LA DEMOCRACIA TIENE UN PRECIO. Alberto Casero (PP), podría haber vendido su voto al PSOE.

 



La mentira y la miseria intervienen el Congreso. Rivera y Arrimadas se vendieron por dinero ¿Y Casero?. Que a última hora, Vox, decida abstenerse en el pleno de los fondos europeos, POR DINERO. Alberto Casero está siendo investigado por un presunto delito de prevaricarión continuada.

El diputado del PP, Alberto Casero, gran estratega del voto telemático no es quien le da cuerda al SOL para que emita rayos solares. Pero equivocarse 4 de 17 votaciones y siempre a favor del enemigo, en verdad, no me lo creo.

El PP, buen conocedor de que el congreso está repleto de terroristas teledirigidos por asesinos, independentistas de su propio fracaso, aduaneros con fardos de droga y pastilleo, chusma de doble cara y doble fondo; llega el momento en que a la cúpula Popular, le venden la moto de que a este aspirante a cibernauta del sistema solar, le ha dado tenesmo o ganas de cagar sin espera y dicha cúpula tuvo  que reaccionar a tiempo, ponerle varios dodot, llevarlo al diputado al hemiciclo y “depositar el protector” en la mesa de Batet -menuda pájara, si yo contara-, de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz.   

Ahora vienen las tontadas del PP, denunciado  un error en el sistema informático, hasta yo que soy menos que nadie, descarto tal posibilidad, porque dicho sistema se completa  desde un centro de investigación y cálculo que señala hasta el sillón de cada diputado con el sentido de su voto.

¿La Mesa del Congreso? No hay la menor duda que ese punto es determinante, sin mesa no hay validación de votos. ¿Habéis votado alguna vez sin que haya mesa, presidente y urnas? En realidad, a los promotores de la reforma laboral les importa un cero que haya o no reforma, solo que no fracase su intento de humillación. Ya no es la reforma de Rajoy, sino la de Yoli. Nunca antes de tres años se pronunciará el Constitucional y puede que hasta favorable al proceder de Batet.

 

Ha pasado una semana de la polémica votación en el Congreso de la reforma laboral, que prosperó por un voto de diferencia, y sigue coleando el trascendental error del diputado del PP, Alberto Casero, y la retahíla de mentiras, medias verdades, versiones contrapuestas y contradictorias, rectificaciones y afirmaciones no sustentadas en resoluciones vigentes o en el funcionamiento de la Cámara en estos dos últimos años de pandemia.

 

Los jefazos del PP, desde su líder, Pablo Casado y su portavoz, Cuca Gamarrahasta el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, en las últimas horas, han llegado a tildar lo sucedido de “pucherazo”, “atropello democrático” o “un fallo del sistema informático”. Y han denunciado que el Congreso tenía que haber llamado por teléfono al diputado Casero para reconfirmar su voto telemático. Ninguno de los dos miembros del PP en la Mesa del Congreso, el órgano que regula el funcionamiento de la Cámara, Ana Pastor o Adolfo Suárez Illana, ha usado nunca esos argumentos. Sabían que eran mentira.

A todo esto, quiero creer y creo que Alberto  Casero vendió el voto.

juanpardo15@gmail.com

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