No deja de ser
preocupante la innobleza del recién nombrado Ministro de Justicia, Rafael Catalá, ante
la solicitud de la Interpol para detener a una veintena de españoles por
supuestos crímenes de lesa humanidad, según ORDENA, sin razonamientos jurídicos
"la jueza Buruburubudía”, también conocida como María Servini a la que
está utilizando, Cristina KK, para crispar más si cabe las relaciones socio
económicas entre Argentina y España. Cuando, realmente, solo se disputan el nº
1 en corrupción. El que un Ministro se
limite a argumentar que esos supuestos crímenes han prescrito en España o están
borrados por la ley de amnistía, sencillamente, ES PREOCUPANTE. Dejar con el
culo al aire a dos intachables demócratas
como Martín Villa y Alfonso Osorio, otros “bajo sospecha” de que han sido autores
pasivos de terroríficos crímenes contra los que no se puede proceder porque
tales crímenes han prescrito. Eso es impropio de un miembro del Gobierno
español, entre otras muchas razones, porque es una defensa mezquina de personas
honorables. Parece cómplice de quienes están deseando abrir un proceso, pero no
al franquismo, sino a quienes construyeron la democracia, para bien o para mal,
en España.
Rodolfo Martín
Villa, todo un caballero, quiere
declarar ante esa anciana y equivocada jueza. Quiere que se conozca su verdad,
ahora que volvemos a estar en una revisión de la memoria histórica, aunque
gobierne Rajoy. Exige declarar para no quedar como un delincuente salvado por
el simple paso del tiempo o por la aplicación de una amnistía. Martín Villa
tuvo cargos públicos en el franquismo, como otros muchos miles de españoles.
Fue ministro en el primer Gobierno de la monarquía, pero no de Gobernación
cuando se produjeron los lamentables sucesos de Vitoria. La jueza por problemas seniles,
no se ha molestado en contrastar los datos que le ha pasado el denunciante y,
encima, dicta órdenes de detención sin escuchar a los denunciados ¡Manda Huevos¡. Es una de
las consecuencias de la «justicia universal» cuando es aplicada desde la
ineptitud, la falta de información y el resentimiento.
Reitero, lo que
más me preocupa, en este caso, es la argumentación jurídica del ministro de Justicia, Rafael Catalá Polo.
¿Nadie explicó a este innoble ministro la historia de la democracia española y
sus “autores”? ¿Se puede gobernar sin conocer los méritos de personajes como
Osorio o Martín Villa, nada menos que frente al golpismo y nada menos que para
construir el consenso que dio lugar a la Constitución? Me sumo a la indignación
de Martín Villa. Es una indignación política: mal va el país, mal futuro se le
presenta, si hasta el ministerio de Justicia sigue el juego al revisionismo de la, posiblemente, mejor historia de la política y sus políticos
que jamás haya tenido España.
Para terminar,
cabe recordar que anciana, jueza Buruburubudía, fue nombrada por Carlos Menem y
protegió a su cuñada, Amira Yoma, de lavar dinero proveniente del narcotráfico,
precisamente en España y, precisamente, al Juez Garzón.
Comentarios