Arenas, el trilero andaluz, vuelve a Génova; Cospedal se macha por sospechosa.

Las angustiosas presencias de  María Dolores Cospedal en las ruedas de prensa de la sede del PP tienen las horas contadas  sala de prensa de Génova están consiguiendo que los españoles cuenten con ansiedad los días que faltan para que Javier Arenas se reincorpore al cuartel general de la derecha española, tras el anuncio de Mariano de Rajoy de que lo necesita, le urge, en Madrid. Observadando cada  semana a Cospedal, la necesidad de Arenas no es sólo de Rajoy. También la prensa lo necesita es cómodo y mentiroso, justo lo que quieren los medios.

Para la prensa, Arenas, es un bicho al que solo hay que seguirle el juego. Es rápido de convocar, simpático,  Con Arenas sabemos a qué atenernos. Arenas siempre ha sido Arenas y es seguro que siempre lo será. Nunca nos defraudará (si sabemos mantener las distancias con él, claro). El todavía presidente del PP andaluz es un tipo rápido, simpático, resbaladizo, demasiado golfo, vividor y un profesional trilero.

A sus amigos no les deja ni respirar, a sus lacayos les da plenos poderes. Ha hecho mil pedazos el PP en Andalucía, igual para eso lo llama Rajoy.  Si trató de anular  a Manolo Pimentel sin conseguirlo; si lo hizo con Antonio Sanz,  Amalia Gómez, Gómez Angulo, etc. Lo que demuestra que el único amigo de Javier Arenas es, el propio,  Arenas.   

Poco o nada se puede esperar de un asesor de Rajoy que “a sabiendas” priva de agua corriente a 5.954 viviendas de pobres y parados en la provincia de Almería. Para eso se acoraza de su garrulo y alcalde roquetero, Gabriel Amat y de su “sin sospechas” prepotente y Chulo, Javier Aureliano García. ¡Vaya elemento¡

Posiblemente, Arenas, sea menos maligno que Cospedal. Lo que hace tan urgente la sustitución de Cospedal es exactamente eso, que es una malévola pepera. Los ciudadanos de Castilla La Mancha, cuando la votaron no eran conscientes de ello, pero ya se van enterando. Coño, para mejorar la labor del PSOE en CLM no había que ser una lumbrera.   En cambio, a Arenas no lo han votado lo necesario en Andalucía, tal vez, por todo lo contrario, porque la gente sabía bien a quién votaba y, en consecuencia, decidió no hacerlo “en lo bastante” como para que fuera presidente de la, corrupta,  Junta Andalucía

El beso de Judas.

 Con Cospedal ha ocurrido lo mismo que con  José Ignacio Wert o con el mítico,  Ruiz Gallardón, que no son lo que creíamos que eran, pero eran. La versión buena de ambos era la de antes de llegar al Gobierno. Wert era un buen tertuliano y Gallardón un empecinado en ser ministro ahí está con más pena que gloria. De hecho, el Wert que era tertuliano y el Gallardón que quería ser ministro nunca se habrían comportado como se están comportando en su faceta de ministros. ¿Quiénes son el verdadero Wert y el verdadero Gallardón? 

La ya pronto apartada del PP  cada semana se exhibe con su  indudable talento para hacerse insoportable  y odiosa. Sus ruedas de prensa están llenas de frases y reflexiones exasperas, hurañas, bruscas, malintencionadas, deliberadamente duras, cortantes y sin fondo previsible. En la rueda de prensa de hace unos días le tocó a Joaquín Almunia, pero no por nada en particular, simplemente porque pasaba porque no tenía otro a quien tirarle los tejos políticos, en definitiva, los dos decían lo mismo. Mañana, seguro que le tocará a otro u otra, aunque no sea tema de debate.

La prensa que informaba a principio de los 80 en Albacete, solían llamar, a su padre, Don  Ricardo, delegado provincial de Agricultura, ese “”Don” era consecuencia de su personalidad, discreta, respetuosa y afable. El “DE” ha debido ser la contrariedad indiscreta, irrespetuosa y falta de espeto;  de su hija, Lola Cospedal.  

¿Qué hacemos?  Nada, jodernos ¿Es poco?.

¿Sabéis por qué desembarca, Arenas, en Génova? Para desmentir rumores internos, para eso es un artista. ¿Sabéis por qué se marcha, Cospedal,  porque más que un rumor era un tumor.