El técnico Víctor Fernández lo alineó en el eje de la defensa junto a Gabi Milito para el duelo ante el Villarreal y completó todo el partido a un buen nivel. Además, Piqué anotó su primer tanto como profesional en España en el descuento, algo que no sirvió para evitar la derrota por 3-2 en El Madrigal. Durante esa temporada, Piqué acabó consolidándose como un hombre importante en los esquemas del Real Zaragoza, aunque no como central sino como medio centro, ya que su depurada salida de balón le permitía hacer de nexo entre la defensa y el ataque.
Diez años después, la historia del defensa catalán ha dado un salto cualitativo importante y se ha erigido como uno de los mejores centrales del mundo.
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