Si Pedro Sánchez es Pte. del Gobierno de España, sus ministros serán siderales o arrentidos de haber nacido.
Esa espera y el posterior abrazo entre las dos amigas ha tenido mucha más repercusión en los medios de Planeta que el intento de asesinato de Alejo Vidal-Quadras
Mala
promoción es la de Bolaños defendiendo la constitucionalidad de la Ley
de Amnistía. No ensayó lo suficiente. «Con el texto de la Ley de
Amnistía se puede comprobar que todo eran exageraciones de la derecha».
Contundente y directo. Claro que, posteriormente, nos invita a los
españoles a zambullirnos en la más absoluta confusión: «El texto de la
Ley de Amnistía – dice Bolaños– es impecable desde el punto de vista
inconstitucional». En un concurso de buenas promociones, Bolaños no
podría aspirar al premio.
Sí, en cambio, Sonsoles Ónega, la ganadora del Premio Planeta.
Tuvo
durante cuarenta minutos a la Reina Leticia –Letizia es una falta de
ortografía– aguardando en la cola de los impacientes lectores y
admiradores de su fluida literatura durante su firma de libros en el
Corte Inglés. Según parece, la Reina y Sonsoles son amigas desde sus
primeros pasos en la profesión periodística. El Debate ha revelado un
detalle de gran interés. Sonsoles, que ha ganado el Planeta por sus
méritos y no por haber sido contratada en Antena-3 de Televisión,
propiedad de Planeta, es tan amiga, tan amiga de la Reina, que es de las
pocas que se dirigen a ella con el mote de la vieja amistad. «Hola,
Sonsol», «hola, Let». La Reina Sofía es una señora encantadora, pero sus
amigas no usan del monosílabo para dirigirse a ella. «Buenos días,
Sof». Y a Doña María no la llamaban «Ma», ni a la Reina Victoria
Eugenia, tan inglesa, «Vic». Tampoco «Mer» o «Cris» a las dos esposas de
Alfonso XII. «Mer» para mí, es mi cuñada Mercedes Álvarez de Toledo, a
la que quiero en profundidad. En un día de cielo claro y sin nubes
amenazadoras, el Rey Francisco de Asís, marido de Isabel II, se cruzó
con la Reina en los pasillos de palacio y le dedicó este cariñoso
saludo. «Buenos días, Is»; la Reina le arreó un par de sopapos –era
mujer de carácter–, y le advirtió: «Paquito, la próxima vez que me
llames 'Is' en lugar de dos mamporros, te arreo cuatro». Don Francisco
de Asís no era un héroe y retomó la costumbre de llamar a su mujer
«Isabel», así, completito. Decían del infeliz Rey Francisco que la
naturaleza no le había dotado de una fluida fábrica de testosterona. Ya
lo he recordado en algún texto anterior.
Y Don Francisco de Asís
Sacando la minga muerta,
Al amparo de una puerta
Lloriquea y hace pis.
Sacando la minga muerta,
Al amparo de una puerta
Lloriquea y hace pis.
Y también, del ingenio de don Manuel del Palacio, este lucido y lúcido epigrama.
Paquito Natillas
Es de pasta flora,
Y orina en cuclillas
Como una señora.
Es de pasta flora,
Y orina en cuclillas
Como una señora.
Aquella gente, tan culta, tan ingeniosa y tan perversa.
Pero
lo de «Let» demuestra que la evolución hacia la sencillez de la
Monarquía no admite debate. Sucede que la Reina «Let» no tolera
confianzas más que a sus íntimas amigas, que ignoro quiénes son pero me
las figuro. Las figuraciones no fallan. Mi hermano José Luis estudiaba
en su clase del Patio Norte del Pilar de Castelló, a principios de
julio. Por el calor, las ventanas estaban abiertas. «Ussía, ¿por qué
motivo no estudia?» le preguntó don Serafín. «Porque oigo a los niños
mientras juegan en el recreo». «Cierren las ventanas» . «Ussía, ¿por qué
motivo sigue distraído?». «Porque no los oigo, pero veo a los niños
jugando en el recreo»; «Bajen las persianas y enciendan la luz
eléctrica». «Ussía, ¿por qué no se aplica en el estudio?» «Porque me
figuro a los niños jugando en el recreo». «Ussía, inmediatamente a la
calle». Lo consiguió gracias a sus dotes figurativas.
Pero
hablábamos de promociones. Un libro que hace esperar 40 minutos en la
cola a toda una Reina para que se lo dedique y firme su autora, es una
buena promoción. Siendo amiga de la Reina, la señora Ónega tendría que
habérselo enviado a La Zarzuela como servidor de ustedes hacía con el
Rey Juan Carlos cuando se editaban mis libros. Es un detalle. Tener a la
Reina «Let» esperando cuarenta minutos es prueba de la falta de
cortesía de los empleados de Planeta y de El Corte Inglés. Esa espera y
el posterior abrazo entre las dos amigas ha tenido mucha más repercusión
en los medios de Planeta que el intento de asesinato de Alejo
Vidal-Quadras. Un acierto promocional indiscutible.
La novela va de mujeres gallegas de condición humilde, como diría Tip.
La Reina «Letizia» está autorizada a no leerla.
Comentarios
Publicar un comentario