Los talibanes y golpistas de Cataluña pasan de ostentar el poder a recibir escupitajos en las cárceles.
A los talibanes de Cataluña,
todo hace indicar que les ha llegado “la hora” posiblemente no sean decapitados
ni sometidos a las cámaras de gas hitlerianas ni abandonados en alguna sabana
del África subsahariana. El régimen carcelario admite que los presos tengan su
propio fuero, o sea, deja a su libre criterio “el comportamiento” de estos para
con violadores, maltratadores en general, no respetar, quienes no respeten a personas mayores o represores políticos. Por
cierto, actualmente, los catalanes no gozan de ninguna estima por las dotaciones
de las cárceles españolas y seguro que serán malheridos a escupitajos y
humillados a rezar tantos rosarios como sea necesario hasta que su corazón lata
por debajo de uno.
Posiblemente haya quien piense
que con la aplicación del artículo 155, estos advenedizos incursos donde no les
corresponde, ya eluden la justicia y no, no es así. El Ministerio del Interior,
a día de hoy, tiene más de 12.000 grabaciones de las revueltas catalanas que se
están analizando para atacar con todo rigor de Ley a los arrabaleros de las
manifestaciones.
Por ejemplo, la taimada de
la mentira, Carmen Forcadell, presidenta del Parlament talibán de ninguna de
las maneras puede evitar su ingreso en prisión ya que es reincidente y, además,
madre del golpe de Estado. No dejar votar, prohibir que se expliquen las posturas discordantes y no entregar datos
sobre el punto del día es un hecho delictivo de grado uno…¡A LA CÁRCEL¡ y no,
precisamente, catalana.
Carlos Puigdemont ya tiene “escolta” ante el
más que evidente riesgo de fuga y destrucción de pruebas, pero algún
pajarito me ha dicho que, el mismo Lunes
pactará con la fiscalía, para decir que solo era un testaferro de Jordi Pujol y
siguiendo la línea sucesoria de Artur Mas. Tampoco tengo la menor duda que, el
exjefe de la Generalidad catalana, Puigdemont contará o chivará a dos fiscales –tengo los
nombres- quienes son los golpistas jefes
Trapero ya tiene asumido e
incluso pactará con la fiscalía 12 años de prisión con beneficios
penitenciarios, o sea, unos 7 de cumplimiento ya que está siendo colaborar
destacado a la hora de aclarar los hechos y como “grite” la fuente que
inesperadamente le nombre para permitir esas fechoría, solo le caerán 5 años de
prisión para cumplir en Cataluña.
Tras la destitución del
Govern en pleno, tal y como anunció Mariano Rajoy, habrá que detener a Carlos
Puigdemont y ponerle a disposición de los jueces. Y con él a Oriol Junqueras,
al pobre Arturo Mas, al presunto traidor José Luis Trapero, a la taimada Carmen
Forcadell y a sus compinches directos. Al delito de sedición con el que se les
señalaba se suma ahora el de rebelión.
Oriol Junqueras que lo tenía
por buena persona y, el mismo, se apartaba de la violencia y marrullerías. Pero
que su fanatismo catalán le ha destruido como político y persona, posiblemente,
junto a Carmen Forcadell sea el peor parado.
Pero, el Estado de Derecho
debe actuar con rigor de Ley, contundencia y rapidez como demanda la alarma
social.
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