Decía Churchill que la
democracia es la peor forma de Gobierno, excepto todas las otras –reconozco ser
bastante poco original-. Pero el paso de
los años ha invertido los términos. Por ejemplo, estos días, en España, los políticos debaten
bajo llave con pistola en mano. NO cuentan para nada con la voluntad del
pueblo al que solo salvaría una
tecnocracia con apoyo de justa JUSTICIA
– En muchos países la Tecnocracia es de obligatoria implantación durante
un periodo de 1/2 años, en
definitiva, es quien depura los vicios
ocultos que genera la democracia.
En España los
resultados electorales quedan a libre criterio de indignados, populistas y
vividores de la mamandurria con trazado para institucionalizar la corrupción en
el país, al estar blindado contra la penalización de sus reiteradas violaciones
y la imposibilidad de impedir el esquema de prebendas del que solo ellos salen beneficiados.
La segmentación del
voto amenaza con convertir al próximo presidente de Gobierno, sea quien sea, en un representante de minorías. Nadie
debería gobernar con menos de 1/3 de los votos.
Si a este pobre bagaje de votos
añadimos la abstención y votos inútiles a partidos muy minoritarios nos dará
como resultante final que puede ser presidente del Gobierno de España un individuo
al que han votado uno de cada 9 españoles.
En Bélgica, Holanda, Suecia, Japón, Canadá y, al día siguiente de ganar las elecciones en Argentina, Macri impuso un gobierno tecnócrata.
Felices navidades y próspero año nuevo.
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