El correctivo que le han dado los republicanos a los Demócratas, cerrando y controlando el gasto de la política social del negro Obama solo acredita que se está fraguando otra crisis dentro de la ya existente. Si hace años fracasaron todas las teorías socialistas, no parece que le vaya mejor a las capitalistas por estas fechas.
Realmente, no estamos
hablando de que un país arruinado de África disponga de una administración
pública ínfima. No nos referimos ni siquiera a que una gran economía no esté en
condiciones de financiar servicios básicos pero caros de salud o educación para
toda su población: según la Oficina del Censo de Estados Unidos allí hay más de
48 millones de pobres y más o menos el mismo número de personas que no tiene
asegurada la atención médica en caso de enfermedad, una de cada seis personas
que pasan hambre y cerca de 600.000 personas sin ningún tipo de vivienda. El
problema es más grave, la primera potencia mundial no puede pagar el día a día
de las actividades elementales de su gobierno y eso se llama meting económico.
No se puede estar año tras año subiendo el techo de la deuda, porque a la
vuelta de 4 ó 5 años no se puede corregir ni por exceso, ni por defecto. Si devalúan
el dólar subirán la exportaciones, pero ya vimos que en la anterior bajada solo
compraban chatarra (Hardware) y paralizó la tecnología que ya empieza a ser
dependiente. Si lo revalorizan idem de lo mismo, bajan las exportaciones y
¿Cómo le hacen frente a los dólares que tienen los chinos? Tienen tantos como
hay en EEUU. Los mercados se tienen que corregir ellos mismo con la ley de la
oferta y la demanda.
En
estos momentos creo que se han pasado 20 pueblos los republicanos, aunque ya
estaba advertido Obana que, ilógicamente, no ha sacado adelante ni una sola
propuesta de Ley. No es la primera vez
que sucede, sino que ha ocurrido 18 veces desde 1976 (la última en 1996,
precisamente, han sido los republicanos quienes más deuda han generado en los
últimos 35 años. Un estudio del Center on Budget and Policy Priorities ha
demostrado que el 55,8 % de la deuda actual la generaron los recortes fiscales,
el coste de las guerras de Irak y Afganistan y los gastos de estímulo de G.
Bush y el gasto militar y los recortes fiscales de Reagan, mientras que las
políticas de Clinton y Obama solo han contribuido a generarla en un 28%.
EEUU podría seguir financiando los
servicios públicos a los que renuncia estos días no solo sin necesidad de
recortar un solo dólar en gasto sino incluso aumentándolo para cubrir las
necesidades de la población de menor renta.
Asegurar que hay que recortar/cerrar
para poder limitar los déficits y la deuda es una mentira que oculta la verdad
de las cosas: son los gastos militares y, sobre todo, los recortes fiscales que
se vienen realizando en los últimos treinta años para favorecer a los ricos y
grandes empresas lo que realmente disparan su deuda pública.
Hay varios estudios de Ciudadanos por la Justicia
Fiscal los recortes de financiación al sistema educativo de Estados Unidos
fueron de 12.700 millones de dólares en 2012, más o menos la misma cantidad que
han evadido anualmente en impuestos estatales de 2008 a 2010 las 265 mayores
empresas del país. Según esa misma
organización 26 grandes empresas no pagaron impuestos entre 2008 y 2011 a pesar
de haber registrado 205.000 millones de dólares de beneficios.
Aunque estos a
han mentido varias veces, pero hay que darles otra oportunidad, un informe de la
Oficina de Presupuestos del Congreso de los Estados Unidos los recortes fiscales que viene realizando el
gobierno tienen un coste de 900.000 millones de dólares este año y por su causa
se dejarán de ingresar 12 billones de dólares en los próximos diez años. Y si a
esos recortes se añaden las ayudas fiscales a los ricos y lo que se pierde por
la evasión de beneficios a los paraísos fiscales la merma anual de ingresos es
de unos 2 billones de dólares.
La realidad no es que
en Estados Unidos se realicen gastos públicos excesivos sino que se recortan
impuestos a los ricos para privilegiarlos. Mientras que los impuestos sobre los
beneficios empresariales representaban el 6% del PIB de Estados Unidos en los
años cincuenta, ahora ni siquiera llegan al 2%. Entonces, por cada dólar que
pagaba en impuesto un trabajador estadounidense, las empresas pagaban tres,
pero ahora ahora solo 22 centavos Y mientras que en los últimos 20 años
los beneficios empresariales se han multiplicado por cuatro, sus impuestos se
han reducido a la mitad.
Lo que hay detrás de “cierre” del
gobierno estadounidense es un cabreo republicano y seguro que antes del día 17
se regulará todo no sin apercibir a Obama que ya no hay más despilfarro. No es
que los ricos no quieran gobierno sino que lo quieren solo para él. Mantienen
el ejército y mantienen las ayudas fiscales que van a ellos y los apoyos
multimillonarias a los bancos y a las grandes empresas. Ese intervencionismo
público no les disgusta ni quieren renunciar a financiarlo, aunque hacen todo
lo que está en su mano para que los financien los demás, eso sí: en los últimos
20 años la proporción de impuestos pagados por los trabajadores se ha doblado.
Todo lo que no sea
aumentar el beneficio de los de arriba da completamente igual. El “cierre” del
gobierno de Estados Unidos, por ejemplo, supone que el 96% del personal de la
Agencia de Protección Medioambiental, el 69% del Departamento de Energía y el
97% de la NASA no acuda al trabajo y que, por tanto, se paralicen sus
programas; que incluso el personal que repara carreteras y puentes tras
inundaciones y desastres pueda dejar de trabajar y que prácticamente se hayan
dejado las labores de supervisión pública de extracción de petróleo, gas o
mineral.
No importa que se destroce a la
sociedad, que se destruya el medio ambiente o que se debiliten fatalmente las
instituciones. Solo interesa y preocupa concentrar hasta el extremo la riqueza
y el poder político, mediático y militar en manos de unos pocos, como ha sido
siempre pero ahora de manera mucho más exagerada porque lo cierto es que el
capitalismo de nuestros días ha sido capaz de vencer cualquier resistencia al
convertirse a su vez en una maquinaria gigantesca de generación de consenso y
sumisión, y también de destrucción y aniquilamiento. No es casual que los
mismos que defienden el cierre de colegios, hospitales museos públicos o
parques nacionales sean los que financian sin límite las guerras genocidas, los
ataques brutales a los derechos humanos, la tortura, el espionaje generalizado
y el desmantelamiento de las democracias ambiguas.
Pero por defecto. jajajajaja
ResponderEliminarAl final volveremos al nacional socialismo.
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