La policía de Maduro reprime con violencia todas las manifestación de la oposición. Los asesinados se pierden.
La oposición venezolana ha intentado por cuarta vez en la última semana, marchar hacia la Defensoría del Pueblo en Caracas, pero su acceso fue impedido de nuevo por la fuerza pública, que usó agua, perdigones de goma y gas lacrimógeno para dispersar la manifestación.
La alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) aseguró que cientos de personas se movilizaron también en una docena de ciudades del interior del país caribeño para respaldar las gestiones que inició esta semana el Parlamento contra el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
Miles de antichavistas se congregaron en la capital para seguir presionando al defensor del pueblo, Tarek William Saab (que preside el Poder Ciudadano), para que apoye el proceso con el que el Legislativo espera remover a siete magistrados de la Sala Constitucional, a quienes la MUD acusa de haber dado un "golpe de Estado". Según la Constitución venezolana, una mayoría de dos tercios del Parlamento puede destituir a los magistrados del Supremo si previamente el Poder Ciudadano califica su actuación como "falta grave".
Una vez que los manifestantes se habían congregado en la avenida Francisco de Miranda, la principal del este de Caracas, el dos veces candidato presidencial Henrique Capriles (inhabilitado para el ejercicio de funciones públicas durante 15 años) pidió a los congregados marchar hacia la Defensoría.
Tras ese llamamiento, miles de personas iniciaron la caminata, pero fueron disuadidas de continuar por decenas de agentes de la Policía Nacional Bolivariana y de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB, policía militarizada) tras lo que se generaron unos enfrentamientos que dejaron al menos 17 heridos. Posteriormente, se originaron focos de protesta en el este de la capital venezolana, principalmente por parte de encapuchados que cerraron algunas vías usando basura y prendiendo fuego a llantas y otros objetos.
El Gobierno habla de "escalada terrorista" por parte de la oposición
A raíz de lo sucedido este sábado, el ministro de Interior y Justicia de Venezuela, Néstor Reverol, dijo que la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática planea "iniciar una escalada terrorista" en el país caribeño mediante protestas antigubernamentales.
"Dirigentes de oposición incitaron a sus seguidores de manera irresponsable e insensata, violando el orden constitucional y las leyes de la República, a marchar hacia el municipio Libertador sin ningún tipo de autorización", afirmó al canal estatal VTV Reverol, donde añadió que "el propósito de esta repudiable acción no era otro que la búsqueda de la confrontación y la violencia entre venezolanos y con ello iniciar una escalada terrorista para atentar contra las instituciones del Estado democrático venezolano".
Reverol aseguró que existe una "agenda violenta de agresión, perturbación y terrorismo" por parte de "grupos de derecha" que "siguen acariciando la vía del golpe de Estado como mecanismo para hacerse del poder político" y deponer al presidente, Nicolás Maduro.
Además, Reverol felicitó a los efectivos policiales y militares que actuaron para contener las manifestaciones y aseguró que estos funcionarios "actuaron en estricto apego de los derechos humanos" y "evitaron que estos grupos de la derecha violenta y terrorista impusiesen sus planes antidemocráticos".
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