La serie sobre el fiscal que estrenó Netflix genera tensiones internas en el peronismo: Alberto Fernández niega el suicidio, contra la tesis de su vicepresidenta, Kirchner
"El fiscal, la
presidenta y el espía", el documental de Netflix que se estrenó este
miércoles e indaga sobre la muerte de Alberto Nisman se ha convertido en un
jaque inesperado a la postura geopolítica del presidente peronista de
Argentina, Alberto Fernández.
Mientras como explicó LPO el
presidente busca sentarse sobre una posición internacional equilibrada entre la
centroizquierda latinoamericana y el buen trato con Estados Unidos, millones de
personas lo verán hablando del tema más controvertido para el kirchnerismo.
La versión que ofrece el
presidente argentino, que niega el suicidio del fiscal difiere de las tesis
defendidas por Kirchner
Será a través de la
plataforma de contenidos más vista en el mundo, lo que implica que el caso
Nisman tendrá un impacto global mucho mayor al de cualquier medio de
comunicación. Más aún si el tema se sigue replicando en otras plataformas: como
aseguraron a LPO fuentes cercanas al tanto de la repercusión del envío, varios
de los protagonistas de la historia que ofrecieron su testimonio a la
producción del inglés Justin Weber, ya recibieron llamadas de otras productoras
interesadas en hacer nuevas versiones del caso y hasta algún largometraje .
El dato más relevante para
el Gobierno es que Alberto Fernández habla en el cuarto de los seis episodios y
contradice los preceptos del kirchnerismo duro: "Hasta el día de hoy, dudo
que se haya suicidado", asegura el presidente. Una postura opuesta a la de
figuras del cristinismo como Oscar Parrilli que hablan tajantemente de que Nisman
se quitó la vida en enero de 2015.
Preocupación por la
aparición de un polémico espía
El otro dato que genera
inquietud es que habla el ex espía Antonio Jaime Stiuso y dice sin reparos que
a Nisman lo mataron por medio de un atentado de Hezbollah, ordenado por Irán.
Fernández también hace referencia a Stiuso cuando cuenta que echó a Gustavo
Béliz del Gobierno hace 15 años, después de que su ahora funcionario de extrema
confianza revelara el rostro del espía.
En el documental aparecen
otras voces relacionadas al kirchnerismo, como Sergio Berni y Alejandro Rúa,
abogado de Cristina Kirchner en el caso. Esto indica que la serie no es
"anti-Cristina". Sin embargo, llega en un momento incómodo no sólo
para Fernández y la coalición gobernante, sino para Estados Unidos e Israel.
Estados Unidos había logrado
que Alberto mantuviera Alberto
mantuviera a Hezbollah como organización terrorista, sin tocar el decreto que
había firmado a ese respecto Mauricio Macri el último año de su mandato. El tema
Hezbollah produjo una turbulencia interna en el peronismo aún antes de que
asumiera Alberto Fernández, después de que su ministra de Seguridad, Sabina
Frederic deslizara la posibilidad e borrar a Hezbollah de esa lista de
organizaciones terroristas.
Una de las mayores
preocupaciones para el presidente argentino es que entre en riesgo el statu quo
si la coalición gobernante entra en crisis por nuevos coletazos del caso
Nisman. Algo que estaría ocurriendo, según los indicios de los últimos días, en
los que Frederic adelantó que revisará los informes periciales de Gendarmería
que calificaron la muerte de Nisman como de un homicidio.
El timing de la emisión de
la serie es sugestivo además porque el producto se realizó en 2017 y justo se
lanza a menos de un mes del inicio del gobierno de uno de los protagonistas.
Interés de EEUU e Israel
Durante los últimos tres
años se especuló con los ideólogos de la serie y se habló de un interés
especial de Estados Unidos e Israel. También se produjo un sondeo por parte de
los productores israelíes de la serie Fauda, de dos temporadas en Netflix, para
que la tercera temporada se basara en la muerte de Nisman. Los productores de
Fauda, que fueron vinculados al Mossad, el servicio secreto israelí, se
reunieron de hecho con colegas argentinos para evaluar esa posibilidad durante
2018. Si bien la serie fue dirigida por el periodista inglés Justin Webster y
producida por los catalanes de la empresa JWP, la plataforma que la emite es
norteamericana.
La serie que enfureció a AMLO fue difundida ampliamente durante la campaña mexicana.
Los también norteamericanos
de Amazon ya habían incomodado a otro presidente de centroizquierda. Con el
documental "Populismos en América Latina", emitido por Amazon Prime,
catalogaron al mexicano Andrés Manuel López Obrador como "El redentor
furioso" en plena campaña electoral.
AMLO presentó una demanda
ante la Fiscalía Electoral en contra de las empresas ligadas a la serie y
denuncó que fue financiada por personas vinculadas al Partido Revolucionario
Institucional (PRI) con la intención de desprestigiarlo.
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