Vida y obra
filosófica de Xavier Zubiri, Pedro Laín Entralgo e
Ignacio Ellacuría
Por Sergio Arturo
Cañas López
Resumen
Esbozar las entretejidas biográficas de Zubiri, Laín y Ellacuría obliga a tomar prestada la
anécdota en la que, medio en serio y medio en broma, el propio Zubiri
asoció el significado de su nombre al destino intelectual
de su vida y al
sentido último de su propia obra. Así, biblioteca
(Apalategui),
puente (Zubiri) y casa nueva (Xavier) son símbolos que
también aplican
para Laín y Ellacuría, por lo prolífico y fecundo de sus
producciones
(biblioteca), por sus infatigables esfuerzos por conseguir la
reconciliación y
la solución negociada a conflictos (puente) y por la laboriosidad
creativa con la que nos legaron para el siglo XXI sus innovadoras
aportaciones en el quehacer humanista y filosófico, productode sus
prodigiosos talentos (casa nueva).
En anterior
artículo.
dimos inicio al ejercicio de inscribir a Laín
Entralgo en la mejor
tradición
cultural hispánica del siglo XX, destacando su invaluable producción en los terrenos
compartidos por la Medicina, la Historia y la Antropología en la comprensión y estudio de la
condición de práctica social radicada en la esencia misma de la Medicina.
A consecuencia de
su constante interrogar sobre la índole de la práctica médica, Laín Entralgo –al
cuestionarse el lugar y quehacer de dicha práctica– arribó a conclusiones fundamentales en
torno a cómo debe concebirse la medicina a fin de ser fiel a sus más
nobles
propósitos. Laín, al referirse a ella, señalaba más apropiado conceptuarla y
ejercerla como antropología
médica, tendiendo así un puente hacia las humanidades médicas, pues de esta forma la
medicina intentaba de mejor forma una aproximación integral al ser
humano.
Sería sin embargo
incompleta cualquier aproximación a Laín destacándole sólo en la
vertiente médica
en donde comparte reconocimientos en la misma línea que lo recibieron
Letamendi, Miguel
Servet, Ramón y Cajal, Del Río-Hortega, Gregorio Marañón y Carlos
Jiménez Díaz.
También destacó como escritor y ensayista junto a Ramón Menéndez Pidal,
1
San Baldomero Ucar, J.M.: “ El significado de
la filosofía de Xavier Zubiri en la filosofía española”.
http://www.zubiri.org./works/spanishworksabout/sanbaldomero/lección
1998.htm (30/04/04).
2
Cañas López, S. A.: “Pedro Laín Entralgo:
Medicina e Historia”. Realidad Revista de Ciencias Sociales,y
Humanidades # 98
Marzo-Abril 2004. UCA Editores. Pág. 185-194.
3
Laín Entralgo, P. “Antropología Médica”.
Salvat Editores. Barcelona. 1984
2
Eugenio D’Ors,
Pío Baroja y Américo Castro, sin que fuera menos importante su
contribución a la
producción filosófica en la vertiente de Unamuno, Ortega y Gasset y
Xavier Zubiri4
. Desde esta
última vertiente intentaremos destacar su relación personal e
intelectual con
Zubiri y con Ignacio Ellacuría.
Esbozar las
entretejeduras de las circunstancias biográficas de Zubiri, Laín y Ellacuría me
obliga a tomar
prestada la anécdota citada por San Baldomero5 en la que, medio en serio y
medio en broma,
el propio Zubiri asoció el significado de su nombre al destino intelectual
de su vida y al
sentido último de su propia obra, según lo cuenta su esposa Carmen Castro.
En euskera el
significado de su nombre y dos apellidos es como sigue: Xavier significa
“Casa Nueva”, que
como es sabido era el apelativo con el que se designa en Navarra al
castillo de la
familia Jaso, la familia de San Fancisco Javier. Por su parte Zubiri o Subiri
quiere decir en
euskera “junto al puente”, en tanto que Apalategui tiene el significado de
“balda de un
armario, o de una estantería”, pero que en vasco- francés significa
sencillamente
“biblioteca”.
Así, biblioteca
(Apalategui), puente (Zubiri) y casa nueva (Xavier), son aquí tres símbolos
con los que se
puede intentar comprender el significado de la filosofía de Zubiri, símbolos
que tambien
aplican para Laín y Ellacuría, por lo prolífico y fecundo de sus producciones
(biblioteca), por
sus infatigables esfuerzos por conseguir la reconciliación y la solución
negociada a
conflictos (puente) y por la laboriosidad creativa con la que nos legaron para
el
siglo XXI sus
innovadoras aportaciones en el quehacer humanista y filosófico, producto de
sus prodigiosos
talentos (casa nueva).
