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Esta, tampoco es Celia Villalobos |
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Recuerdo que Zp decía que bajar impuestos era una medida progresista, nunca los bajó. Ahora nos comunica, Rajoy, que subir los impuestos es una medida de progreso y desarrollo 'VETE A LA MIERDA, RAJOY¡ Quise escuchar en boca de Cospedal que Keines así lo hubiese hecho. Keines era un simple testaferro de Friedman o lo que es igual un rojo al servicio de las mafias.
En su intento de argumentar
Zp para defender que lo progresista es bajar los impuestos aunque
también subirlos. O sea, como a ellos les salga de los huevos. Rajoy, dice: “cumplir
con mi deber” a hacer exactamente lo contrario de lo que había
anunciado. Su liderazgo adquiere otra talla ante aquellos carteles
electorales suyos de ‘menos impuestos, más trabajo’. En definitiva se ve
que él, como Zapatero, es enemigo de las posiciones fundamentalistas. O
sea, lo mismo da ‘menos impuestos, más trabajo’ que ‘más impuestos,
menos trabajo’. Son solo palabras. Y él finalmente parece que se ha
decidido por la segunda versión, como siempre y siguiendo la Ley de Murphy, la peor, la más dañina para el pueblo.
Estos toreros de la política son positivos y negativo, blanco y negros -estos son mis principios; pero si no le gustan, tengo otros peores- . Los
socialistas catalanes apoyan a ratos el derecho a decidir, a ratos no, a
ratos tal vez. Rajoy decía semanas antes del triunfo electoral que
“subir los impuestos es más paro, más recesión, más dificultades para
las familias”; y ahora dice que subir los impuestos era salvar al país
de un crack. Seguramente solo es la frase que convenía en cada momento. A
Zapatero le disgustaba el ‘debate nominalista’ de llamar nación a
Cataluña y Rajoy ya aclaró, con el rescate, que se negaba a “debates
nominalistas”. Las palabras deben ser de usar y
tirar. Entretanto, eso sí, la desconfianza política alcanza el 90% en
el barómetro del CIS: los partidos políticos caen a la peor valoración
-incluso la Monarquía o la Iglesia doblan la nota- y nueve de cada diez
ciudadanos desconfían de Rajoy como de Rubalcaba, que a ratos cree en
las primarias y a ratos no, a ratos en los rescates y a ratos no. O sea, no rojos o colorados, más bien blancos o negros.
Los líderes sectarios, Rajoy y Rubalcaba deberían echar a cara o cruz quién se presenta por
el PP y quién por el PSOE ¿verdad?. Eso sí que demostraría que no se dejan
influir por sus programas electorales o por sus ideologías. Para
progresista lo mismo sirve uno que otro. O para conservador. O para
liberal. Cualquiera de ellos es perfectamente capaz de incumplir el
programa del rival como incumplen el programa propio. Eso eliminaría
cualquier sombra de dogmatismo. Para el ciudadano le resultaría más fácil aceptar el concepto democrático en España.
En el último párrafo lo resume ud con proverbial atino. Es exactamente así.
ResponderEliminarLo has cuadrado, Juan. Jajajajajaja, pero ellos siguen.
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