Más de una vez he escrito en este blog que
politizar el Tribunal de Cuentas, además, de ser una brutalidad propia de
políticos y bultos de carne afines era
como que los españoles, por un puñado de votos, entregásemos la llave a ladrones políticos, o sea, a todos; para que nos robasen plácidamente y con
respaldo de Ley.
Y mira por donde, las infracciones, irregularidades, dinero
negro y percepciones lícitas e ilícitas de los partidos políticos gozan de
absoluta impunidad por una razón tan absurda como la que describe su
Presidente. Cuando el Tribunal de Cuentas fiscaliza o tiene constancia de las
cuentas de los partidos políticos, aunque hubiese robo, mangoneo, saqueo o…. el
delito ha prescrito.. Lo dijo el presidente
de esa institución, Ley de Transparencia, en una explicación para gilipollas y en el Congreso de los Diputados. Estamos, pues, ante
un nuevo escándalo o, para ser más exactos, ante una nueva versión del
escándalo de las finanzas de los partidos: la impunidad facilitada por la
lentitud y la ineficacia de las instituciones de control. Dicho en Román
Paladino, todos los partidos son corruptos y manipuladores de datos valiéndose
de su poder dominante.
Para estar más certeza de la veracidad de mí escribo. Antes ya había comprobado y
ahora he vuelto a comprobar que cuando
el Tribunal de Cuentas empieza a examinar la contabilidad remitida por los
partidos, han pasado cuatro o cinco años. Cuando se llegue, por ejemplo, a
examinar los datos de este año 2013, estaremos por lo menos en el 2017. Si los
números de lo gastado no coinciden con lo percibido y si no están justificadas
facturas ni ingresos, los administradores, tesoreros y dirigentes pueden dormir
con toda tranquilidad: cuando tengan que aclararlo todo, pueden temer las
repercusiones mediáticas, pero nadie les podrá exigir ninguna responsabilidad
civil ni penal. Ser tesorero de un partido es un negocio y ser diputado es ser
diputado del negocio. Y este es el panorama real cuando nos venden la Ley de
Transparencia como el instrumento mágico para instaurar la limpieza y la
claridad. ¿Recordáis cuando el Presidente del Gobierno, Rajoy, dijo durante la campaña de las elecciones
andaluzas de con la Ley de la Transparencia daría nombre y razones de todo lo relacionado con la corrupción? Bueno, ahora resulta que es todo lo contrario entre la
Ley de protección de datos y la inmunidad política, nada de nada.
Ahora bien, esto esto
contrasta con la rapidez y eficacia con que actúan otras inspecciones. Si a
nosotros se le olvida presentar su declaración de IVA de cualquier trimestre, nos
cae la de Caín, nos cobran lo debido, lo indebido de inmediato con sus correspondientes
intereses y sanción. Si se equivoca en
unos céntimos en una suma en su declaración de la renta, le reclaman a la
velocidad de la luz. La informática fiscal utilizada contra las personas y las
empresas es de lo más moderno del mundo. Pero cuando se trata de los
partidos, ni hay prisas, ni hay exigencias, ni hay voluntad alguna de ser
eficaces.
La voluntad, como la esperanza, es lo último que se pierde en
política. Pero nadie le da medios a ese tribunal, no sea que vaya a desestabilizar
el sagrado principio de la austeridad. Es preferible ahorrar por aquello del
déficit que garantizar que los partidos cumplen la ley, no se quedan con el
dinero de nadie, funcionan con escrúpulos éticos y son un ejemplo para el resto
de la sociedad. Desde esa impunidad pasa lo que pasa: que hay todas las
irregularidades del mundo, sobre todo en los partidos que gobiernan, y cuando
nos enteramos todo está prescrito. Es la corrupción perfecta
ResponderEliminarEn este nuevo año 2013 nos gustaría dar un impulso a las personas en peligro y llevar alegría en su corazón, lo que hemos estado haciendo desde hace varios años una serie de personas en todo el mundo que ya muestran. Que usted tiene problemas financieros, los que son rechazados por las entidades financieras un préstamo para mejorar sus ventas y aumentar en sus planes financieros somos una estructura certificada y legítima que da forma dinero a cualquier persona de buen carácter, capaz y capaz de pagar en la fecha de vencimiento. Para esto, damos préstamos que van desde € 1.000 a € 5.000.000 a una tasa de interés del 2% anual.