Víctima de sus propios errores, Pablo Iglesias abandona la política y se “mete” a Guardia Civil.


JP Logística


    Acorralado por sus “propios suyos” aquello de cuando no hay dinero “vete más allá de la mierda y añadido a su nefasta, nula y plana gestión política. El líder podemita sugiere la creación de una Guardia Civil estatal –la anterior era de La Navata-  para acabar con la corrupción institucional hija de las cloacas del Estado.  Suerte la nuestra que este pájaro no es casta. Pero si es cierto que pretende desprender al duque de Ahumada, para convertirse en Duque de Galapagar y director General de la Guardia Civil con carácter retroactivo, presente y futuro.

    En consonancia con la aritmética parlamentaria y no, precisamente, la de Tezanos; los resultados de las elecciones de 28A pueden ser tan negativos para Pablo que ni su mujer, Irene Montero a la que considero una política con mucho futuro, le va a poder suceder en el Partido Bolivariano de España.

    El cuento chino que se ha inventado con Villarejo y las cloacas del PP, le pone en el sitio que le corresponde sin justificar su derrota. Él podía haber liderado ex aequo Gobierno con el líder Frankestein, Pedro Sánchez. Podemos aportó, 71 diputados y el PSOE, 84. Pero el prefirió el dinero sucio socialista –muchísimo dinero- y facilitar el desequilibrado Gobierno que hemos “padecido”. 

   Tenía mayor dotación presupuestaria, en personal con sus viajes- Podemos en Madrid que el PP en el resto de España. Mantener el clientelismo de Manuela Carmena en el Ayuntamiento de Madrid es superior a la de todos los ayuntamientos de Andalucía.

   El burro no conoce la derrota, pero tampoco la victoria.

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