Nuestra postura frente al escritorio puede ser letal para la espalda. (iStock)
Si te duele la espalda, tranquilo, no estás solo, ocho de cada diez adultos experimentan dolor lumbar en algún momento de sus vidas. Además, esta molestia encabeza la lista de los problemas de salud crónicos más frecuentes en España, afectando al 18,6% de la población, según recoge el último informe anual del Sistema Nacional de Salud del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
Aunque los dolores reumáticos son considerados en muchas ocasiones como enfermedades menores, un dolor crónico puede afectar en gran medida a la calidad de vida de una persona al impedirle realizar actividades cotidianas. Por ello, un diagnóstico precoz, para tratarlo a tiempo y conocer las causas que lo producen, son vitales. Los especialistas apuntan algunos de los motivos más frecuentes.
La condición física: Las molestias en las lumbares son más frecuentes entre las personas sedentarias y entre quienes realizan actividades físicas de alta intensidad después de largos periodos de inactividad.
Edad: Los primeros dolores suelen producirse entre los 30 y los 50 años. A medida que las personas envejecen, la pérdida de fuerza de los huesos puede conducir a fracturas y, al mismo tiempo, a una disminución de la elasticidad y el tono muscular.
Sobrepeso (también en el embarazo): El aumento de peso fruto de los meses de gestación o el sobrepeso pueden poner en tensión la espalda y propiciar un dolor en la zona más baja.
Factores de riesgo laboral: Tener un empleo que requiere levantar, empujar o tirar de objetos pesados puede ser motivo de lesión. Aunque un trabajo de oficina también puede provocar molestias en las lumbares, sobre todo si se está sentado de forma inadecuada.
Una mala postura: Las malas posturas, por ejemplo, conducir jorobado o dormir en una posición incorrecta, incrementan con el tiempo el riesgo de padecer molestias.
Estrés: La ansiedad, la depresión o el estrés también son una de las causas de la tensión muscular; principalmente propician la aparición de contracturas.
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