De partido asambleario a una
pareja de dirigentes que toman las decisiones en su casa. De Consejos
Ciudadanos deliberativos a dar instrucciones en un restringido grupo de
Telegram. De la participación abierta de los inscritos al militante de carné.
En apenas cinco años, Podemos ha pasado de representar “la sonrisa de un país”
a convertirse prácticamente en una empresa familiar.
La inclusión en las listas
de independientes y de personas ‘normales’ que llenen las instituciones de
pueblo llano se cambia ahora por candidaturas copadas por los dirigentes del
partido y sus parejas. Las encuestas vaticinan que Podemos perderá un 30% de su
representación parlamentaria actual, 71 diputados, por lo que los primeros
puestos en las listas son muy codiciados.
Pablo Iglesias, encabeza una
candidatura en la que el número dos lo ocupa su portavoz parlamentaria, Irene
Montero, su pareja y madre de sus hijos. Por la circunscripción madrileña se presenta
también la secretaria de Acción Institucional, Gloria Elizo y su pareja, Pablo
Fernández Alarcón, que forma parte del equipo legal de Podemos y es miembro del
Consejo Ciudadano Estatal.
La lista por Madrid también
incluye a la diputada autonómica Isabel Serra, hasta ahora del sector de
Anticapitalistas, y que es la pareja del responsable de Comunicación del
partido, Juanma Del Olmo, número uno de la candidatura por Valladolid. Todos
ellos constituyen el equipo de máxima confianza de la pareja dirigente,
Iglesias y Montero, que ha situado a ex compañeros de las Juventudes Comunistas
como Del Olmo o Mayoral en los puestos clave de Podemos a medida que han ido
saliendo sus fundadores, desde Luis Iglesias hasta Íñigo Errejón, pasando por
Carolina Bescansa.
Ambos se quedan fuera de
unas candidaturas que premian la lealtad al líder y terminan de purgar al
errejonismo en el Congreso. Sólo una diputada que se presentó a Vistalegre 2 en
el equipo de Errejón, Ángela Rodríguez Pam, repetirá en el escaño, dada la negativa
de la mayoría de las federaciones territoriales críticas con el oficialismo a
presentar a sus representantes a unas primarias que no han reconocido como
legítimas.
Mientras los errejonistas
salen del Congreso, el pablismo ofrece sueldo durante cuatro años a otros
cercanos colaboradores de la dirección del partido. Como número uno por
Zaragoza concurrirá el secretario de Organización in pectore, Pablo Echenique;
aunque las funciones del área las desarrolla su adjunto, Fran Casamayor, que
aspira a un escaño por Albacete. Se da por hecho que su pareja repita en la
lista de la Comunidad de Madrid donde es diputada.
Otros dos cercanos
colaboradores de Iglesias cuentan con parejas en nómina de Podemos. Se trata de
Rafael Mayoral, secretario de Sociedad Civil de Podemos, que irá de número 3
por Madrid, y Pedro Honrubia, el responsable de argumentario, que ha entrado en
la lista al Congreso por Granada desbancando a una errejonista . Su compañera
también trabaja para el equipo de Análisis Político, estrategias y marcos del
partido.
La lista de Pablo Iglesias
se completa con buena parte de su Ejecutiva, con puestos de salida para la
secretaria de Participación, Noelia Vera (Cádiz); la responsable de Igualdad,
Feminismos y LGTBI, Sofía Fernández Castañón (Asturias); la secretaria de
Plurinacionalidad y Diversidad Territorial, María Pita Cárdenes (Las Palmas) y
la encargada de Políticas Sociales, Pilar Garrido (Gipuzkoa).
Como diputados pablistas
pero sin cargos en la dirección del partido repiten en las listas Alberto
Ródríguez (Las Palmas); Amparo Botejara (Badajoz); Txema Guijarro (Alicante),
secretario general del grupo parlamentario en sustitución de Bescansa; Antón
Gómez Reino (A Coruña); Alicia Ramos (Barcelona); Carmen Valido (Las Palmas);
Ana Marcello (León); David Carracedo (Vizcaya); Teresa Arévalo (Todelo); Juan
Antonio Delgado (Cádiz); Javier Sánchez (Murcia); Rita Bosaho (Alicante); Mar
García Puig (Barcelona); e Isabel Franco (Sevilla).
De esta manera, los fieles a
Iglesias copan los principales puestos de las candidaturas al Congreso y el
Senado de las próximas elecciones generales, según los resultados de unas
controvertidas primarias que se desarrollaron en diciembre sin apenas
competencia y con una participación del 12% del total de inscritos. La falta de
movilización de las bases hicieron que la candidatura de Iglesias consiguiera
el 89,3% de los votos totales.
La dirección estatal aprobó
la celebración de este proceso con carácter de urgencia, todavía en plena
campaña de las elecciones andaluzas, y argumentando su decisión en la necesidad
de estar preparados para afrontar un posible adelanto electoral. Esa
precipitación y el boicot a Teresa Rodríguez que suponía abrir el proceso
interno hizo que el sector Anticapitalistas y el errejonismo optaran por no
participar en las primarias.
Fuera de las listas se han
quedado Íñigo Errejón, Carolina Bescansa, Tania Sánchez, el juez Juan Pedro
Yllanes, candidato a la Presidencia de Baleares; el secretario de Relaciones
Internacionales de Podemos, Pablo Bustinduy, que dejará el Congreso por el
Parlamento Europeo; el ex secretario de Organización Sergio Pascual y los
diputados Auxiliadora Honorato (Sevilla), Eduardo Maura (Vizcaya), Ana Terrón
(Granada), Alberto Montero (Málaga), Miguel Vila (Burgos), Nagua Alba
(Guipúzcoa) o Segundo González (Asturias). Muchos de ellos son los portavoces
actuales de Podemos en distintas comisiones del Congreso.
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