De Antoni Zabalza, catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Valencia, para blog de Juan Pardo
Un debate plural, con académicos con diferentes puntos de vista y el objetivo de dar respuesta a dos preguntas. ¿Hacia dónde se dirige la articulación territorial del Estado y hacia dónde tendría que ir?
Un debate plural, con académicos con diferentes puntos de vista y el objetivo de dar respuesta a dos preguntas. ¿Hacia dónde se dirige la articulación territorial del Estado y hacia dónde tendría que ir?
El catedrático Antoni Zabalza, de la Universidad de Valencia, ex
secretario de Estado de Hacienda, recordó ayer que la deuda catalana está en
61.876 millones, el 31 % de su PIB autonómico. En el supuesto de que
consolidase una independencia y asumiese además la parte proporcional que le
correspondería de la del Estado, la cifra se elevaría hasta 220.000 millones.
Es decir, se multiplicaría casi por cuatro. Un cálculo manejando el escenario
más desfavorable para Cataluña pero que, en el mejor de los casos, colocaría la
cifra por encima de 180.000 millones. Por contra, los ingresos con la
independencia pasarían de 21.000 a 55.000 millones. El segundo gran coste de
transición vendría dado por el impacto en el comercio y por la salida de la UE.
Pero parte del debate estuvo centrado en las balanzas fiscales.
Mientras Zabalza sostuvo que los datos disponibles impiden cualquier defensa de
la teoría de un expolio fiscal a Cataluña, Maite Vilalta, profesora de Economía
Pública de la Universidad de Barcelona, y Xaquín Fernández Leiceaga, profesor
de Economía en la USC, pusieron el acento en algunos desequilibrios del actual
modelo, como los mecanismos de nivelación que permiten a regiones más pobres
acabar con una financiación per cápita desproporcionadamente alta. Según los
cálculos de Vilalta, un modelo similar al cupo vasco reportaría a Cataluña unos
ingresos superiores en 10.000 millones de euros a los de ahora. Pero esto
supondría, según otros expertos, que Cataluña dejaría de aportar 8.400 millones
para el resto de autonomías, con el consiguiente perjuicio.
En la jornada también se colocaron otros interrogantes. ¿Puede
Cataluña calcular el beneficio de su independencia partiendo de que su PIB y su
población permanecerían invariables? ¿No habría fuga de capitales y empresas?
Estos fueron interrogantes planteados por el profesor Pedro Puy, portavoz del
PP en el Parlamento gallego. Xavier Ferreira, profesor de la USC, planteó el
debate más allá de los números. Y puso como ejemplo el caso vasco, donde con un
sistema ventajoso como el cupo, sigue prevaleciendo el sentimiento
nacionalista. Xavier Vence, catedrático y portavoz del BNG, planteó cambiar el
modelo de un Estado que drena recursos hacia el agujero negro de Madrid.
Lo único que van a conseguir es odio.
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