Corrupción es entrega o aceptación de dinero o regalos para
conseguir un trato favorable o beneficioso, especialmente si es injusto o
ilegal. Alteración de la forma o la estructura
original y verdadera. Degeneración de la
moral y las costumbres. Siempre en perjuicio en perjuicio del más débil o
carente de poder dominante.
Esto que, en principio parecía una broma de
mal gusto, la corrupción, le cuesta a la economía europea 130.000
millones de euros al año. España, para no desentonar es el país de la UE con
mayor tasa de percepción de ese problema,
precedida solo por Grecia e Italia, según un documento de Bruselas. Se da sobre
todo en el desarrollo urbanístico, la financiación de los partidos y la
contratación pública. No hay nada nuevo, pero conviene tenerlo presente.
Cuando el Jefe de Gobierno Rajoy dice: “España
está mejorando” se refiere, por descontado, a que cada día hay más corruptos y,
de paso, más parado. Hemos subido en un año el 16% y somos el único incluida Grecia en el que los índices de corrupción
han subido. La Marca España está cagada por la gallina imperial de la bandera
franquista. Franco era una cosa y Rajoy, no es ni cosa. De ahí la gallinaza
imperial.
Con el gobierno entre Gürtel y Bárcenas, la oposición con los ERE andaluces, UGT en los juzgados, la patronal en acelerado esfuerzo para olvidar a Díaz Ferrán, y la familia Borbón Grecia en el juzgado, es difícil encontrar asideros. Difícil, no imposible. Hay otros políticos, hay otros sindicalistas, hay emprendedores que se la juegan sin trampas, hay intelectuales honestos que analizan y proponen: habrá que aprender a separar el grano de la paja. Pero el gobierno y su partido no salen bien parados. Por eso Mariano Rajoy cerró la convención de Valladolid con un duro ataque a Rubalcaba y al PSOE. Le tuteó y le mando callar, como Juan Carlos a Chaves. Gran argumento político. O me das la razón o cierras la boca. Rubalcaba no se ha callado, naturalmente, sino que ha pedido a Rajoy que sea él quien hable: de corrupción. Este es justamente el debate que busca el PP: con Rubalcaba y sobre temas que se pueden despachar con el manido "y tú más". No es un debate pensado para ganarlo, sino para que no lo gane el otro. Rubalcaba vuela con demasiado plomo en las alas para ganar altura. Uno lo mira y ve a un zapaterista triste, que es la peor combinación posible. A Rajoy, el PSOE le hizo un gran regalo hace un año, no solo al elegir a Rubalcaba sino, sobre todo, al aplazar indefinidamente la necesaria refundación que debe jubilar a todos los espectros de la decadencia. Mientras tal cosa no ocurra, Rajoy podrá salir de cualquier situación comprometida enviando unas cuantas puyas al que fue ministro y vicepresidente del gobierno que no vio la crisis o que, aún peor, viéndola la negó. Con ello, el PP tal vez consiga seguir siendo el partido más votado en las elecciones europeas mayo, aunque ceda bastante espacio a UPyD –partido satélite del PP, o sea, más de lo mismo y a Vox partido de cabreados pero idem del más de lo mismo
Con el gobierno entre Gürtel y Bárcenas, la oposición con los ERE andaluces, UGT en los juzgados, la patronal en acelerado esfuerzo para olvidar a Díaz Ferrán, y la familia Borbón Grecia en el juzgado, es difícil encontrar asideros. Difícil, no imposible. Hay otros políticos, hay otros sindicalistas, hay emprendedores que se la juegan sin trampas, hay intelectuales honestos que analizan y proponen: habrá que aprender a separar el grano de la paja. Pero el gobierno y su partido no salen bien parados. Por eso Mariano Rajoy cerró la convención de Valladolid con un duro ataque a Rubalcaba y al PSOE. Le tuteó y le mando callar, como Juan Carlos a Chaves. Gran argumento político. O me das la razón o cierras la boca. Rubalcaba no se ha callado, naturalmente, sino que ha pedido a Rajoy que sea él quien hable: de corrupción. Este es justamente el debate que busca el PP: con Rubalcaba y sobre temas que se pueden despachar con el manido "y tú más". No es un debate pensado para ganarlo, sino para que no lo gane el otro. Rubalcaba vuela con demasiado plomo en las alas para ganar altura. Uno lo mira y ve a un zapaterista triste, que es la peor combinación posible. A Rajoy, el PSOE le hizo un gran regalo hace un año, no solo al elegir a Rubalcaba sino, sobre todo, al aplazar indefinidamente la necesaria refundación que debe jubilar a todos los espectros de la decadencia. Mientras tal cosa no ocurra, Rajoy podrá salir de cualquier situación comprometida enviando unas cuantas puyas al que fue ministro y vicepresidente del gobierno que no vio la crisis o que, aún peor, viéndola la negó. Con ello, el PP tal vez consiga seguir siendo el partido más votado en las elecciones europeas mayo, aunque ceda bastante espacio a UPyD –partido satélite del PP, o sea, más de lo mismo y a Vox partido de cabreados pero idem del más de lo mismo
El modelo restrictivo y liberticida de farmacia, no se olvide, es contratación pública. En el fondo, es un pago por dispensar el medicamento público. Eso si, es una forma de contratar que se sustrae de la ley de contratos del Estado, que prima la oferta más baja, es decir, la menos gravosa para el contribuyente.
ResponderEliminarPor tanto, como tantas veces he repetido ....el modelo farmacéutico ES CORRUPTO.
cruzverde.
Viva la República i antonio molina
ResponderEliminarÁguila de San Juan, ¿que es eso de gallina? un poco de respeto a los símbolo históricos nacionales.
ResponderEliminarÁguila de San Juan, ¿que es eso de gallina? un poco de respeto a los símbolo históricos nacionales.
ResponderEliminarÁguila de San Juan, ¿que es eso de gallina? un poco de respeto a los símbolo históricos nacionales.
ResponderEliminarÁguila de San Juan, ¿que es eso de gallina? un poco de respeto a los símbolo históricos nacionales.
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