El pacto entre Rajoy y Rivera se da por hecho, ya que un acuerdo semejante tuvo lugar en otras comunidades autónomas donde Ciudadanos (C’s) impuso unas medidas anticorrupción para aupar a la Presidencia del Gobierno a miembros del PP (Cristina Cifuentes) o del PSOE (Susana Díaz). No sólo ocurrió en esas dos regiones, sino que en otras comunidades autónomas, como La Rioja, Murcia o Castilla y León, también se pusieron de acuerdo. Aplazar una semana la reunión del Comité Ejecutivo del PP para aprobar o rechazar las condiciones de C’s no pasa de ser una maniobra táctica de Rajoy para conocer la opinión de otros grupos ante la inminente firma del pacto. Dado por hecho el pacto de investidura, distintos dirigentes del PP proponen ampliar el horizonte del acuerdo para lograr un pacto de legislatura que pudiera dar una cierta de estabilidad a un próximo mandato de Rajoy.
Rivera ha rechazado rotundamente la posibilidad de formar un gobierno de coalición, PP-C’s, o la formalización de un pacto de legislatura, blandiendo como argumento que no se fía de un partido imputado por corrupción. A estas alturas ya nos hemos acostumbrado a constatar que las negativas de Rivera a las ofertas de otros partidos tienen un periodo de vigencia muy corto. Hasta el otro día había jurado y perjurado que su capacidad de hacer concesiones no superaría la abstención ante la investidura de Rajoy (y para ello en segunda votación), y en cuanto subió la temperatura política en agosto sacó de la manga un documento con seis puntos que lleva directamente a la entente. Hasta ahora, los contactos entre Luis de Guindos y Luis Garicano (responsables de los asuntos económicos en ambos grupos) han creado una gran sintonía y no se puede descartar que cuando funcione la comisión negociadora entre los dos partidos para formalizar el pacto de investidura se cree la atmósfera necesaria para llegar a un acuerdo más ambicioso. Dejando a un lado el caso concreto de la entente entre PP y C’s, es preciso señalar que el objetivo máximo de todos los partidos bisagra (C’s entra en esta categoría porque sirve tanto para girar la puerta del PSOE como la del PP) es formar parte de los gobiernos, algo que nunca podrían alcanzar con el único apoyo de sus votos.
Rajoy cuenta ya con 169 escaños (PP y C’s). El apoyo de los regionalistas canarios caerá como fruta madura. Puede mirar el futuro con optimismo ya que sólo le faltan seis escaños para sacar las oposiciones.
Comentarios
Publicar un comentario