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El proceso electoral en España al igual
que en EEUU siempre va “cargado” de comentaristas muy subjetivos en su opinión,
tanto de uno codo de otro partido. Los pasean por todo el territorio con cargo
a los grandes partidos, solo para dar sensación, en sus escritos, de vitalidad,
madurez, seriedad y calidad
democrática. Ni que decir tiene que tal
proceso, en EEUU, ofrece muchas enseñanzas positivas que explican que se haya
convertido en un punto de referencia internacional. Varios partidos en España y
en Europa han introducido prácticas de gobierno interno claramente inspiradas
en las primarias de los partidos mayoritarios estadounidenses. Basta con
observar las últimas del PSOE, falsas lo son, pero dan sensación de democracia
interna, aunque brille por su ausencia. Las del PP están más cerca de las de
Idi Amín que de la técnica aristotélica.
Ahora bien, en el análisis general de USA
hay dos hechos que no reciben suficiente atención crítica. Uno es que el
sistema electoral no es proporcional, sino mayoritario. Es decir, el número de
escaños que se asignan a un partido no es proporcional al número de votos que
recibe. El sistema electoral, al igual que en España, favorece el bipartidismo, En un sistema
proporcional, tales sensibilidades probablemente serían partidos políticos.
Por ejemplo, si en España como tienen
pactado PSOE/PP bajasen 50 el número de diputados al congreso y dos senadores
por provincia. Ambas cámaras coincidirían en su totalidad y de los 50 escaños,
48 hubiesen ido a parar al bipartido. Para que nos hagamos una idea, UPyD solo
hubiese sacado un diputado. Esto no puede ocurrir en EEUU ya que los senadores
se van renovando y nunca coincide un estado con otro; ahí, la elección si es
parecida aunque depende mucho del Gobernador. Por elegir, eligen hasta el
fiscal de demarcación.
Aunque lo que muchos españoles ignoran es que en
EEUU vota, aproximadamente, el 30% de la población que, después, queda reflejado
en las de Estado por Estado, donde votan en torno al 45%. O sea, a los
americanos les importa un pito quien sea Presidente, en cambio, los españoles hasta
coartan al vecino para que vote y las pruebas ahí están, desde que se instauró
la democracia, cada año vamos a peor.
Lo que si es de especial importancia y que
disminuye la calidad democrática y de cualquier proceso electoral en EEUU es la
financiación primordialmente privada del proceso. Los candidatos requieren
grandes cantidades de dinero para tener acceso a los medios de información, de
los cuales los medios televisivos son los más importantes. Las televisiones,
todas ellas privadas, venden su espacio al mejor postor, sin límites y sin
estar sujetas a ningún tipo de regulación en cuanto al contenido, al espacio o
al tiempo de exposición. Parecido a España, cada cadena emite a favor de su
protector económico.
De modo que antes de comenzar la campaña los
dos candidatos más importantes, tenían ya en caja –para gastar- más de 100 millones de dólares, al final la
cifra supera los 250 millones, que
provienen en gran parte de empresas financieras (como la banca y las compañías
de seguros), empresas comerciales (como cadenas de supermercados), empresas
manufactureras (como la industria farmacéutica), asociaciones profesionales
(como la Asociación Médica Americana) y otros intereses económicos y
profesionales (conocidos todos ellos en el lenguaje popular como componentes de
lo que se llama en Estados Unidos la Corporate
Class). Tales fondos
proceden también de aportaciones de personas que pertenecen sobre todo al 40%
de renta superior del país. Esta privatización en la financiación del sistema
electoral discrimina a aquellos candidatos -en su mayoría voces críticas del
sistema económico y político, con sensibilidad de izquierdas o
centro-izquierda, tales como Kucinich y Edwards- que no pudieron conseguir
fondos de la Corporate Class, y por lo tanto tienen muchas menos
posibilidades de acceder al público.
En España, al no haber ley de financiación
de partidos. Estos se “nutren” de la corrupción. Por ejemplo, Susana Díaz y su
jefe, Griñán han gastado más de 600 millones de euros en subvenciones a los
medios de comunicación. El PSOE financia a sindicatos y afines, mientras el PP
financia a banqueros y empresarios, o sea, tal para cual. Ojo en la forma del
PP hay más desfachatez y corrupción, en cambio, en las socialistas hay más
dinero –aunque parezca mentira- y más chusma a repartir. ¡Manda huevos¡ la que
le llevan liada a Monedero –jefe con mando único en Podemos; no, el jefe de Podemos no es Pablo Iglesias, por 400.000 euros –de algún modo se financiaría el partido en las
europeas. Cuando esa cantidad multiplicada por 10 se la ha regalado al grupo
PRISA en cualquier provincia de Andalucía y, además, el grupo socialista sigue estando en quiebra técnica. . Solo el Banco de Santander “dio” más
de 30 millones de euros al bipartido en las elecciones pasadas.
A lo que vamos:
El sistema sanitario, es obligatorio
incluirlo en el programa electoral, En EEUU se caracteriza por una financiación privada
gestionada compañías de seguros. El aseguramiento privado es la forma más común
de financiación de la atención sanitaria y se realiza bien mediante las
aportaciones de los empleadores y de los empleados de las empresas a las
compañías de seguros o bien individualmente, siendo en este último caso difícil
conseguir tal aseguramiento cuando la persona tiene una enfermedad crónica. El
Gobierno Federal financia el aseguramiento sanitario de los ancianos, cubriendo
cerca del 50% de sus gastos sanitarios.
El sistema sanitario es costoso en todo el
mundo. USA gasta un 17% del PIB en
sanidad. Como contraste, España gasta el 5,5% del PIB en sanidad pública,
ofreciendo cobertura sanitaria completa a casi todos sus ciudadanos, y
garantizando el derecho humano de tener acceso a los servicios sanitarios en
tiempo de necesidad, un derecho no existente en aquel país. ¿Dónde está el
truco? En la calidad del servicio. Puede que no esté del todo desacertado el
plan presentado por Podemos; pero, también puede que si. Los experimentos,
mejor con gaseosa.
A España, le sobran demócratas y le falta
democracia. Este año/2015, al menos, cuatro elecciones.
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