Los independentistas
andaluces –financiados por Podemos- se manifiestan para pedir nada. Ayer, con
un más que sospechoso itinerario vocearon por las calles de Sevilla, según
ellos más de 10.000 personas, según la realidad menos de 200 personas
acompañaron a cuatro desertores del arado. Si enlazamos los ladridos venían a
clamar: Andalucía libre ¿Quién les ata? Independencia, pongamos fin a la
corrupción, Andalucía soberana, los andaluces queremos decidir y algunos rebuznos
más.
Pero si se estudia el fondo
de la manifestación, hasta los andares eran podemitas. Pablo Iglesias, le
quiere hacer un favor a Pedro Sánchez, ideólogo del manifiesto; al objeto de
cuestionar a Susana Díaz que, por cierto, no se va a presentar como candidata a
las elecciones para Secretaria General del PSOE. Pedro y Pablo, pablo y Pedro
son más tontos que Abundio.
El grito: “La soberanía es de
todos menos de España” este ladrido lo leyó un no se quien en nombre de Pablo
Iglesias. En nombre de Izquierda Unida, también se escucharon algunos relinchos,
la verdad, en un tan mal andaluz que ni
ellos mismos se enteraron.
Está Andalucía como para
independizarse. Otra…."40 años después, seguimos los últimos. ¿Para qué
sirven las instituciones si no se utilizan? Andalucía es nuestra, no de Mariano
Rajoy. Solo reconocemos la bandera verdiblanca. El andaluz es una lengua,
nuestra lengua.
Dolors Bassa, les manda un
mensaje de apoyo: Si hay algo que caracteriza al nacionalismo excluyente es
echar la culpa de todos los males al que viene de fuera, de tal modo que lo
bueno es siempre mérito propio y lo malo culpa de los demás. Eso es lo que hace
la consejera de Trabajo de la Generalitat de Cataluña, Dolors Bassa. A la
pregunta sobre el problema de los niños que esnifan pegamento en las calles de
varios barrios de Barcelona, contesta: «¿Sabe cuántos niños llegan menores a
Cataluña? 70 mensuales. La mayoría llegan de otros lugares del Estado, es
decir, de España, especialmente, de Andalucía.
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