José Xavier
Zubiri Apalategui
José Xavier
Zubiri Apalategui nació en San Sebastián, capital guipuzcoana, a orillas del
Urumea, el día 4
de diciembre de 1898. Hizo sus estudios básicos en Guipúzcoa y ya
entonces le nació
la triple vocación científica, filosófica y religiosa a la que habría de ser
vascamente fiel
durante toda su vida. Ingresó al Seminario Diocesano para seguir la carrera
eclesiástica y
fue enviado a Madrid a seguir los cursos, entre 1918-1920, del Seminario
Conciliar y la
Facultad de Filosofía de la Universidad Central (hoy Complutense). En el
Seminario recibió
la influencia del sacerdote, filósofo y jurista vasco Juan Zaragueta. En la
Universidad
Central recibió la influencia del joven catedrático de metafísica José Ortega y
Gasset, recién
llegado de Alemania, quien comenzaba su largo magisterio universitario yperiodístico,
empeñado en filosofar a la altura de los tiempos que corrían en Europa
.
Entre 1919 y
1921, Zubiri estudió en Bélgica la licenciatura de filosofía y la licenciatura
de
teología en la
Universidad Católica de Lovaina.
3
León Nöel.
Durante esos años también viajó por breves períodos a Alemania y a Roma,
donde, en 1920,
se doctoró en teología por la Universidad Gregoriana. En septiembre de
1921 se ordenó de
diácono en San Sebastián luego de lo cual 1921 regresó a Madrid y, bajo
la tutoría de
Ortega, escribió la tesis titulada: "Ensayo de una teoría fenomenológica
del
juicio"
(Ediciones de la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, Madrid, 1923) que
le
dio acceso al
doctorado en filosofía. Entre 1921 y 1928 permaneció enseñando e
investigando en
la Universidad Central y allí, en 1926, ganó las oposiciones a la cátedra de
Historia de la
Filosofía7
, vacante desde
hacía pocos meses por el fallecimiento repentino de
su titular Adolfo
Bonilla San Martín. Zubiri tenía para entonces veintiocho años. Se
estrenó como
catedrático en enero de 1927 y ejerció el curso 1927-288
.
Dos años más
tarde, en 1928, se ausentó de Madrid para emprender un largo e intenso
periplo de cuatro
años por diversos centros culturales europeos en busca de un saber
científico
suficiente que le permitiera plantear los problemas de la filosofía de forma
realista9
.
De 1928 a 1931,
Zubiri viaja por tres cursos consecutivos a estudiar en Alemania. De 1928
a 1930, permanece
en Friburgo donde recibe dos cursos complementando su formación
filosófica con
Husserl y Heidegger. En el transcurso de 1930 a 1931 reside en Berlín. En la
famosa sociedad
científica Kaiser Wilhelm estudia física teórica con tres premios Nobel,
Max Plank, Erwin
Schrödinger y Albert Einstein. Al volver de Alemania Zubiri impartió
sus clases en
aquella facultad de filosofía llamada Facultad-laboratorio, que fue la
Facultad de
Filosofía de la Universidad Central en la que Manuel García Morente al frente
de su Decanato
(1931-1936) desarrolló una actividad electrizante de reforma universitaria
que posibilitaban
los aires de reforma política que la Segunda República española había
traído consigo en
1931. En los veranos de 1933, 1934, 1935 Zubiri participó también muy
activamente con
Pedro Salinas, Ramón Menéndez Pidal y Blas Cabrera en la organización
de los cursos de
verano la Universidad Internacional Santander10
.
En 1931 retornó a
su cátedra de Historia de la Filosofía cuando, en aquellos días de la
segunda república
española, la Facultad de Filosofía de la Universidad Central atravesaba
por un momento
estelar. A partir de 1933, comenzó Zubiri a publicar sus ensayos y
traducciones de
importantes artículos de otros filósofos en Cruz y Raya, la revista que
fundó José
Bergamín, y en la famosa Revista de Occidente, que fundó Ortega y Gasset11
.
