Temor en la Guardia Civil a que el sanchismo tome represalias contra ellos por las acciones de la UCO.
Poco a poco, desde hace siete años, las instituciones con incidencia en las elecciones generales están siendo ocupadas por Pedro Sánchez, desde Indra a grandes empresas, desde RTVE hasta la finta última sobre la UCO. El diario ABC titula en su portada Temor en la Guardia Civil a que el Gobierno llene de afines la UCO.
Pues claro. Sánchez ha expelido de la UCO a tres mandos clave en las investigaciones sobre la corrupción del PSOE. Lo ha hecho con la habilidad que le caracteriza: patada hacia arriba con ascensos dentro de la legalidad. El líder sanchista sabe que si pierde no pasará de la presidencia del Gobierno a la jefatura de la oposición, sino de la presidencia del Gobierno al banquillo de los acusados. Y con admirable tenacidad se esfuerza por controlar todo lo que le puede favorecer en las elecciones. Y por evitar todo aquello que perjudicarle pueda. Piensa que Alberto Núñez Feijóo está en babia, rodeado por sus agradaores gallegos. Y por eso ha comenzado su más difícil asalto: desmantelar la UCO y paralizar las investigaciones de la Guardia Civil.
Pedro Sánchez se juega demasiado en el próximo envite electoral y lleva a cabo un minucioso trabajo para derrotar a las encuestas que presentan a Alberto Núñez Feijóo como claro vencedor. Difícil pronosticar lo que va a ocurrir. Sí se puede afirmar que Feijóo, si gana, no lo hará fácilmente y que necesita colaboradores y especialistas de primer nivel para abrir el paraguas que impida el aguacero que se avecina.
Ante la tropelía que el sanchismo prepara en la UCO solo han reaccionado algunos medios de comunicación y varios profesionales del periodismo. Pero el órdago de Pedro Sánchez merece especial atención y medidas especiales. Si el pueblo español pierde la independencia y la sagacidad de la UCO, se abrirá el camino de lo que Pedro Sánchez anhela para el futuro de España.
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