Obama aquel presidente “made in USA” que hizo soñar a negros con noches claras, a
pobres con tartas de 12 pisos, a emigrantes con carros de eslora superior a 12
metros, donde los enfermos hispanos iban a sanar en el Barnes-Jewish Hospital/Washington University. Ahora, por arte de
brujería afro, únicamente es la amable fachada de un edificio
oscuro, poco transparente y donde cada vez que entra luz solo aparecen
cadáveres, reales o figurados.
Realmente, a los estadounidenses, les cambió para siempre el
11-S. También a su actual presidente. Al candidato Obama que dio un mitin en Berlín en el
2008 lo querían votar hasta los europeos nórdicos y sureños. Pero su atractiva
retórica fue un anticipo de su tenebroso pragmatismo, dispuesto a casi todo
para mantener alta la posición de superioridad de Estados Unidos. Tarea nada
fácil en un mundo con un Occidente en crisis y una emergente Asia capitaneada
por China. Mientras, las señales de derrumbamiento del poder blando norteamericano
se acumulan sin rectificación a la vista. Joe Nye o poder duro.
El exótico penal de Guantánamo sigue abierto. Obama prometió desmantelar
el mismo día que entrase en la Casa Blanca. Bien sabía que el cierre de dicho
penal, no depende solo del presidente,
pero no parece que el oscuro presidente haya hecho muchos esfuerzos en
hacerlo. El tiempo pasa y sus presos, muchos sin acusación alguna, son
alimentados por la fuerza para quebrar sus huelgas de hambre. En verdad, no ha
sacado adelante ninguna de sus 217 ponencias.

Los drones, unos ligeros aviones no tripulados, son el juguete
favorito del presidente para luchar contra el terrorismo. Su uso comenzó en la
etapa de Bush, pero Obama, lejos de restringir o
regular su uso, lo ha expandido exponencialmente. El problema no radica en su
eficacia -los drones minimizan los riesgos de bajas propias- sino en su
discutida legalidad y su falta de moral. ¿Es necesario que el estado “”más””
democrático del mundo mate indiscriminadamente con misiles objetivos selectivos
en terceros países como Irak, Libia, Yemen o Pakistán, etc. frecuentemente con
víctimas civiles? Que si mal estaban, peor se encuentran.
Siria ha dejado con el
culo al aire al todopoderoso país norteamericano que pasaron de ser escépticos ante una posible
intervención a estar dispuestos a hacerlo de cualquier forma aunque no mediara
una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU. Es decir, aunque la guerra
fuera ilegal. Lo curioso es que fue Rusia quien dio una lección de poder blando a Washington
al forzar un plan de desarme químico sin recurrir al uso de la fuerza.
El sueño americano ha sufrido el espectáculo del bloqueo del
Congreso por la confrontación entre republicanos y demócratas. Este
retorcimiento de los procedimientos parlamentarios, que llevó incluso al cierre
temporal de espacios de la Administración, obligó a Obama a cancelar su
participación en la importante cumbre económica de Asia-Pacífico en Indonesia
el mes pasado. ¿Quién quiere imitar un sistema que busca atajos a la legalidad
y que paralelamente es ineficaz en su gobierno?
Para terminar, Obama
no ha contribuido, todo lo contrario, para modificar la segunda enmienda de la
Constitución, que autoriza la posesión de armas por los ciudadanos
norteamericanos. El espectáculo de los tiroteos y matanzas se reproduce cada
vez que un adolescente, gracias a la permisiva enmienda, tiene acceso a armas y
siembra el terror en las calles de su barrio.
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