Un golpe de Estado es la toma
del poder de forma violenta o engañosa para la población, por parte de un grupo
de personas sin legitimidad institucional. El PSOE ha protagonizado tres y a cuál
de ellos peor. En 1934 se sublevó contra la II República e instaurando en
España lo que, posteriormente, se denominó “crimen organizado” Otro desastre
electoral en 1936 y retorno al golpe
anterior, hasta que un grupo de militares decidieron poner fin a esa “banda de
bandoleros”, aunque dicho sea de paso estaban todos fugados en el extranjero –vivo
ejemplo de la actual Cataluña-.
Años después en 2004,
Zapatero y su séquito con la ayuda interesada de ETA y viendo que perdían las
elecciones….volaron varios trenes de cercanías con llegada a Madrid y con
resultado de 192 muertos e incontable la cifra de mutilados.
Recientemente, un holgazán
de la política, Pedro Sánchez junto a seis partidos más de fracasados políticos
ha perpetrado el tercer golpe de Estado y mucho me temo que definitivo para
España. El nunca convocará elecciones de eso ya se han encargado otros
carroñeros bolivarianos de la Yihad, o sea, Podemos. ¿El nombre? Nadie lo sabe,
pero igual dicen que es la constituyente de la incondicional Constitución del
desagravio en el día del orgullo Gay. Pero de convocar elecciones nada de nada
hasta que un día nos veamos como en Venezuela que por no haber no hay ni
farmacias.
Afortunadamente para casi
todo el mundo, desafortunadamente para España que se ha descolgado de ese
mundo, las ideologías políticas han desaparecido, para renovarse por el libre
pensamiento neoliberal, aunque yo, directamente, lo catalogaría como liberal de
John Stuart Mill.
Los movimientos socialistas
incluido el capitalismo chino han petado como consecuencia de su obligatoria
necesidad de ir acompañados de dictaduras totalitarias e incluso autoritarias, vivo.
Por desgracia, España está gobernada por siete partidos autoritarios cuya único
fin o meta perseguida es enmascarar el término dictadura. Pero, la realidad, la
evidencia no tiene pelos en la lengua y, en Europa, le empieza a denominar dictaduras
secesionistas.
Por cierto, la UE ha propuesto ilegalizar a todos los partidos
separatistas ante la posibilidad de que se balcanice, junto a Baviera, Bélgica,
Suiza y Escocia –“””casualidad””” lugares donde se concentran todos los huidos
de la justicia española. No es menos llamativo que Pedro Sánchez se haya negado
con rotundidad, a continuación fundamentó dicha negativa con su discurso de
democracia particular. Dice Pedro Sánchez, todos los españoles somos iguales
ante la Ley –ya lo sabíamos-, por tanto, todos los españoles tienen derecho a
voto. Como este bausán, desecho de la humanidad es “poco inteligente” volvió a
caer en su inducido error, -todos los españoles, Pedro, no todos los
catalanes.
Todos los partidos exaltan
los valores del individualismo, o sea, liberalismo. Pero muchos de ellos que se
autoproclaman liberales, pero evitan que les tilden de liberales. Es uno de los
principios por los que Margaret Thatcher
denominó o creó el NEOLIBERALISMO.
El liberalismo ha dejado
aparte las dictaduras secesionistas, porque saben sin temor al más mínimo error
que el final será una lucha civil entre ellos mismos. El dinero no es
importante, pero sin dinero no se puede vivir. Pronto, más pronto que tarde a
Pedro Sánchez, sus aliados del golpe de Estado, le tirarán al Circo Romano
donde será víctima de los leones. Una vez devorado, engullido y cagado no será
recordado como un mártir, todo lo contrario, pasará a la historia por ser el mayor traidor de la
historia de España.
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