Ponerse el mundo por montera con Podemos, no honra a Rajoy.

La democracia interna de la UE está muy cuestionada. Desde el preciso momento que participan dos personas en la  toma de una decisión ya se puede decir que ésta es democrática, pero si esas dos personas son parte de un colectivo que defiende los mismos intereses, ya es democracia a la carta. Franco era el mayor demócrata que ha habido en la historia de España, en cambio, otros dirían que era una dictadura militar. Habría que someter a votación aquella cuestionada situación. Hoy hay Constitución, pero mucho más ridícula y disminuida que el fuero de los españoles. Hoy hay parlamentarios –no se les exige nivel académico ni experiencia en política y antes procuradores en cortes –tenían que ser licenciado superiores y 4 años de experiencia en política regional-. Aquellos instauraron la Seguridad Social gratuita y estos la han quebrado.

A lo que vamos.
Para poder decidir sobre la poco reglada democracia en la UE hay que analizar el poco grado de entendimiento que hay entre los países miembros e incluso hasta entre ellos en si, la mayor en este caso es que todos van a ver quién “pilla” más dinero sin importar un orden que debería de existir. Como hemos observado en el caso de Grecia con menos del 10% de los votos a favor  se le ha regalado, al país heleno,  un dinero que nunca devolverán –parecido a España- En cambio hay países prósperos que con liquidez saldría a flote y, su petición, siempre está en fase de estudio. Esa actitud no es democrática.

En Europa, la oligarquía se sostiene en el funcionamiento antidemocrático de la UE y sabe que el mejor procedimiento para salvaguardar la acción es mantenerla como una entidad lejana, tecnocrática y despolitizada. Por contra, un buen método para su democratización sería politizar sus decisiones, vincularlas a las preferencias de los electores y evitar que un presidente de la Comisión Europea, como Jean-Claude Juncker, se muestre como un oligarca obcecado y afirma que “no puede haber decisiones democráticas contra los tratados europeos”. Lo que decía, Franco era más demócrata que estos pilla bichos.

En España hay una directiva de la UE  que dice: Si un parlamentario no condena el terrorismo por vía de urgencia, se ha de comunicar al máximo ente europeo; si fuesen más de uno y del mismo partido adscrito a un grupo, la totalidad de los miembros del partido deberán de abandonar el parlamento europeo y, por ende, el nacional.  ¿Ha condenado, Pablo Iglesias y su tropa la masacre de París? ¿Por qué la central de control y seguimiento del Congreso no lo puso en conocimiento de la UE? Para mi, la banda de Pablo Iglesias son terroristas pasivos y puede que estén filtrando datos a  los activos que pueda dañar a ni familia. No hay democracia, no hay coordinación, cada uno va a lo suyo y,  al final, siempre pagan los más débiles.

No hay que esperar más ni un solo día. Una reforma democrática en calado debe ser popular, inclusive revolucionaria, e ir acompañada de grandes manifestaciones que reivindiquen quebrantar una arquitectura institucional irracional, desobedecer los destructivos programas de austeridad y rebelarse contra la perversa capacidad de derrocar gobiernos elegidos democráticamente. Hay que formular propuestas atrevidas para refundar una UE considerada con los valores democráticos, que permitan movilizar a ciudadanos críticos, euroescépticos y desafectos. Para ello, antes es preciso construir y consolidar una conciencia popular europeísta dispuesta a reconocer la trascendencia política de la Unión Europea, a cambiar radicalmente su modo de funcionamiento y a abandonar actitudes permisivas y   de ponerse el mundo por montera.

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