Los occidentales, aquellos que se autodenominan
civilizados, para mí que solo de palabra, nunca de hecho, al menos, deberían
intentar conseguir un mundo donde el fuerte protegiese al débil. Un mundo
idílico. Para un Somalí, idílico o placentero sería comer todos los días. Para
los bruto políticos que hacen la ponencia es comprarse un yate de 30 metros de eslora, que
lo baldee o limpie un grupo de hawaianas y que no se lo jodan los somalíes al
paso por su demarcación o litoral marítimo internacional que es suyo y les
corresponde; así nunca se conseguirá nada, solo desidia y ánimos de venganza.
Pero nunca más lejos de la realidad, no es que
los fuertes estén tratando de unificar criterios con el fin de aligerar las
necesidades de los débiles, es más, están desuniendo los ya existentes, cambiando
petróleo por sangre. Eso es una torpeza más a tener en cuenta por parte del
político occidental, el que dice ser bueno, generoso e inmaculado. Cuando se han dado cuenta han
colmado de potentes armas al débil, tan potentes como para derribar un avión
comercial a 12.000
metros de altura, tan potentes como para arrasar una
ciudad de 100.000 habitantes en una hora, tan potentes como para “colocar” un
misil en Bruselas con una precisión de +- 30 centímetros y eso
es preocupante para los occidentales que cuestionan muy mucho la supremacía de
EEUU, mucho más cuando a ellos se les ve el culo como el 11S. Creo que esta
realidad es menos consistente que la utopía.
Recuerdo a la perfección la no se que número de
guerras del golfo, me refiero a la que Busch padre se pasaba noche y día
intentando convencer al mundo de que Huessin era malo y, en verdad, bueno no
era. Puso en pie de guerra a medio mundo, inicio unas “guerrillas” de
adiestramiento y cuando sus aliados occidentales se hartaron, abandonó para
atestiguar la historia de fracasos militares estadounidenses (Corea y Vietnan).
Dejó a los Irakíes armados hasta los dientes y el embargo que les hizo fue más
fracaso que el de la guerrilla, porque el petróleo se lo llevaban los franceses
y alemanes, sus socios de occidente, vía Jordania y Siria; por cierto, hasta
Grecia se llevó su parte con el flete de sus mercantes y el 10% de comisión. No ignoraba lo que acontecía, pero sus aliados
es escudaban en que había que alimentar a los débiles. ¿Así se igualan los
fuertes y los débiles? No, así se debilita el poder económico del
fuerte, porque el del débil, seguirá igual solo que más cabreado.
Después, Busch hijo, quiso rematar la obra que
comenzó su padre y si lo consiguió, pero ¿Qué precio costó televisar la muerte
de Hussein? ¿Dónde está la mejora del débil? ¿Cuántos inocentes murieron y siguen muriendo? ¿Dónde está la democracia
prometida? ¿Es igual que la
Afgana ? Joder y ahora el Obama, dice que para navidades se
van; vamos que a los débiles les esperan unas felices y prospera pascuas.
Mientras como las economías se recalentaban, las fábricas de moneda de
occidente, no paraban de fabricar dinero. Era yo un crío cuando ya sabía que la
cantidad de moneda que circule por un país ha de ser estable y relacionada con
el crecimiento real de la economía, de lo contrario se arruinaría la economía
del país que lo hiciere.
Ahora, los occidentales, se dedican a fortalecer las primaveras
musulmanas. A Túnez, le han buscado una ruina de incalculables dimensiones y
para colmo de los ciudadanos que con mucha razón se manifestaron, los árabes
buenos han financiado a los islamistas, dicen que moderados, mentira son primos
hermanos de los sauditas, han ganado las elecciones y se acabaron hasta las vestimentas
occidentales, otra vez la chilaba y el hiyab.
Egipto al borde de la hambruna y Libia, ay Libia, Si malo era Gadafi, no
quisiera caer yo en manos de los bestias que lo asesinaron. Ahora, parece ser
que en Siria están quietos, ¿Sabéis cuántos muertos van en Siria? Pasa de
15.000.
Por esta regla de tres ¿Qué habría que hacer con
Zapatero y su tropa, igual que con Hussein y Gadafi? Mi opinión, la escribo y la echo a la mar en una botella.
Solo en dos años han generado tres millones de parados, se han cepillado la
economía y la hambruna es más que evidente.
El Euro,
por culpa de seguir la jugada del dólar, cabalga en un caballo famélico, si
muerto, no; medio muerto, si está. Nosotros lo queremos obviar muy seguros y
satisfechos de la obra estamos, ajenos por voluntad a la situación de un mundo
que muere de hambre y vergüenza.
España necesita de una democracia Liberal para
poder desarrollarnos dentro de una evolución donde las personas seamos lo
primero.
ESta la cosa joia, por algún lado va a petar.
ResponderEliminarestoy de acuerdo en que necesitamos una democracia liberal y en que Occidente se halla en regresión, y lo que avanza es peor. Interesante tu blog, si señor
ResponderEliminarsaludos blogueros
Efectivamente, Sr. Pardo. Una democracia LIBERAL donde lo importante seamos las personas. Lo que hay, es una amalgama de poder político sosteniendo intereses corporativos de grupos y lobbys de presión.
ResponderEliminarNi más, ni menos.