Mariano Rajoy no puede caer en la trampa de la Reforma
Constitucional que comandan los independentistas, Pablo Iglesias y su tropa, el
perro verde de Pedro Sánchez y otros bichos raros aún por identificar.
Nuestra Constitución goza de una salud envidiable ¿Para
qué reformar/cambiar a la imagen y semejanza de estos desnutridos de neuronas?
Uno de los puntos que pupulean es que el no de los referendos
tendría que superar el 50% de votos. Por lo que quienes no voten, están votando
si a la independencia. Este caso ya se dio en Andalucía con el 143 o 151.
Después de la derrota de Renzi en Italia y Cameron en
Inglaterra hay que tomar buena nota y decir, abiertamente, sin miedo, NO HAY
REFORMA ELECTORAL.
Nada sería tan novedoso como comprobar la capacidad de
autodestrucción originada por la cobardía para hacer frente a la ola de
demagogia nihilista es un síndrome que afecta tanto a la derecha como a la
izquierda. En el año 2013, un Cameron acomplejado ante la posibilidad de que el
antieuropeísta UKIP le comiera el terreno en las elecciones del 2015 se
comprometió a celebrar un referendo sobre la pertenencia de Gran Bretaña a la
Unión Europea. Cameron ganó luego holgadamente.
Pero, creyéndose intocable,
llevó su error hasta el final. Convocó ese absurdo referendo, lo perdió, se fue
a casa, encumbró al ridículo Nigel Farage y legó a su país y al mundo un
problemón. Cuando Renzi llegó a primer ministro de Italia, fue visto como la
gran esperanza. Pero, acomplejado también por el populismo del bufón Beppe
Grillo y por ese discurso que llama a acabar con el sistema, sea el que sea,
impulsó una reforma constitucional que nadie le había pedido -y en la que ya
habían fracasado otros muchos-, copiándole a Grillo el sermón de la lucha
contra las castas políticas, en lugar de centrarse en la recuperación
económica.
Convencido como Cameron de que era intocable, Renzi sometió su
reforma, para la que no había consenso, a un referendo que convirtió en un
plebiscito sobre su liderazgo. Resultado: derrota, dimisión y fortalecimiento
del populismo del Movimento 5 Stelle, con Grillo convertido ya en terrorífica
alternativa real de Gobierno en Italia. Y, de paso, nuevo problemón para Italia
y parte de la UE.
Lo ocurrido en el Reino Unido e Italia es un aviso
clarísimo para España, en donde PP y PSOE que ayudaría en esta causa son más
que suficiente, más de la mitad de los votos del PSOE han pasado al PP. Primero
porque no quieren cuentas con su partido que ha quedado como pollo sin cabeza y
segundo porque en caso de nuevas elecciones más de la mitad se quedarían sin
mamandurria.
Por tanto hay que ir a favor de la realidad, o sea,
mandara Ciudadanos donde le están mandando sus propios “jefes” y apostar por
socialistas reconvertidos. Pocos socialista tienen huevos para votar en contra
del PP.
Solo el miedo a
verse arrastrados por el populismo de Podemos y la demagogia de Ciudadanos
explica que populares y socialistas se hayan sumado ya al argumento de que los
problemas de España se deben a su sistema político y se muestren dispuestos a
la trampa reformar la Constitución. alcanzar un consenso como el de 1978 es,
prácticamente, imposible. Entre otras
cosas, porque ni el populismo ni el independentismo se sumarán jamás a lo que
apruebe el resto. Cualquier reforma deberá someterse a referendo. Incluso una
parcial, si lo solicita un 10 % de los diputados (Podemos y los independentistas
suman el 27 %). Si una reforma aprobada en las Cortes fuera derrotada luego en
la consulta, cosa que no hay que descartar, las consecuencias serían
catastróficas para España. Pero si se aprueba con su voto en contra, el
populismo también se reforzará.
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