Al referirse a su
relación con Zubiri, el mismo Laín Entralgo describe12 que esta tuvo un
comienzo que no
fue amistoso propiamente dicho, sino que lo fue de afición; fue una
relación
primariamente lectiva: la lectura de dos ensayos de Zubiri, entre 1932 y 1936,
que
reconoce fueron
rigurosamente decisivos en su vida intelectual. El primero, “La nueva
física”,
publicado en Cruz y Raya, del cual le interesó la magistral exposición de lo
que era
Inguanzo, J.L. “Vida y obra de Xavier Zubiri”.
Op. Cit.
10 San Baldomero
Ucar, J.M. “El significado de la filosofía de Xavier Zubiri”. Op. Cit.
11 Inguanzo, J.L.
“Vida y obra de Xavier Zubiri”. Op. Cit.
12 Laín Entralgo,
P. “Mi Xavier Zubiri”. Antropos 201:43-54.
4
la física del
átomo (la física más actual, tal como era en 1933) y le cautivó la claridad, el
rigor, la
profundidad con la cual se pasaba a un replanteamiento del problema de la
realidad, del
problema de la naturaleza. Junto al ensayo, “En torno al problema de Dios”
(Revista de
Occidente), dejaron tal impronta en Laín que confiesa que le plantearon una
meta vocacional y
dedicacional: pensaba para entonces dejar mi modestísimo puesto de
médico en
Valencia y buscar algo en Madrid, donde creía que podía encontrarse con Zubiri
y por supuesto
–confiesa- con Ortega13. La guerra civil interrumpió temporalmente esos
planes.
Para Zubiri, la
etapa de cinco años de investigación y docencia en Madrid, entre 1931 y
1936, quedaría
truncada al iniciarse la guerra civil española, el 18 de julio de 1936. Muchos
de los filósofos
de la llamada "Escuela de Madrid" se vieron urgidos a exiliarse: José
Bergamín, Joaquín
Xirau, José Ferrater Mora, José Recaséns Siches, María Zambrano,
Manuel Granell,
José Gaos, el mismo Ortega, lo mismo que otros filósofos como Juan
David García
Bacca, Adolfo Sánchez Vázquez, Eduardo Nicol, Eugenio Imaz, Augusto
Pescador y José
Medina Echevarría. Por su parte, a Zubiri lo sorprendió el golpe militar en
Roma, donde había
contraído matrimonio con Carmen Castro, previa dispensa de sus
compromisos
eclesiásticos y reducción al estado laical, en la primavera de ese año14
.
Zubiri había ido
a Roma el año 1935, a aprender idiomas orientales; en esa fecha dominaba
ya el griego, el
hebreo y el latín, aparte del vasco, castellano, alemán, francés e italiano.
Pero en aquel
momento trataba de aprender, o al menos adquirir familiaridad, con el
sumerio, akadio,
hittita, iranio y arameo. El orientalista jesuita Antón Deimel, profesor del
Instituto
Bíblico, le introdujo en la lengua sumeria y el hebraista y arameista, en tanto
que
siendo profesor
en el centro San Anselmo, Centro Universitario de los Benedictinos en
Roma, el español
Luis Palacios le ayudó en el aprendizaje del arameo15
.
Presionado por la
policía fascista, marchó (de Roma) a Francia, donde dictó cursos sobre
temas de
filosofía y teología en el Instituto Católico, al mismo tiempo que estudiaba
historia antigua
y lenguas orientales (con Benveniste, Massignon, Labat, Dhorme, De
Menasce y
Delaporte) y proseguía sus estudios de física (con Louis De Broglie y los
JoliotCurie),
matemáticas (con
Cartan), biología y ciencias bíblicas. En París, Zubiri y Carmen
hicieron honda
amistad con Jacques y Raisa Maritain16
.
Fue precisamente
el 8 de septiembre de 1936, cuando el matrimonio Zubiri abandonó Roma
con destino a
París En París el matrimonio Zubiri vivió en el Colegio de España de la
Ciudad
Universitaria hasta otoño de 1938. En París Zubiri siguió trabajando en
matemáticas y
física. Gracias a Blas Cabrera le admitió en sus clases el premio Nobel de
física Luis de
Broglie, los Joliot-Curie y Cartan. Marcel Bataillon le presentó a Masignon y
al famoso
lingüista iranista Benveniste. Jacques Maritain, quien había hecho amistad con
Zubiri en la
Universidad de verano de Santander, le puso en relación con un escogido grupo
de orientalistas
como Dhore, De Menasce, Laporte y Labat. En junio de 1938, presentado
13 Ibid. Pág. 45
14 Inguanzo, J.L.
“Vida y obra de Xavier Zubiri”. Op. Cit.
