El honorable butifarrero, Puigdemont, profugo de la justicia, quiere volver a España “sin riesgo de entrar en la cárcel
Ahora quiere volver.
"Ahora". Pero "sin riesgo". El expresidente de la
Generalitat, Carles Puigdemont, ha comparecido este martes en el Parlamento
danés con un mensaje claro: pretende volver a Barcelona "sin correr
riesgos". “Si se respetaran resultados de elecciones podría volver ahora
mismo”, ha dicho Puigdemont, aunque “no descarta nada”. Así lo ha alegado quien
se encuentra huido de la justicia desde principios del pasado mes de noviembre,
cuando decidió no acudir a declarar como imputado por los presuntos delitos de
rebelión, sedición, malversación, prevaricación y desobediencia. En una reunión
con nueve diputados de cinco partidos daneses, Puigdemont ha manifestado
también que la solución en Cataluña pasa por la celebración de un nuevo
referéndum que cuente con el aval del Gobierno central.
Carles Puigdemont no ha
aclarado si la petición de suspender la delegación de voto, presentada esta
misma mañana, significa que vaya a volver a Cataluña. Y ha calificado de
"sorprendente" la argumentación del juez Llarena para rechazar la
petición de una euroorden de arresto. "El juez argumenta que no pide la
euroorden para detener a un 'peligroso criminal' precisamente porque quiero ser
detenido. La debilidad del argumento es sorprendente".
Sin leyes no puede existir
la democracia ha proclamado Puigdemont a preguntas de la prensa danesa, pese a
que obras son amores. "Pero tampoco sin participación ciudadana", ha
dicho. Acusado ayer por la politóloga Marlene Wind de "tener secuestrados
a los catalanes", Puigdemont ha argumentado que la democracia "es un
equilibrio entre la voluntad democrática expresada en las urnas y las
leyes", y ha defendido que los sistemas democráticos "deben cambiar,
no pueden paralizarse, deben dar acomodo a los que le pude cada generación";
"la democracia debe estar en movimiento continuo, no es una foto
fija", ha concluido en la última pregunta de una corta comparecencia, de
apenas media hora, en la que no ha despejado las incógnitas que siguen en el
aire. La fundamental: si piensa volver para ser investido o sigue pensando que
puede hacerlo telemáticamente.
Puigdemont se ha reunido con
varios diputados daneses. Y ha subrayado "la contradicción" que
supone poder entrar en un parlamento europeo y no en el catalán "por el peligro
de ser arrestado". "Voy a trabajar en los próximos días para que eso
pueda suceder, sería una buena noticia para volver a la normalidad no solo en
Cataluña, sino también para que España recupere la normalidad
democrática", ha insistido en catalán, castellano e inglés.
Después de 80 días exiliado
en Bélgica, el expresidente cogió ayer un vuelo hacia Copenhague para dar una
conferencia en la universidad y reunirse con diputados. La internacionalización
del procés, que escaló a máximos después del referéndum del 1 de octubre,
estaba ahora en horas bajas: la atención mediática sobre Puigdemont ha caído
drásticamente en Bruselas. "Está reunión", ha afirmado,
"demuestra que el interés por Cataluña no es solamente doméstico, es una
señal de que interesa en toda Europa". "En la UE es evidente que un
conflicto político requiere soluciones políticas, negociación y diálogo, y para
ello hay que sentarse en una mesa y lo primero es reconocer a la otra
parte".
NUEVO REFERÉNDUM CON EL
APOYO DEL GOBIERNO CENTRAL
Nikolaj Villusen, líder de
la Alianza Roja/Verde danesa, ha asegurado que Puigdemont ha compartido con
nueve diputados de cinco partidos, con los que se ha reunido, la necesidad de
que el Gobierno español entable un diálogo con Cataluña y que se celebre un
nuevo referéndum "para que los catalanes decidan sobre su futuro, si
quieren la independencia, quedarse en España o una tercera opción". Según
Villusen, la visión de Puigdemont es que un referéndum será la vía para unir a
una mayoría del pueblo catalán y que esto no podrá ocurrir a no ser que el
Gobierno español cambie su posición.
Villusen cree además que
Dinamarca y el resto de Europa debe pedir al Gobierno español que permita la
celebración de una nueva consulta, "un referéndum respetado por el
Gobierno en el que los ciudadanos catalanes puedan votar en paz, sin ser
golpeados por la policía española".
Puigdemont se ha reunido con
parte de los miembros de la comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento
danés, según Villusen, pero han faltado algunos. Es "vergonzoso", en
opinión de este dirigente, que Puigdemont no haya podido reunirse con todos los
diputados, después de que la mayoría del Parlamento danés aprobase en 2015 que
el desafío soberanista debe resolverse con diálogo entre el Gobierno central y
el catalán.
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