Hay facetas de la vida en
las que no hay que ser del todo realista porque, a veces, la realidad es abrasiva.
Pero en asuntos de economía o eres realista o mueres por deshidratación
de la chequera.
Por desgracia, hace unos
meses, el pueblo argentino le dio el enésimo cheque en blanco al peronismo, a
la vez que se peleó con el resto del mundo. Hoy, Argentina siendo rica en
recursos propios e más pobre que las ánimas benditas en recursos económicos.
Nadie les forzó para que votasen “miseria bolivariana” , al igual que España,
solo confundieron el voto.
Me refiero a que Argentina está
muy empobrecida y solo el civismo acompañado del deber ciudadano pueden hacer que
la pandemia de corona virus no haga estragos irreparables al pueblo argentino.
A España, segundo país del mundo en crecimiento del virus, puede que le salve
la entrada de la soleada primavera –Las cifras oficiales sobre infectados que da el Gobierno de Pedro Sánchez son mentiras con derecho de autor- en cambio,
Argentina entrará en unos días en la estación más propensa para la
proliferación del corona virus. Cuidado que este bicho pica por dos veces, una
para mermar la salud de las personas y otra, para destrozar su economía.
Justa o injustamente, el
mundo de las finanzas han encontrado en el corona virus, el arma letal para
poner fin al otro virus-chavista que tanto está dañando al mundo de las
personas de bien. Hoy por hoy, a los países bolivarianos o que formen parte de
su juego, los inversores internacionales no les dan ni oxígeno para respirar.
Por otro lado, puede que
hasta sea producente y revitalizador para el país del tango. Todos nacemos
desprovistos hasta de ropa y poco a poco nos formamos para vivir dentro de
nuestras posibilidades. Robar o dañar al prójimo, solo emputecen las vidas de
quienes practican dicho y delictivos actos. ¿Son felices Cristina, Maduro,
Sánchez, Evo,….? Seguro que no, pero si paran revientan.
Por más triquiñuelas que
quiera hacer el Gobierno argentino, el peso se irá en unos días a más de 120/cambio.
Con una deuda al FMI de 45.000 millones de dólares y cerca de 70.000 en bonos
privados. Cuando más se distancie el Peso del dólar mayor será la deuda a pagar
hasta que llegue, aquello que llegó el 3 de Diciembre de 2001 y decretado por
De La Rua. Está vez la fuga de capitales ya es mayor que antes y el corona
virus ataque sin piedad.
Cuídense hermanos, la Virgen
de Luján nunca abandona.
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