Como siempre y sin
muchas ganas de mejorar, Mariano Rajoy, ha remodelado el núcleo central de la ejecutiva del PP. Los recién llegados tienen como denominador común su juventud -cuatro de los cinco vicesecretarios tiene edades que
oscilan entre los 31 y los 44 años- y su perfil notoriamente similar al de
algunos destacados miembros de Ciudadanos. No es tanto cuestión de edad o caras
novedosas, sino de que quien venga sea capaz de recuperar a un electorado que
ha cambiado al PP por la abstención, Ciudadanos e incluso Podemos. La verdad ha
sido el momento justo y preciso, desde "ya" hasta las elecciones generales todo van a ser desatinos y lamentos para el
pleno de la oposición, pero ¿Habrá acertado Mariano con los nuevos elegidos?
Javier Arenas que ni
pincha ni corta, sigue. Salta al primer plano y como “jefazo”, Moragas. Cospedal queda relegada a la nada, pero reconociéndole los servicios
prestados, de momento, sigue. A Carlos Floriano
y González Pons, mediocres donde los haya, les deja seguir viviendo del partido, pero
lejos del mismo.
¿Es suficiente? En
cuanto a personas, muchos son los que echan de menos algo más de renovación,
sobre todo en el Gobierno. Y falta algo crucial: nuevas ideas. Teóricamente,
deben salir de la conferencia política que quiere organizar el PP en próximo
mes de julio y de cuyas conclusiones dependerá en gran medida el signo del
programa electoral. En todo caso, quedan apenas tres meses para reaccionar
antes de unas elecciones de otoño que pueden marcar un antes y un después en el futuro político y económico de España.
El primero que tiene que salir es él por mentiroso, engaño a todo el electorado, ha seguido la política de Zapatero.
ResponderEliminarNo creo que los cambios sea muy sobre salientes, se ve perfectamente, que sea quitado personas de toda la vida en el PP , por caras nuevas. Cospedal con lo que hizo con la sanidad en su región es suficiente. Largo de tv publica a quien le disgustaba y Arenas el señorito andaluz no hay forma de que de en diana. Distintas caras, mismas ideas. La verdad que con la manifiesta corrupción se escapan pocos.
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