Jean-Paul Sartre, símbolo de la verdadera izquierda, negó el Premio Nobel (1964) para ganar más dinero.
Traduci in italiano. Traduire au français. Übersetzen auf Deutsch. Translate to English
Jean Paul Sartre con mayor o menor acierto cara a la galería, en
1964 rechazó el premio nobel de Literatura. “Lamentó públicamente que su rechazo al Nobel hubiera dado
pie a un escándalo y contó que había intentado evitar que él fuera el premiado
mediante una carta a la Academia Sueca. El autor de La náusea expresó que su rechazo no
tenía la intención de denigrar a la Academia, sino que se basaba en razones
objetivas y personales. Creía que al aceptar estos reconocimientos, los autores
quedaban asociados para siempre con las instituciones que los homenajeaban.
Decía que un escritor no debería permitir que su nombre se convirtiera en una
institución que pudiera ser usado con intenciones más allá de su voluntad
individual.
Jean-Paul Sartre (21/06/1905-15/04/1980) fue el mejor filósofo
existencialista francés, dramaturgo, novelista, guionista, activista político,
biógrafo y crítico literario. Su obra sigue
influyendo en campos como la filosofía marxista, la sociología, la teoría
crítica y estudios literarios. El existencialismo de Sartre es un humanismo presentado originalmente
como una conferencia. VIDA TARDIA Y MUERTE. En 1964, Sartre renunció a la
literatura en una ingeniosa y sarcástica de los primeros diez años de su vida,
Les mots (Las palabras). El libro es una respuesta vigorosa ironía a Marcel
Proust, cuya reputación había inesperadamente eclipsó la de André Gide.
La literatura, Sartre llegó a la conclusión, en última instancia,
funcionaba como un sustituto de la burguesía de un compromiso real en el mundo. Como
un hombre, si un tal Jean-Paul Sartre es recordado, me gustaría que la gente
recuerde el medio o situación histórica en la que vivía, ... cómo se vivía en
ella, en términos de todas las aspiraciones que he tratado de recoger dentro de
mí. Condición física de Sartre deteriorado, en parte por el ritmo implacable de
trabajo (y el uso de drogas por esta razón, es decir, las anfetaminas) se puso
a través durante la redacción de la Crítica y una biografía masiva de análisis
de Gustave Flaubert (El idiota de Familia), tanto de las cuales quedaron
inconclusas. Sartre llegó a ser casi completamente ciego en 1973.Él murió el 15
de abril de 1980 en París de un edema de pulmón. Sartre se encuentra enterrado
en el Cementerio de Montparnasse, en París. Su funeral fue muy concurrido, con
las estimaciones del número de asistentes a lo largo de la marcha de dos horas
que van de 15.000 a más de 50.000. PENSAMIENTO, La base del existencialismo de
Sartre, se puede encontrar en La trascendencia del ego en el que dice que la
cosa en sí misma es infinita y desbordante. Sartre se refiere a cualquier
conciencia directa de la cosa en sí misma como una "pre-reflexivo
conciencia."
Cualquier intento de describir, comprender, etc historizar la
cosa en sí, que Sartre llama "conciencia reflexiva". No hay camino
para la conciencia reflexiva de subsumir la pre-reflexivo, por lo que la
reflexión está destinado a una forma de ansiedad, es decir, la condición
humana. La conciencia reflexiva en todas sus formas, (científico, artístico o
de otro tipo) sólo se puede limitar la cosa en sí en virtud de su intento de
comprender o describir la misma. De ello se desprende, por tanto, que cualquier
intento de auto-conocimiento (conciencia de sí mismo-a la conciencia reflexiva
de un infinito desbordamiento) es una construcción que no, no importa la
frecuencia con que se intenta.
La conciencia es conciencia de sí misma en la
medida en que es la conciencia de un objeto trascendente.Lo mismo puede decirse
sobre el conocimiento del "otro". El "Otro" (que significa
simplemente seres u objetos que no son uno mismo) es una construcción de la
conciencia reflexiva. Una entidad volitiva debe tener cuidado de entender esto
más como una forma de advertencia que como una afirmación ontológica. Sin
embargo, hay una implicación del solipsismo aquí que Sartre considera
fundamental para cualquier descripción coherente de la condición humana. Sartre
supera este solipsismo por una especie de ritual. Conciencia de sí mismo las
necesidades de "los otros" para demostrar (mostrar) su propia
existencia. Tiene un "deseo masoquista" a ser limitado, es decir,
limitada por la conciencia reflexiva de otro sujeto. Esto se expresa
metafóricamente en la famosa línea de diálogo de la puerta cerrada, "El
infierno son los otros." Sartre afirma que "Con el fin de hacerme
reconocido por el otro, debo arriesgar mi propia vida. Arriesgar la propia
vida, de hecho, es uno mismo revela como no-ligado a la forma objetiva o de
cualquier determinado la existencia-como no- vinculado a la vida ", es
decir, el valor de el reconocimiento del otro de mí depende el valor de mi
reconocimiento del Otro. En este sentido, en la medida en que el Otro me
aprehende como unido a un cuerpo y se sumerge en la vida, yo soy sólo uno de
los otros, como yo.
