Sánchez, Illa y Puigdemont ¡PÁNICO A LAS URNAS¡

Por qué si el conservador PP ganó las elecciones de España es "casi  imposible" que gobierne - BBC News Mundo

Yolanda Díaz tiene tanto interés, o más, que Pedro Sánchez en prolongar la legislatura hasta 2027. Si se convocaran elecciones, Sumar se derrumbaría, según todas las encuestas independientes, y la vicepresidenta se quedaría literalmente en la calle. Aún así, necesita desmarcarse del PSOE y aparentar su independencia y su comunismo trasnochado. De ahí, que cada vez que tiene una oportunidad critique al Gobierno, aunque ni siquiera amaga con romper la coalición por la cuenta que le trae.

Y, ahora, ante la posibilidad de que el Gobierno prolongue la vida de las centrales nucleares para evitar otro apagón, pero, sobre todo, para complacer a Puigdemont, la vicepresidenta ha declarado que una eventual prórroga a las centrales nucleares "estaría vulnerando de facto el acuerdo de Gobierno" entre PSOE y Sumar. "Los acuerdos-ha dicho- tienen que cumplirse". Y con aparente iindignación, ha añadido que, de producirse la decisión sobre las centrales nucleares, el PSOE "estaría vulnerando directamente el acuerdo de Gobierno y no lo vamos a permitir". Esta última frase ha provocado una sonora carcajada en Moncloa, pues la ministra de Trabajo no tiene voz ni voto para permitir o dejar de permitir a Sánchez que haga lo que le venga en gana. Y porque Sumar nunca, nunca rompería la coalición de Gobierno por el pánico a las urnas.

Yolanda Díaz ha perdido toda su credibilidad en el mundo de la extrema izquierda por mucho que insista en proponer medidas más allá del comunismo, más allá del sentido común. Y esa izquierda, además, no ha superado su gran traición a Podemos y al líder que situó su ideología en el centro del tablero político. Pero a la vicepresidenta sólo le importa el protagonismo de sus intervenciones arrogantes y su dialéctica rebuscada y artificial. Habla y habla, pero sólo dice disparates. Y ha vuelto a las andadas con su amago de rebelión por la posible prolongación de la vida de las centrales nucleares que Sánchez estudia, después de exigirlo Puidemont. Y es que los 7 escaños de Junts siguen en el alero pero son imprescindibles para prolongar la legislatura, incluso para aprobar los presupuestos, mientras Sumar seguirá hasta el último día a las órdenes del PSOE por mucho que proteste Yolanda Díaz. Y, así, ha quedado demostrado que el presidente sigue pendiente de complacer al prófugo de Waterloo, mientras desprecia e ignora a su vicepresidenta.

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