15 San Baldomero
Ucar, J.M. “El significado de la filosofía de Xavier Zubiri”. Op. Cit.
16 Inguanzo, J.L.
“Vida y obra de Xavier Zubiri”. Op. Cit.
5
por Masignon y
Benveniste fue elegido miembro de la Societé Asiatique. Ese mismo año
recibió el
diploma de Hautes Etudes. Maritain hizo que Zubiri diera dos cursos breves en
el
Institut
Catholique sobre historia de las religiones17
.
Terminada la
guerra civil española, en 1939, al comenzar la llamada segunda guerra
mundial, Zubiri
regresó a una España donde imperaba el nacional-catolicismo y las
cátedras
universitarias estaban en manos de clérigos inquisitoriales para quienes él
-que
nunca fue
"nacional", "republicano" o "de la mediación"-
resultaba sospechoso. En Madrid,
a Zubiri le
ofrecieron de nuevo su cátedra, bajo vigilancia. Por dignidad y libertad
intelectual
prefirió marcharse a Cataluña, a hacerse cargo de la cátedra de Historia de la
Filosofía de la
Universidad de Barcelona, donde impartió cátedra entre 1940 y 194218
.
Fue precisamente
el 2 de septiembre de 1939, al día siguiente de estallar la segunda guerra
mundial,
prácticamente indocumentados y en una situación fáctica de apátridas, que el
matrimonio Zubiri
regresa a Madrid. Por entonces se muestran ya inviables algunas ofertas
para seguir
estudiando en Upsala y Jerusalén19
.
No es digerible
fácilmente la situación de Zubiri para el nuevo régimen. Un catedrático
discípulo de
Ortega y Gasset, formado en los renovadores aires filosóficos y científicos
europeos, un
clérigo secularizado y casado con la hija del intelectual republicano Américo
Castro, son
ingredientes de una situación personal lo suficientemente problemática en aquel
momento como para
no gozar de simpatías en el Nuevo Estado nacionalcatólico20
.
Fue hasta ese
1939 que llegó para Laín Entralgo la ocasión de entablar relación directa con
Zubiri. Recurrió
Laín a dos personas que lo conocían; una, Miguel Ortega, médico e hijo
de José Ortega;
la otra, Xavier Conde quien había conocido a Zubiri en la residencia
universitaria en
la Casa de España de la Ciudad Universitaria de París. Así, en el vestíbulo
de un hotel que
ya no existe, de nombre “Roma”, situado en la Gran Vía se dio el encuentro
que Laín confiesa
como una experiencia decisiva para el curso entero de su vida
intelectual21
.
No obstante que
el matrimonio es bien recibido en Madrid por el ministro de Educación
Ibañez Martín.
Ello no impide que Carmen Castro aparezca en una lista de catedráticos de
Instituto
destituidos de sus cargos. En la Navidad de 1939 el ministro hace saber a
Zubiri
que no tiene
problemas para quedarse de catedrático en Madrid. Pero el arzobispo de
Madrid, Leopoldo
Eijo y Garay, hace una interpretación restrictiva del derecho canónico
sobre su
secularización y fuerza su traslado a Barcelona22
.
En Barcelona
logra, al parecer, gran éxito entre los estudiantes, pero ciertos
acontecimientos
le llevan a apartarse voluntaria y definitivamente de su cátedra23
:
17 San Baldomero
Ucar, J.M. “El significado de la filosofía de Xavier Zubiri”. Op. Cit.
18 Inguanzo, J.L.
“Vida y obra de Xavier Zubiri”. Op. Cit.
19 San Baldomero
Ucar, J.M. “El significado de la filosofía de Xavier Zubiri”. Op. Cit.
20 Ibid.
21 Laín Entralgo,
P. “Mi Xavier Zubiri” Op. Cit.
22 Baldomero
Ucar, J.M. “El significado de la filosofía de Xavier Zubiri”. Op. Cit.
23 Ibid
6
Primero, un día
un decano falangista le reprende por emplear su tiempo en clase de Historia de la
Filosofía en explicar a Kant cuando debe dedicarlo a santo Tomás.
Segundo, el
episodio de la tesis doctoral de Julián Marías. Zubiri, como director de la tesis,
advierte a Marías que en aquella situación política su lectura puede resultar imprudente.
