Resultados del sondeo electoral con análisis político, realizado por JP Logística. El PP roza la mayoría, mientras la izquierda se desvanece.


Blog de Juan Pardo


Los sondeos electorales tienen que estar adecuados de medios propios del siglo XXI. El método ha de ser el estudio del comentario con unos baremos en consonancia con la sorpresa –nadie sabe que es una encuesta-  y el medio las redes sociales con una pequeña variante de 5% de los foros.  Para nada se tienen en cuenta los comentarios de los medios de comunicación digitales. Cada baremo tiene una puntuación que multiplicado por una constante de determinación localizada que sumados al algoritmo resultante dan como resultado el sondeo electoral.

Cuando el método de entrevista es más propio del siglo XX que de la sociedad actual, como es el caso del CIS, que todavía hace sus encuestas domiciliarias, la calibración de la muestra es todavía más importante, pero menos resultante ya que 1.500 encuestas de 30 millones, prácticamente es depreciable o un infinitésimo del resultado que se pretende, además, es más vulnerable ya que la base de datos está manipulada por el partido que nos Gobierna.

En cambio JP Logística se base en 350.000 comentarios, totalmente, al azar de los cuales el 70% los  excluye el centro de cálculo y tratamiento de la información –poco o nada tienen que ver con la política que determinará el sondeo. 
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La izquierda española coma la del resto del mundo está agonizando. Decía Valls: Valls: "Desde que Hollande llegó a la Presidencia, el socialismo se ha hecho creíble". El pasado miércoles, dijo Valls: “En Europa y en el mundo, la izquierda es una robadora de neuronas”
La derecha gobernará en España, el centro nunca existió y el presidente del Gobierno de España será Pablo Casado. Pero el líder socialista, Pedro Sánchez no adelantará elecciones, es más, tampoco las convocará el día que corresponda.

Hugo Chávez dijo: “No se convocan elecciones por falta de confianza en la oposición”, aproximadamente, en dos años las convocó, perdió y ahí tenemos los resultados, el tasajo demoledor, Nicolás Maduro que a base de manifestaciones convocó otras elecciones que perdió por un margen del 80%/20% y ahí está tirando opositores desde el 6º piso.

Los nuevos responsables del CIS, para defender su sorprendente cambio metodológico, argumentan que las encuestas son fetichismo, que los medios de comunicación engañan, que todos los que les precedieron estaban equivocados y que las empresas de investigación social somos incapaces de estimar. ¡No es cierto! La gran ventaja de las encuestas electorales es que todo el mundo puede medir el grado de precisión de las estimaciones: es el principal aval de los institutos. 

Si los decisores tuvieran más en cuenta el diagnóstico profesional de la realidad social en lugar de pretender retorcerla se evitarían buena parte de los conflictos sociales. El procés de Cataluña es un ejemplo paradigmático. La realidad siempre se acaba vengando del que la desprecia. Si el CIS aplica a la próxima encuesta preelectoral –seguramente las autonómicas de Andalucía– el método de estimación que ahora defiende con ahínco, su desvío será histórico. Espero que no lo haga por el buen nombre del Instituto y de los que sí creemos en las encuestas.

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