Rocío Monasterio, presidenta de Vox, reconoce ante un magistrado que su título de arquitecta es falso.
Así figura en la grabación
de un juicio por incumplimiento de contrato que abre la puerta a demandas por
falsedad documental
A Rocío Monasterio le
preocupa más su carrera política que la profesional. Eso se sobreentiende, al
menos, de sus testimonios acerca de las irregularidades que asoman en su
expediente profesional como arquitecta. Porque la portavoz de Vox en la
Asamblea de Madrid, que en alguna ocasión ha jugado al despiste alegando no
recordar en que año se graduó, no tuvo ningún problema de memoria cuando en 2
008 reconoció ante un juez la falsedad documental en la que había incurrido.
“¿Que si tengo el título de
arquitecto? No”, se escucha afirmar a líder de extrema derecha en un vídeo
publicado por el diario El País y perteneciente a la celebración de un juicio
por incumplimiento de contrato que, finalmente, acabó ganando.
Los hechos que cercan ahora
a Monasterio y que amenazan su trayectoria política no son, sin embargo, por
este delito. Sino por falsedad documental. Algo que ella misma confirma en el
citado juicio al reconocer, siempre en 2008, que “no podía visar proyectos” ni
tenía “título para ejercer” por mucho que en las pocas asignaturas aprobadas
hubiera sacado buenas notas como ella misma exhibió en redes sociales para poder
desacreditar la investigación periodística que la está terminando por
desenmascarar.
Por mucho que acabara a
carrera posteriormente, como así fue en 2009, la declaración de Monasterio
confirma los delitos previos de los que se le acusa como el hecho de haber
firmado un certificado de obra con fecha de marzo de 2004.
El grupo municipal de Más
Madrid tiene denunciada ante la Fiscalía Provincial de Madrid a la portavoz de
Vox por los presuntos delitos de falsedad en documento público y estafa al
estimar que usó hasta 2016 un visado falso del Colegio de Aparejadores para
tramitar planos de obra cuando ejercía como arquitecta.
Antes de presentar la
denuncia, el diputado de Más Madrid José Manuel Calvo explicó que en 2005,
según la información de la que disponen, una aparejadora que trabajaba en el
estudio de arquitectura de Monasterio pidió al Colegio de Aparejadores un
visado para la reforma de un ‘loft’, que fue obtenido “legalmente”. Las
irregularidades habrían aparecido cuando Monasterio fotocopió ese visado para
seguir utilizándolo. Así lo hizo, ha señalado Calvo, en una nueva versión de la
reforma de ese ‘loft’ fechada en 2011, y que constituía un proyecto “totalmente
diferente” al que había firmado en 2005, por lo que a juicio de Más Madrid
debería haber sido avalada por un nuevo visado.
La solicitud de licencia
para el proyecto de 2011 fue rechazada, y Monasterio volvió a pedirla en 2016,
de nuevo usando la fotocopia del visado obtenido para el proyecto de 2005. La
denuncia de Más Madrid se refiere a este último episodio, dado que de entre los
presuntos delitos cometidos por Monasterio durante su trayectoria profesional
“todos ellos están prescritos” a excepción de éste.
Más Madrid considera que a
la posible falsedad documental puede añadirse un delito de estafa , dado que,
en su opinión, al aportar documentos falsificados “se pretende estafar a la
administración municipal”, además de “a los propietarios del inmueble o a los
clientes”. El expediente denunciado por Más Madrid está vinculado, ha confirmado
Calvo, al ‘loft’ del presentador Arturo Valls , en la calle Rodas número 7, en
el distrito Centro de la capital.
Calvo ha apuntado que Más
Madrid no ha tenido contacto “con ninguno de los clientes de la señora
Monasterio” y que no pretende “entrar en ningún tipo de consideración
particular o personal”, sino defender “el interés público” de la administración
municipal.
Por su parte, Monasterio ha
negado estas acusaciones, y ha afirmado que cumplió con un requerimiento del
Ayuntamiento aportando documentación de un expediente “de hace 15 años”.
“Aportar en el Ayuntamiento en 2016 copias de un expediente de hace 15 años, no
es falsear un visado. Es cumplir con lo que te piden. Falsearlo sería aportar
algo distinto”, ha escrito Monasterio en su cuenta de Twitter, donde ha
publicado también las fotos del contrato de arrendamiento de los servicios de
2005 para la reforma del loft de Arturo Valls.
Una defensa, según Calvo,
“muy sencilla de desmentir”, puesto que a tenor de la documentación de que
disponen ese proyecto de 2005 es distinto del de 2011, y por lo tanto deberían
haberse tramitado con visados distintos del Colegio de Aparejadores.
Más Madrid ya denunció en
noviembre pasado a Monasterio ante el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid,
que mantiene abierta una investigación por los presuntos delitos de intrusismo
profesional cometidos entre 2000 y 2009. En esos años, según Más Madrid, la
diputada “no tenía titulación” y, sin embargo, “estuvo ejerciendo o realizando
actividades relacionadas con la profesión de arquitecto”.
Más Madrid ya denunció en
noviembre pasado a Monasterio ante el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid,
que mantiene abierta una investigación por los presuntos delitos de intrusismo
profesional cometidos entre 2000 y 2009
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