El primer destino vacacional
de los Sánchez será “La Mareta”. Cabe recordar que el complejo real de La
Mareta, en Lanzarote, fue un regalo personal que en 1989 el entonces Rey Hussein
de Jordania hizo a Don Juan Carlos entonces Rey de España. Si, para ellos, aquel
regalo carecía del rigor que precisa un Monarca, no menos debe ser que su uso y
disfrute sea exclusivo de un socialista y su banda de chupópteros.
Si las redes sociales son
reflejo del clima de opinión ciudadana, cabe concluir que el veraneo del
presidente del Gobierno será muy mal aceptado por amplios sectores sociales.
Porque lo interpretan como una
provocación, un gesto carente de la mínima estética, el hecho de que, con la
que está cayendo, altos índices de propagación del COVID y la precariedad
económica dominante en el bolsillo del resto de los españoles, bien podrían cambiar
La Mareta por una ducha de palangana en La Moncloa.
escándalo por los regalos al
padre de Don Felipe copa todo el interés mediático. Algunos críticos subrayaban
en las redes que sólo faltaría que Sánchez use alguno de los Ferraris que los
emires del Golfo hicieron llegar al ex Rey.
Sánchez prepara sus
vacaciones: adjudica un contrato para «desinfectar» el palacio ‘real’ de La
Mareta
Así es el palacio de Juan
Carlos en el que descansa Sánchez mientras permite los ataques a la Monarquía
Pedro Sánchez ya ve cerca
sus vacaciones. Para que en el palacio de La Mareta, en Lanzarote, esté todo
listo Patrimonio Nacional ha abierto una licitación para “la desinfección,
desinsectación y desratización» de las instalaciones que usa el presidente del
Gobierno; su mujer, Begoña Gómez; sus hijas y sus amigos.
La primera parte de las
vacaciones serán en la Mareta, aunque Pedro se reserva el derecho de alterar el
orden de las mismas, ya lo hizo hace dos años Los invitados no son nada envidiables, pasar
las vacaciones junto a un político socialista que le gusta vivir a lo rey y en
casa de los reyes debe ser como convivir en un nido de bribones con protocolo
de filántropos.
También hay animadoras y
animadores que hacen del Palacio una verbena nocturna. Pasan de 100 comensales
por noche, música de todos los gustos, berreos sin distinción de raza ni sexo.
Pasa la primera dama de mesa en mesa, fotografías a diestro y siniestro.
Pero las vacaciones de la
Mareta son protocolarias, casi todos los invitados son extranjeros Maduro, por
razones de seguridad nunca ha ido.
La segunda parte, Palacio de
las marismillas, Doñana, todo fiesta, todo marisco y carne de Garzón. Ayer
decía Alfonso Ussía:
Extraño fenómeno natural.
Decenas de miles de Bogavantes, cigalas, langostinos, gambas, bocas de la isla,
centollos y langostinos abandonan la desembocadura del Guadalquivir a la altura
de Doñana.
El langostino-portavoz lo ha
justificado: -Vienen los Sánchez y su banda-.
Los mariscos denuncian al
hortera. Una buena cigala hay que degustarla con la misma expresión que una
tortilla francesa con chorizo, gloria de la gastronomía popular. Nadie que come
una tortilla francesa comenta “qué buena está la tortilla”. Se da por hecho.
El que se mete una ración de
langostinos, o de cigalas o de gambas, y cada bocado lo ilustra con frases de
gozo, por mucho dinero, privado o público del que disponga, es un pordiosero
anímico.
La tercera parte de las vacaciones
de la familia Sánchez, tradicionalmente las pasan en Mojácar, muy cerca de donde
escribo y son más cerveceras, más de estar en casa. Lo que no cabe la menor
duda es que algo raro hay en la costa almeriense, por dos veces han tenido que
suspender las vacaciones por falta de seguridad, aunque había más coches de
policía que personas en el litoral. Pero Pedro se asusta con poca cosa, basta
con ver la estampida que dio ayer en Lituania por el ruido de dos aviones.
Para terminar: “ Pedro, tus
vacaciones son inmerecidas”
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