Así vestirás en 2016. Pablo Iglesias ya vende moda, pasada de moda ¿Venderá España?

Así vestirás usted en 2016


Abrazó el 'normcore' sin saberlo y el 'chaos magic' ya está aquí. La nueva tendencia en moda es magia, es filosofía, es espiritualidad. ¿Se siente preparado para abrazarla?

Piense en los gorros de lana. Piense en su vecino de al lado… Piense en Pablo Iglesias, por favor. ¡Pablo Iglesias es, posiblemente, el máximo exponente del normcore español!. Será moda, barata, pero moda. En breve les mostraremos el gorro de Pablo


Algunos de los looks de la colección otoño/invierno 2016 de Mary Katrantzou.

Se lo advertimos: si teme quedarse out, haga el favor de guardar en el altillo sus camisetas básicas, sudaderas de propaganda, prendas de punto otrora pertenecientes a sus padres, pantalones chinos, mom jeans y zapatillas de gran superficie deportiva low cost (sí, ya saben a cuál nos referimos). Ahora que el normcore ha muerto, no tiene excusas para lucir (con orgullo) toda la ropa anodina que atesora. ¡Ah!, ¿no lo sabía? Las mencionadas piezas de vestuario, tan maravillosamente insulsas, han sido lo más durante los dos últimos años. Normcore lo llamaban. Y molaba mucho, pero ya no mola nada
¿Ha guardado ya esa masa en tonos beis? Pues cierre bien la portezuela y lance la llave al mar. ¡Sonría! Ya se encuentra preparado para la nueva revelación: el chaos magic es, como diría la canción de El Grand Prix, 'lo que se lleva ahora'. Y es que tras adivinar que estaría de moda aquello que no podía ser moda, la agencia de predicción de tendencias K-Hole ha lanzado un nuevo informe donde el citado chaos magic declara la muerte al controvertido estilo normcore –que no es ni más ni menos que el summun del antiestilo–.


¿Sigue sin creer en el normcore? “Una camiseta negra de Fruits of the Loom, un Levi’s 501 grande, con cada logo cuidadosamente retirado”, como ejemplificaba K-Hole en su informe, es normcore. Y hasta hace unas semanas fue tendencia, ¡créanos! Piense en las sandalias con calcetines que proponen las firmas desde hace temporadas. Piense en las calles de Malasaña, salpicadas de camisetas de Mickey Mouse. Piense en los gorros de lana. Piense en su vecino de al lado… Piense en Pablo Iglesias, por favor. ¡Pablo Iglesias es, posiblemente, el máximo exponente del normcore español!
Quizá usted también (y puede que sin saberlo, lo que añade mérito a la hazaña), hace gala de un estilo normcore. No se esmere en avisar en este instante a sus hijos –o a otras personas que considere fácilmente impresionables– por su grupo de whatsap. Lo anunciábamos al inicio de este artículo: usted ya ha dejado de ser cool. Una lástima, ¿verdad? Si le tienta ser de nuevo un icono de moda no ha de temer inversiones económicas: para beneplácito colectivo, el chaos magic sale absolutamente gratis.

¿En qué se puede traducir esto? “Va de estar a tope toda la noche bailando en un bar”, declaraba Segal (una de las fundadoras del colectivo artístico K-Hole) , “o riéndose con sus amigos”.

“Mezclar tu propio Kool-Aid [unos polvos semejantes al Tang], decidir lo fuerte que quieres que salga, saber cuándo beberlo y cuándo parar. Eso es, en la práctica, chaos magic”, explicó K-Hole en su informe. Greg Fong, uno de los fundadores de este colectivo, explicó a The Guardian que consiste en una mezcla de pensamiento positivo, libre albedrío y experimentación. “Se trata de una filosofía de carga cultural que ha estado rondando durante los últimos 30 o 40 años –añadía Fong–, no una tendencia”.
Le rogamos que no tome estas palabras en vano. Por absurdas que puedan parecer las conclusiones alcanzadas por los cinco veinteañeros que componen K-Hole, ellos están considerados auténticos profetas. “Nuestra misión es captar ampliamente el mundo a través de una lente crítica, y tratar de trasladar nuestros hallazgos e ideas e imaginar soluciones”, explicaron estos artistas, diseñadores, poetas y pensadores –que trabajan para importantísimas compañías– al diario Blouin Artinfo.
Con el normcore, –“abrazar la uniformidad deliberadamente como un nuevo modo de ser guay”, según The Cut–, acertaron de pleno. Ellos explican que se les ocurrió la idea en un momento cultural donde poder y estatus procedían de ser ‘diferente’; pero no bastaba con ser extremo. Por entonces, “podías ser usurpado fácilmente por algo nuevo, más individual”.
De este modo, el grupo comenzó a reflexionar y sus pensamientos les llevaron al chaos magic, una magia con las peculiaridades mencionadas: “A grandes rasgos, va de experiencias personales, qué importancia tiene la forma de experimentar el mundo, la espiritualidad, la ansiedad –declaraba Emily Segal, de K-Hole, a Vogue.com–. Por este motivo, se retrocede al panorama emocional de los consumidores, en vez de hacia sus bolsillos”. ¿En qué se puede traducir esto? “Va de estar a tope toda la noche bailando en un bar”, continuaba Segal, “o riéndose con sus amigos”.
K-Hole apela al significado actual de la magia –no a bolas de cristal ni señoras con gatos negros–, como algo independiente y con manifestaciones mentales. Si el normcore era prendas (no marcas), el chaos magic es una herramienta para la autotransformación. De este modo, dudamos de que Alessandro Michele –con las notas sobre “tiempo y desconexión” que dejó en los asientos de su primer desfile en Gucci–, J. W. Anderson –con las palabras que enunciaban sus últimos diseños (“stellar”, “sideral, “satellite”)– o Mary Katrantzou –por el estampado galáctico de su colección primavera verano 2016– puedan ser señalados como pioneros en chaos magic.
“No era una reacción a las tendencias –que casi nunca entran en mi proceso creativo–, sino una búsqueda para resolver un rompecabezas personal, dibujar un mapa de mi propio viaje estético”, anunció Katrantzou al finalizar aquel desfile. Y es que chaos magic parece ser mucho más que una tendencia… “Aunque todavía somos bastante cínicos sobre lo que es una tendencia”, admite el visionario Fong. Menos mal que (sin darse cuenta) la diseñadora también arrojó, al término de aquella presentación, la luz que precisaba la magia del caos: “La ropa tiene un efecto enorme sobre nuestro autoestima y nos ayuda a situarnos donde imaginamos que queremos estar”, apuntó Katrantzou.
Damas y caballeros: les rogamos concentración. Cierren los ojos y ábranlos. El normcore ha desaparecido. ¡Observen de cuánto espacio disponen en sus armarios! Con espíritu optimista, enfréntense al mundo y miren en su interior. Y prepárense una jarra de Tang. Están a un paso del chaos magic. Ahora que saben cuánto han molado durante los últimos años, y que volver a hacerlo solo depende de su magia interior, se sienten mucho mejor, ¿verdad?

Comentarios