La idea principal de Jean-Paul Sartre es que somos, como
seres humanos ", condenado a ser libre."Esta teoría se basa en su
creencia de que no hay un creador, y se forma con el ejemplo del cuchillo de
papel. Sartre dice que si uno considera un cuchillo de papel, es de suponer que
el creador hubiera tenido un plan para ella: una esencia. Sartre dijo que los
seres humanos carecen de sentido antes de su existencia porque no hay un Creador.
Por lo tanto: "la existencia precede a la esencia" Esta es la base de
su afirmación de que ya no se puede explicar sus propias acciones y el
comportamiento de cualquier referencia a la naturaleza humana específica, son
necesariamente toda la responsabilidad por esas acciones. "Estamos solos,
no tienen excusa"
El 14 de octubre de 1964 Jean-Paul Sartre, a esas alturas
reconocido filósofo y escritor que rozaba los 60, envió una carta a la Academia
Sueca (que además de los Nobel se ocupa de defender la pureza del sueco, por
cierto) pidiendo que
no se le concediera el premio. Los miembros de la Academia no hicieron
caso y pocos días después anunciaron al autor francés como ganador de Nobel de
Literatura de aquel año. Sartre se reafirmó en su decisión, lamentando “profundamente” que
el hecho se convirtiera en un escándalo.
Los rumores sobre una probable concesión del Nobel de
Literatura a Sartre saltaron a los periódicos pocos días antes de que la
Academia Sueca se pronunciara. Nada más leer sobre ellos, el filósofo envió su
comunicado al secretario permanente de la institución. En ella declaraba que su
objetivo era “evitar un malentendido”. “Por razones que me son personales y por
otras que son más objetivas, no quiero figurar en la lista de posibles
laureados y ni puedo ni
quiero, ni en 1964 ni después, aceptar esta distinción honorífica”.
Habían sonado
otros nombres –incluido el de Borges, que por aquellos años andaba siempre en
las quinielas– pero la Academia Sueca tomó su decisión en firme, a pesar del
escrito enviado por el intelectual francés. “Por su trabajo, rico en ideas y
lleno del espíritu de libertad y de la búsqueda de la verdad”, así se
justificaba la designación del galardón el 22 de octubre, reconociendo la
fuerte influencia que sus textos habían tenido a lo largo de las décadas
pasadas. La institución no dejó de señalar que el premiado había declarado que
no aceptaría el Nobel, pero insistió en que esta postura no
invalidaba el premio.
El filósofo francés
divide sus argumentos en dos. Las razones anteriores son personales, pero
también tiene otras que califica de objetivas. Estas se resumen en su
activismo político a favor de la causa del socialismo. “La única
batalla posible hoy en el frente cultural es la batalla por la coexistencia
pacífica entre las dos culturas, la del Este y la del Oeste”, afirma. Aboga por
el acercamiento entre los dos bloques que libraban la Guerra Fría, pero piensa
que este movimiento tenía que ocurrir sin las instituciones de por medio, entre
los ciudadanos y las culturas.
De ahí el deseo de Sartre de mantenerse independiente de
las instituciones. En la carta afirma también que si le concedieran el Premio
Lenin –que se otorgaba por méritos tanto en las artes como en las ciencias–, se
vería igualmente obligado a rechazarlo. Posteriormente en una entrevista aclarará
un poco más su punto de vista: “Como he estado políticamente comprometido, la sociedad burguesa quiere
cubrir mis errores pasados, ve una posibilidad de admisión y me dan el
Premio Nobel. Me perdona y considera que tengo derecho al Premio Nobel. Es
monstruoso”.
Curiosamente De Gaulle
haría después un ejercicio de perdón con Sartre cuando este se implicó en los
levantamientos de Mayo del 68, declarando con un orgullo muy francés “no se
puede meter a Voltaire en prisión”.
Ni que decir tiene, la
carta de Sartre no aplacó la polémica sino todo lo contrario. Lo acusaron de
altanero, de creerse demasiado bueno o íntegro como para estar por encima de
estas cosas. La prensa rosa no dejó de hincar el diente en la relación con su
compañera, la también escritora Simone de Beauvoir, publicando que el novelista
había rechazado el Nobel para que ella no sintiera celos.
___!!!///.
ResponderEliminar__( ô ô )
oO-(_)-Oo
█░░█...░
█░░█...E░
████.....L░
█░░█.......L░
█░░█ .......O░ Saludos ¡Feliz Día!.. ★MaRiBeL★
Gracias Juan por hacernos pasar buenos ratos leyendo.
ResponderEliminar