El peronismo está tan dividido que no se descartan nuevas elecciones con Cristina a la cabeza.



El peronismo está tan dividido que no se descartan nuevas elecciones con Cristina a la cabeza.


Martín Guzmán, ministro de Economía de Argentina, se niega rotundamente a conceder un rescate a la provincia de Buenos Aires. Lo que indica un ámbito de tensión en el peronismo, de momento, entre el Ministerio y el gobernador de la ciudad bonaerense, Kicillof. Una brecha que se plasmó en la diferente estrategia para renegociar la deuda y que esta semana han causado gran preocupación en la Casa Rosada, ante un eventual default del principal distrito del país.

La decisión unilateral por falta de fondos  de Axel Kicillof obliga a aplazar para mayo el pago de un vencimiento encendió luces rojas en el Gobierno argentino. Hoy, la provincia incumplió con el pago de 250 millones de dólares y entró en tiempo de descuento antes de entrar técnicamente en default el próximo 5 de febrero. En caso de volver a aplazar otro pago, o sea, buscar el default, puede acarrear un embargo económico que equipararía a Argentina con Venezuela.

Hay que tener en cuenta que Buenos Aires representa el 43% del PIB de Argentina y supondría un duro revés para su ya maltrecha economía nacional. En la Casa Rosada hay "nivel rojo de preocupación" porque entienden que Kicillof les está marcando el paso al jugar con los diez días del período de gracia y darles hasta el viernes a los acreedores para aceptar su solicitud de postergación del pago de los 250 millones de dólares.

En el Ejecutivo consideran que con la Ley de Solidaridad que generó una contención al déficit público y el dato de que el déficit primario heredado quedó debajo del 0,5%, Alberto ya había hecho lo que tenía que hacer en materia de señales con los acreedores para avanzar en un acuerdo para devolverle la sostenibilidad a la deuda. Pero un default bonaerense afectaría las negociaciones "y mucho.
Mientras que Kicillof insiste en que llegará a la aceptación del 75% de los bonistas de su solicitud -tal y como exige la cláusula de acción colectiva de este este bono- este lunes el diario La Nación publicó que Guzmán reveló en Nueva York que en la primera convocatoria, la aceptación a la propuesta del gobernador fue solo del 26%, lo que lo expone que, en realidad, quedó lejos del gran grado de acatamiento que él y su ministro Pablo López dijeron haber recibido .

Sin embargo,  desde el Ministerio de Economía desmitieron a La Nación y aseguraron que Guzmán nunca reveló ese dato en el encuentro que mantuvo en Manhattan. "Guzmán nunca diría algo así en un desayuno público", afirmaron los asesores del ministro.

El peronismo anuncia que no pagará la deuda de la provincia de Buenos Aires y Argentina da otro paso hacia el default. Sin embargo, las primeras reacciones a la nueva propuesta de Kicillof no fueron positivas. Un artículo de Bloomberg revela que en los inversores siguen esperando que Kicillof presente un "plan integral" de cómo piensa la provincia cumplir con todos sus compromisos de deuda, más allá de patear por cuatro meses este vencimiento.

El artículo de Bloomberg incluso vincula la jugada de Kicillof con el intento de Guzmán de abrir una renegociación de la deuda soberana y destaca la fragilidad de la macroeconomía argentina, lastrada por la alta inflación y la recesión. "¿Cómo podes pedir una extensión del plazo de pago cuando no ofreces un plan?", se pregunta Siobhan Morden, jefe de estrategia para Latinoamérica de Amherst Pierpont de Nueva York.


Sea como sea, este contrapunto muestra que entre Kicillof y Guzmán tienen visiones distintas de las formas y los tiempos de encarar la renegociación. Y la coordinación entre ambos está tensada por una suma que en el mercado consideran irrisoria. Son 250 millones de dólares, cuando solamente hoy lunes el Banco Central vendió 150 millones de dólares para evitar que subiera el dólar.

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