LA ESTRATEGIA SANCHISTA PARA DILUIR ESCÁNDALOS, TIENE POCO RECORRIDO.


 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

No solo en España, en todo el mundo occidental, el enjuiciamiento del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, ha provocado estupor pluralizado. Salvo algún periódico aislado, noticia de semejante envergadura ha quedado oscurecida por la dimisión del presidente valenciano. Los alfiles con que el sanchismo cuenta en muy diversos medios impresos, hablados, audiovisuales y digitales se han lanzado con entusiasmo bien pagado a magnificar la crisis valenciana con el objetivo de ensombrecer el juicio a García Ortiz. Lo han conseguido solo a medias. Pero el fiscal general del Estado, sentado en un distinguido banquillo de los acusados, lo hubiera desbordado todo si no se llega a introducir en el mercado informativo una noticia magnificada por los medios afines al sanchismo.

La estrategia de Pedro Sánchez resulta eficaz y certera. La viene empleando desde que se encaramó en la poltrona monclovita. La mejor defensa es un ataque certero. Y Pedro Sánchez ha oscurecido escándalos de envergadura denunciando y magnificando otros, atribuidos al Partido Popular y su entorno.

En Génova estudian ahora qué se le ocurrirá a Pedro Sánchez para enturbiar los juicios a gentes de su entorno y a familiares. Se trata de hacer coincidir las fechas con juicios que afecten a personajes célebres de la televisión para que, sobre el tapete informativo de España, se confunda todo y se disminuya el alcance de lo que puede hacer daño al inquilino del palacio de la Moncloa.

La crisis Mazón ha favorecido la disminución popular del escándalo García Ortiz. Se pretende reproducir la fórmula. Expertos sanchistas en imagen estudian ahora la forma de contrarrestar lo que se le viene encima al presidente del Gobierno Pedro Sánchez. La política española atraviesa horas decisivas. Alberto Núñez Feijóo no puede seguir balbuceando en la indecisión. Si quiere permanecer al frente del Partido Popular deberá prever lo que puede ocurrir y actuar al menos con la misma contundencia de la empleada contra él, contra su partido y contra los intereses del centro derecha español.



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