Trump culpa a la prensa -con mayor dureza a la española-de las manifestaciones -ya descontroladas-

.Por segunda noche consecutiva, las calles de más de una decena de ciudades estadounidenses volvieron a expresar su pesar por la elección del pasado martes y su rechazo a la figura de Donald Trump como presidente electo de Estados Unidos, Boston, Los Ángeles o Texas fueron algunos de los escenarios donde se pudo escuchar cómo miles de ciudadanos aseguraban sentirse avergonzados de ser estadounidenses. «Es incomprensible que la gente de mi país haya elegido a un personaje como este», dijo Joshue, de 27 años. A su lado caminaba Ashley, de California y jubilada: «Trump solo causará odio y miedo entre las personas de las mismas razas». Los mensajes se repitieron en San Francisco, Oakland, Denver, Minneapolis y, por supuesto, en Nueva York, ciudad de origen y residencia de Trump, y desde donde el multimillonario recuperó su esencia más agresiva para cargar contra las protestas y los medios. «Acabo de tener una elección presidencial muy abierta y exitosa. Ahora, manifestantes profesionales, incitados por los medios, están protestando. Muy injusto», sentenció a través de Twitter.


No han pasado ni 72 horas del final de los comicios en Estados Unidos y una parte de la población estadounidense no ha dudado en mostrar su rechazo en las calles a la elección de Donald Trump como nuevo presidente del país. Durante dos noches consecutivas se han producido manifestaciones del movimiento "Not my president" (No mi presidente) en al menos 25 ciudades de EEUU en contra del magnate, además de agresiones en vídeo y decenas de actos de intimidación en las redes sociales. Protestas populares de las que el propio Trump culpó a los medios de comunicación, aunque más tarde trató de matizar sus palabras llamando a la unidad en un mensaje conciliador. Por otro lado, el nuevo presidente ya trabaja con vistas a la formación de su gobierno y para definir sus prioridades al frente de la Casa Blanca, entre las cuales están los impuestos, la inmigración y derogar el ‘ObamaCare’.

Por segunda noche consecutiva, miles de personas se han echado a la calle al grito de ‘No mi presidente’ en unas 25 ciudades de EEUU, especialmente en las grandes urbes de Nueva York, Los Ángeles, Oakland, Chicago, Filadelfia, Portland, Atlanta, Boston, Seattle, San Francisco y Washington DC.

El lema ‘No mi presidente’ nació en la red social Twitter una vez se conoció el sorprendente resultado de las elecciones presidenciales de EEUU. Bajo este movimiento, muchos ciudadanos quieren dejar claro que no aceptan la victoria de Donald Trump y que ni es ni será su presidente, además de considerar un ultraje a la democracia que Hillary Clinton perdiera los comicios pese a tener mayor apoyo popular en número de votos.

Las protestas que se han producido durante dos noches consecutivas, siendo las del miércoles las más numerosas, se han caracterizado por el tono pacífico en el que se han desarrollado, salvo algunos incidentes y varias decenas de detenciones.

Las protestas más tensas se vivieron en Portland (Oregón), donde la Policía arrestó a 26 personas, y Oakland (California), donde algunos de los 7.000 manifestantes lanzaron cócteles molotov y piedras a la policía y prendieron al menos 40 fuegos en una noche que acabó con tres agentes heridos y 30 arrestos. También, en Nueva York se detuvo a 65 personas en las manifestaciones del miércoles junto a la Torre Trump.

Para echar más leña al fuego, el nuevo presidente de EEUU ha cargado en Twitter contra las protestas tildándolas de antidemocráticas y culpando a la prensa estadounidense de su organización. “Han sido unas elecciones presidenciales muy abiertas y exitosas. Ahora los manifestantes profesionales, incitados por los medios, están protestando. ¡Es muy injusto!

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