del expresidente catalán de cara a la orden de detención a la que se enfrenta.

Puigdemont había viajado a Finlandia este fin de semana para mantener contactos con varios diputados y dar una conferencia en la universidad de Helsinki. Sus anfitriones en el país nórdico aseguran que Puigdemont adelantó su regreso el viernes, poco después de que el juez Pablo Llarena enviara a Finlandia la orden internacional de detención. Desde entonces, se desconocía su paradero.

A lo largo del día de ayer, las autoridades finlandesas estuvieron buscando sin éxito a Carles Puigdemont, por lo que vigilaron todos los puertos y aeropuertos del país, tras recibir la euroorden dictada por Llarena.

El Código Penal alemán contempla penas que van desde los diez años de prisión a la cadena perpetua para cualquiera que emprenda "por la fuerza o por la amenaza de la fuerza.... socavar la existencia continuada de la República Federal" o "modificar el orden constitucional basado basado en la Ley Fundamental de la República Federal de Alemania.

El mismo texto legal contempla penas de entre uno y diez años de cárcel para los "casos menos graves", según el artículo 81 de la norma penal germana, informa Fernando J. Pérez. A efectos de entrega se cumple así uno de los requisitos, cual es que el delito por el que se reclama la detención y entrega esté contemplado en la norma penal del país en el que se encuentra el reclamado. 


Esta mañana, los mercenarios que pagamos todos los españoles, han pintardo  amenazas al juez Llarena y a su esposa, Gema Espinosa Conde –magistrada de la Audiencia de Barcelona-, en la casa de su propiedad  de la Cerdaña.

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