Cuando, a pesar de todo, Marías decide presentar la tesis, Zubiri conoce
la animadversión
que algunos filósofos de Madrid miembros del tribunal tienen contra él. Opta
por no asistir al acto para no perjudicar al alumno y envía un telegrama de
apoyo rotundo. Juan Zaragüeta carga con la responsabilidad de defender a Marías
ante el tribunal. Una intriga interna del dominico Manuel Barbado,
desemboca en el hecho insólito de suspender una tesis doctoral. Además a
un joven
altamente prometedor pero que no oculta ser discípulo de Ortega y Gasset
y de Zubiri.
Tercero, y gota
que colma el vaso, un buen día Zubiri recibe la comunicación
escrita del
Decano de la Facultad con la orden de que los profesores deben
comenzar cada
clase con declaraciones de apoyo al régimen.
Al final de
curso, junio de 1942, ante la incompatibilidad del modelo de Universidad
nacional-católica
con la necesaria libertad para investigar y enseñar, Zubiri presenta la
renuncia a su
cátedra de Historia de la filosofía, de la que, por cierto, ya había sido
depurado en el
año 1937 por el gobierno del Frente popular. Zubiri se convierte así, en lo
que Elías Díaz
calificó de un exiliado en el interior
En 1942, tras su
renuncia, irrevocable a la cátedra oficial, Zubiri regresó a Madrid. En diciembre de ese
mismo año firmó el prólogo de su primer libro: Naturaleza, Historia,
Dios, Ed.
Nacional, Madrid, 1944. Como primer artículo del libro escogió precisamente el
texto de la
conferencia "Nuestra situación intelectual" la que había dictado
previo a su
renuncia, y ubicó
tras él gran parte de los escritos que venía publicando en revistas desde
192625. Siendo ya
manifiestas sus dificultades con el clero nacional-católico en el verano de
1943 y estando en
prensa el texto de “Naturaleza, Historia, Dios”, su impresión tarda todo
un año, pues los
censores van dando el imprescindible “Nihil Obstat” artículo por artículo.
Sin embargo, a
pesar del éxito editorial que la obra ya había obtenido en 1944, las revistas
del Consejo
Superior de Investigaciones Científicas (Arbor y la Revista de Filosofía) ni
siquiera
mencionan el libro aún no siendo hasta entonces abundante la producción
De su texto, me quedo con...
ResponderEliminar"Pero quizás ahora, tapadas por las circunstancias, deban ser reactivadas, puesto que los estímulos al crecimiento deben limitarse a la flexibilización de la oferta y a la reducción de los costes, dado que la demanda está paralizada"
Ahora, tenga la amabilidad de poner eso, en relación con esto, folios 23 y 24:
http://ec.europa.eu/europe2020/pdf/nd/swd2012_spain_es.pdf
Con esto: (punto octavo, en relación con otras profesiones que no se citan !nunca se cita!:
http://www.europacritica.com/espana/espana/comision-europea/recomendaciones/281701
Y finalmente, con esto, penúltimo párrafo:
http://www.abc.es/20120530/economia/abci-comunicado-201205301256.html
....
La pregunta es... ¿realmente Europa dicta las políticas, o simplemente sirve de coartada para seguir machacando a los humildes ( ante el silencio connivente del PSOE), que por omisión, no denuncia carencias y déficits legislativos como los que servidor pretende poner de manifiesto aqui y ahora?
¿Por qué las únicas "recomendaciones" de la UE que se convierten en órdenes para este Gobierno son las que sus consecuencias han de ser soportadas por los zaheridos hombros de la clase media-baja, y sin embargo, las que afectan a lobbys y grupos de presión, son sistemáticamente ignoradas?
Esa es la cuestión.
Mis respetos, Sr. Pardo.
Atte. Cruzverde.
Si, no tengo la menor duda, PP y PSOE, son los mismos. ¿Recomendaciones de la UE? No hacen caso ni a las directivas.
ResponderEliminarEl bipartidismo y sus incondicionales vividores, algunos hasta pasan necesidades, han llevado a España tirana y ópaca.
Sin lugar dudas hemos llegaqo tarde. Pardo, gracias por esta limpia información. Pero como ves el pueblo está aplatanado.
ResponderEliminarEL PUEBLO ESPANOL TIENE QUE DESPERTAR DE ESE LETARGO , PARA QUE NO SIGA SIENDO PISOTEADO..POR CADA GOBIERNO CORRUPTO QUE PASE POR EL PODER...
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