La miseria de España y Venezuela es la abundancia de socialismo

El objetivo de los gobernantes socialistas es quitar a quienes producen para repartirlo en quienes no producen nada. En España, el socialismo ocasionó la guerra civil y las tres versiones posteriores a cual peor. Por eso #YOVOY

La miseria de España y Venezuela  es la abundancia de socialismo.

Venezuela y España han sido gobernada por uno u otro socialismo –moderado o radical, civil o militar, democrático o dictatorial, abierto o disfrazado– al menos de mediados de los 40 del siglo pasado a la fecha -Antes y después en España. Con tales medios se cae fácilmente del desarrollo a la miseria.


Un Estado fallido es el colapso del gobierno formal en medio de la competencia de tiranías informales, primitivas y brutales. Pero hay algo nuevo. Una poco común –nada accidental– combinación de dictadura totalitaria y Estado fallido. Miseria, corrupción y delincuencia son los únicos frutos del socialismo. En Venezuela se ha probado en todas las versiones posibles. Fracasaron todas. Todas empobrecieron material y moralmente al país entero. Pero enriquecieron –y mucho– a gobernantes y afines.


Los objetivos de nuestros gobernantes por más de medio siglo incluían quitarle a quienes producen algo para repartirlo entre quienes nada producen. Unos aspiraban a concentrar toda la producción estratégica en el Estado. Y conducirlo a la dictadura totalitaria. Es decir, robar todo lo valioso en nombre “del pueblo” y quedarse con lo robado mandando “al pueblo” al diablo.


Otros se conformaban con controlar directamente “lo estratégico” dejando el resto en amigas y dependientes mandos privadas. Y más o menos, quitarle a los que tienen “mucho” para darle a los que tienen “poco”. Porque “el que parte y reparte se queda la mejor parte”.


Como siempre, quienes llegaron al poder ofreciendo “quitarle a los que más tienen para darle a los que menos tienen” se han quedado con todo. Y han robado más a los que menos tenían. Las mayorías que insisten una y otra vez en otra cosa cometen una y otra vez una soberana estupidez. Quién vota por quienes ofrecen robar vota delincuentes. No puede esperar que no le roben.


“El criminal puede dar limosnas de lo que roba. A quien le plazca, o le convenga”. En democracia le conviene dar limosnas a las mayorías. Y más a sus partidarios. Inflación y devaluación han sido la sistemática transferencia -obligada y escondida- del bolsillo de la población a las arcas del gobierno. El socialismo llega a la hambruna en más de una forma. Pero la escala del saqueo de una hiperinflación como la venezolana es inseparable del fantasma del hambre. La limosna, de todos los gobiernos socialistas de Venezuela –incluyendo lo que dan a sus esbirros de bajo nivel– ni se aproxima al capital destruido –y saqueado– únicamente en los últimos 17 años de socialismo radical.

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